Cine apto para todos los bolsillos

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Melania Marco / 4º Periodismo

La crisis económica lleva años afectando a diversos sectores, entre ellos, el audiovisual.  Las Casas de la Cultura han querido ofrecer un servicio tan demandado como es el cine por precios inferiores a cinco euros. Puzol, Museros, Mocada y Burjassot son algunos de los pueblos de Valencia que no han dudado en sumarse a este proyecto.

Según la Agencia EFE,  2013 fue el peor año para la taquilla española con una recaudación total de 508 millones de euros, un 16% menos que el 2012, y 78 millones en 2013 frente a 94 millones del 2012. Se tiene que retroceder a 1988 para encontrar un año en el que se vendieran menos entradas que en 2013.  Los espectadores lo tienen claro: «si las entradas fueran más baratas iríamos al cine mucho más». Por esta razón, muchas Casas de la Cultura de los pueblos han puesto en marcha un nuevo método para poder ir al cine con poco dinero.

La Casa de la Cultura de Museros es la más veterana, lleva ofreciendo servicio de cine desde el año 1998. Jose Luis Moreno, coordinador de esta Casa de la Cultura, reconoce que tuvieron un bajón muy grande sobre el 2008-2009. “Traíamos muy buenas películas pero la gente no acababa de venir. En cambio, ahora, está viniendo mucha más gente e incluso estamos recuperando todo tipo de espectadores. El público joven lo habíamos perdido, es como si antes tuvieran vergüenza de ir a los cines de los pueblo, pero ahora, como el bolsillo cuenta, lo estamos recuperando”, explica José Luis Moreno.

El coordinador de la Casa de la Cultura de Museros añade que cualquier película de dibujos que pongan a las 5 de la tarde los domingos, tiene mucho público. “Es cine infantil y hoy en día una familia  no se gasta más de 20 euros”, remarca José Luis.

Según Soraya Cledera, estudiante, guionista y realizadora en BrainWash Producciones y Sololowkos Producciones, “siempre se aprecia más una calidad óptima en audio, vídeo, color y tamaño de pantalla, pero por supuesto hay que tener en cuenta que no siempre nos resulta económica esa calidad, por eso, sinceramente, prefiero ver películas en Cines Digitales locales o Casas de la Cultura”. Por otro lado, Claudia Bosch, una joven que desde que descubrió esta manera de ir al cine se ha hecho asidua, dice repitir la experiencia dos o tres veces al mes. “Se nota que no estás en un cine pero tampoco tiene nada que envidiarle. Realmente se ve genial, los asientos están muy bien y puedes entrar la comida que quieras”, sentencia la joven.