Jaime Roch/ 3º Periodismo
Es de Lima pero lleva en España desde los 14 años y sus apellidos son toledanos. Andrés Roca Rey Valdez ha irrumpido con fuerza en su primera temporada completa como matador de toros aunque las plazas de Málaga y Palencia frenaron en seco la que parecía una imparable ascensión a figura del toreo con la tauromaquia del valor consciente e inagotable como base de todo lo demás: clase, técnica e inteligencia. La sorprendente capacidad de resolver cuanto se ponga delante con sello propio, difícil de encontrar en un diestro tan joven. Un caso para la historia: el pasado 21 de octubre cumplió 20 años de edad y ya es el torero más importante que ha nacido en Perú. Roca quiere ser Rey. Al tiempo. Su cartel, mientras, sube.
Pregunta. ¿Qué ha significado la reaparición en la Feria del Señor de los Milagros en Lima?
Respuesta. Fue un día muy especial para mí porque regresé a mi tierra después de un año. Lima se interesa por mí cada vez que toreo y muchísima gente de mi edad está empezando a ver los toros y aficionarse. Tenía dudas en saber si iba a ser el mismo de antes por dejar de torear todo ese tiempo pero cuando salió el toro sabía que iba a ser yo.
P. ¿Cómo se encuentra?
R. Me siento como antes de las cogidas porque no tengo ningún tipo de secuela. Física y mentalmente me encuentro bien y estoy feliz de estar en activo otra vez. La temporada que viene intentaré seguir triunfando y espero recoger los frutos por los que he luchado día a día.
P. ¿Por qué viajaste a Miami para tratarte?
R. Para acelerar mi recuperación. Los médicos me han dicho cuando he estado bien para hacer vida normal y además, como trabajan con deportistas, me han aconsejado cuando he estado preparado para desarrollar mi profesión en la plaza. Son profesionales que se dedican a los golpes en la cabeza y sabían que necesitaba una preparación para antes de reaparecer. El doctor Aldo Berti, del Instituto de Neurocirugía, Neurología y Rehabilitación de Lima, decidió llevarme a Miami y también me vio antes de la reaparición en Acho.
«Ser figura del toreo es llevar masas a las plazas de toros diez años seguidos»
P. ¿Qué le dijeron los médicos?
R. Los médicos me dijeron que no debía reaparecer en la temporada española porque tenía que hacer bien los ejercicios que me habían mandado y respetar el tratamiento para poder estar en el aniversario de mi plaza. Accedí a hacerles caso porque la cabeza es la base del cuerpo y no se puede descuidar.
P. ¿En qué se basaba el tratamiento?
R. Con los golpes en la cabeza se me movieron unos huesos pequeños del oído que me producían mareos. Tomé medicación al principio y luego realicé ejercicios de la vista para mantener la estabilidad. Tenía que levantar un pie para mantener el equilibrio y mirar hacia arriba y hacia abajo con una luz que me dieron los médicos para comprobar mi visión durante un mes.
P. ¿Durante ese mes de reposo estricto no cogió los tratos de torear?
R. Al principio tenía ganas de olvidarme de todo porque me afectó mucho tener que cortar la temporada. Cuando veía una muleta o un capote sí que lo cogía porque lo necesitaba tener en la mano como torero aunque para entrenar no porque había que respetar lo que decían los médicos. Me entraron ganas de torear y de reaparecer lo antes posible pero no podía.
«Una figura se forja con el tiempo y yo solo llevo un año de alternativa»
P. ¿Y qué se le pasaba por la cabeza?
R. Se me cruzaron muchas cosas por la cabeza, todas ellas me hicieron pensar, pero finalmente llegué a conclusiones que me ayudaron mucho. Antes no le daba importancia a ciertas cosas y ahora, después de los golpes, sí que se las doy. También pensé en mi concepto, en las cosas que me han hecho evolucionar aunque el concepto es uno al igual que una es la persona y eso no cambia.
P. ¿Cómo se vino arriba en los momentos duros?
R. Con una fuerte mentalización. En los momentos de reposo no queda otra que estar tranquilo y pensar en la parte positiva de todo. Sabía que no podía ejercer mi profesión pero podía acondicionar mi mente para lo que venía después.
P. ¿Se arrepiente de reaparecer en la plaza de toros de Palencia catorce días después del percance de Málaga?
R. No, pero sentí impotencia al ver que no podía torear. No me duele haber reaparecido en Palencia ni haber toreado en Málaga porque creo que todas las tardes han sido importantes aunque me he quedado con ganas de ferias importantes después de lo bien encaminada que iba la temporada. Los doctores me prohibieron ver la repetición de las volteretas pero ya las había visto.
«El destino es algo que viene y tenemos que estar listos para reaccionar»
P. ¿Un torero que triunfa está preparado para el fracaso?
R. Creo que nadie está preparado ni para el triunfo ni para el fracaso. El destino es algo que viene y tenemos que estar listos para reaccionar en cualquier momento.
P. ¿Notó a la afición de Las Ventas excesivamente dura después de que saliera a hombros?
R. Lo bonito de torear en Las Ventas es que cada vez salga con más ganas de jugarme la vida porque es una buena señal que me exijan. Creo que Madrid es una plaza en la que a los toreros se nos va conociendo poco a poco y pidiendo cada vez más. Llevo un año de alternativa y solo un San Isidro y creo que aún me puede conocer más.
P. ¿Qué le ha llevado a Roca Rey a no vivir de renta?
R. La ambición y torear continuo. Estar un día en una plaza y otro día en otra hace que me olvide de lo que he conseguido. La ilusión y las ganas de querer ser figura hacen que todos los días sean diferentes. Necesito triunfar para sentirme bien y para agradar al público de cada plaza.
P. ¿Roca Rey se siente figura?
R. Ser figura del toreo es llevar masas a las plazas de toros diez años seguidos, yo únicamente funciono como torero y tengo buen ambiente, además, una figura se forja con el tiempo y yo solo llevo un año de alternativa. Admiro a Joselito “El Gallo”, Luis Miguel Dominguín y Manuel Benítez “El Cordobés”.