Imagen: Carlos Herrera, Carlos Romero, Fernando Giménez y Rafael Ortega durante la celebración del XVII Congreso de Católicos y Vida Pública en Madrid. / Foto: Pablo Cuadrado
La XVII edición del Congreso de Católicos y Vida Pública, organizado por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y el CEU, llevó por título “Construir la democracia: responsabilidad y bien común”. Los distintos ponentes de este congreso, como Francisco Marhuenda o Antonio Miguel Carmona hablaron sobre el tema.
El presidente de la ACdP y de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, Carlos Romero Caramelo, fue el encargado de abrir, un año más, el Congreso con su discurso inaugural, en la que destacó la importancia “capital” de la actividad política. “Entre todas las actividades seculares, es una de las más nobles, pues su fin es el que más directamente está encaminado a trabajar por el bien común”. En este sentido el Gran Canciller se detuvo a explicar los motivos que hacen pertinente que el Congreso preste este año gran atención al tema de la construcción de la democracia, así como el panorama político y social en el que el país se ve inmerso.
Romero aseguró que estamos “obligados a llamar la atención sobre nuestra democracia”, y destacó el valor que tiene ésta “para el presente y el futuro de las próximas generaciones”. Así mismo, aseguró que los católicos “deben ser protagonistas de un modo más participativo de vivir en democracia qué deberá contribuir a dignificar la política”.
Por su parte, el nuncio de Su Santidad en España, Renzo Fratini, indicó cuáles son los pilares del compromiso de los católicos ante los retos de “nuestro tiempo”. “Estos son el respeto a la ley moral natural, unidad y verdad y rechazo a la cultura del descarte”, en relación a esto último, el nuncio afirmó que ningún católico “puede ser indiferente a las clamorosas situaciones de pobreza y desigualdad”. En cuanto a la unidad y verdad y a la observancia de la ley mora, Fratini recordó la importancia de tomar la verdad como referencia de todo sistema democrático. En este asunto trazó una distinción entre la democracia participativa, representativa y pluralista “la que es solo formalidad procedimental”. El representante de Su Santidad aseguró que una democracia “sin valores” se convierte en un totalitarismo encubierto, “de ahí que tengamos que trabajar para que aumente el consenso en torno a un marco de referencias comunes”.
Así mismo, el consiliario nacional de la ACdP y arzobispo de Burgos, Fidel Herráez, puso énfasis en la crucial misión que los católicos laicos tienen en la vida pública y aseguró que la Iglesia “no ofrece un modelo concreto de gobierno o sistema económico, pero confía a los laicos la misión de que trabajar para que las instituciones contribuyan a la justa convivencia, el bien común y el respeto a los valores morales”.
La Constitución
El director del periódico La Razón, Francisco Marhuenda, se encargó de continuar con las conferencias del Congreso y aseguró que sería un error abrir una segunda Transición. A su juicio, La Constitución todavía es un instrumento “válido y suficiente” y añadió que tampoco cree que haya el “consenso necesario”. Así mismo, destacó que no corresponde hablar de un punto de inflexión institucional, en primer lugar porque la Constitución es todavía “un instrumento válido y suficiente”, y en segundo término, “porque no existe el consenso que requieren los cambios de este calado”.
El historiador y periodista, aludió a la dispersión de objetivos que se da entre las fuerzas políticas, divergencias que imposibilitarían hacer reformas profundas con visos de perdurabilidad. También, el director de Informativos de 13TV, Alfredo Urdaci, que presentó al ponente, refutó las visiones críticas de la Transición y lamentó que se extienda una “genérica sospecha sobre la Transición” y que los acuerdos nacidos con ella no se vean como “motivo de orgullo”.
Antonio González Terol, Begoña Villacís y Alberto Sotillos participaron en el debate “Rehabilitar la democracia”, donde los tres valoraron el papel de los partidos tradicionales en la construcción de la democracia, aunque Villacís y Sotillos consideraron que la regeneración necesita también de nuevos actores.
Herrera en el Congreso
La clausura del XVII Congreso de Católicos y Vida Pública, estuvo a cargo del comunicador Carlos Herrera que reivindicó la responsabilidad de los católicos en la vida pública. El locutor de radio aclaró que solo “podemos aspirar a que la política dé una respuesta al bien común, si previamente se inicia ese cambio con el tejido social”. Así mismo aclaró que los dos grandes enemigos de la política son la “demagogia y la corrupción”. En este sentido señaló que el relativismo y el nihilismo son los males que están “atacando” a la sociedad actual.
En la clausura de este XVII Congreso de Católicos y Vida Púbical participaron además el presidente de COPE, Fernando Giménez Barriocanal, el director del Congreso Católicos y Vida Pública Rafael Ortega y la consejera nacional de la Asociación Católica de Propagandistas y miembro de la Comisión Ejecutiva del Congreso, Sirga de la Pisa, que leyó el Manifiesto del Congreso con las principales conclusiones del mismo.