Emilio Marín: «Creo que existe un solo Dios al cual se le venera desde la cultura en la que se está instalado»

0
1454

Ana Parra/ 3º Periodismo

El enfrentamiento entre Oriente-Occidente o la utilización de la religión para justificar la violencia, hacen evidente la necesidad de explicar y entender las particularidades de las distintas creencias. Emilio Marín conoce bien los entresijos del periodismo especializado en información religiosa. Ahora ya está jubilado pero durante más de 25 años compaginó sacerdocio y periodismo. Fue uno de los directores de Saó, revista cultural de inspiración cristiana escrita en valenciano. Una publicación que el próximo mes de julio celebrará su 40 aniversario.

Pregunta. ¿Cuál era su papel dentro de la revista Saó?

Respuesta.  Durante 18 años he sido el director de la revista. Una de   las   cosas   que   hice   fue  cambiar   su   contenido.   Inicialmente   tenía   una   perspectiva fundamentalmente religiosa y yo, al poco tiempo de llegar allí, amplié esa visión y empezamos a tratar temas de actualidad, sociales y culturales. El eje seguía siendo religioso pero un religioso progresista.

P. Muchas veces las noticias religiosas que nos llegan a través los medios de comunicación son negativas ¿Sólo es noticia cuando ocurre algo malo?

R. Yo ahora recordaría el refrán de ese magnate de la prensa británica, William Maxwell Aitken, que decía “la noticia no es que un perro muerda a una persona sino que una persona muerda a un perro”.

P. ¿Es lo que pasa cuando se vincula terrorismo yihadista e Islam?

R. Sí. Cuando la realidad es que la gran mayoría de musulmanes están por un posicionamiento pacífico de la religión. No creo que la religión haya provocado nunca guerras sino que los intereses que están cubiertos por la religión han sido siempre suficientes para enzarzarse en luchas terribles.

P. En nuestro contexto social multirreligioso, ¿qué dificultades puede encontrar un periodista especializado en información religiosa?

R. Es un territorio que está poco transitado, no hay especialistas. En el momento en que explota un conflicto relacionado con  la  religión,  los  periodistas  tienen  que  buscar  rápidamente  qué  está pasando. Muchas veces es difícil acceder a las informaciones. Es necesario buscar contactos y recordar que nadie da nada por nada. Hay que tener un archivo, unos accesos indirectos que puedan en un momento dado servir como intercambio de noticias.

P. ¿Cómo de complicada puede ser la burocracia y la jerarquía en esta especialización?

R. En primer lugar es fundamental conocer el medio y hacer una valoración de ese medio, saber quién es cada persona importante y como está situada. Un ejemplo, hace cinco años hubo un problema  en la Guardia del Vaticano; un adulterio y posterior asesinato. El asunto permaneció en los periódicos dos días, rápidamente se cerró. Me imagino que el Vaticano invertiría dinero y la información sería tan cerrada y tan escasa que el tema se agotó.

P. ¿Se puede dar información fiable de una religión sin formar parte de ella?

R. Sí se puede hacer. Pero no se puede hacer sin conocimiento del medio en el que se está, ni sin conocimiento de la realidad que se va a tratar.

P. ¿Cómo se puede presentar el hecho religioso para que resulte atractivo?

R. Pues es muy complicado porque para eso tendría que cambiar la sociedad y el hecho religioso, las dos. Que cambie una de las dos cosas puede ser, las dos ya es más difícil. Que cambie la sociedad quiere decir que salga de esta situación de consumismo, de inmediatez, de grandes almacenes donde todo se vende y todo se compra. Que sea una sociedad más humana, en la cual se tenga una consideración real hacia los pobres, hacia los inmigrantes, hacia los desahuciados, hacia los enfermos. Y después, que cambie la religión… pues lógicamente tendrá que volver a sus fuentes, las del Evangelio de Jesús, qué hablan de un mundo más fraternal, más sensato y más honesto.

P. ¿Que aporta la especialización en información religiosa a la sociedad actual?

R. Precisamente puede ayudar a que se produzca ese cambio en la sociedad, a que todos estos valores nos ocupen y preocupen. Una sociedad que tenga preferencia o que al menos cubra suficientemente las necesidades de todas esas clases que están en la exclusión y la marginación. En definitiva lo que la religión hace es unir. Yo creo que no hay diferentes dioses, creo que hay un solo Dios al cual  se le venera desde la cultura  en  la  que  se  está  instalado  y  que  produce  unos sentimientos, unas costumbres y unos usos religiosos diferentes. Pero en el fondo, detrás de cada Dios, detrás de cada religión, hay unas constantes que se repiten y que no son de ninguna manera despreciables. Por recurrir a un ejemplo hablaremos del hinduismo. Hay una metáfora que dice que el hombre tiene que ser como el árbol del sándalo, que cuando se le hiere exhala perfume. Es una idea muy bonita pero que viene a ser exactamente lo que dice el Evangelio de amar a los enemigos, que viene a ser también lo que dice el mundo musulmán de convertir a los equivocados. Pensar que hay un solo Dios al que se le adora desde la cultura en la que está inscrita esa religión me parece pertinente.