Alejandro Amenábar: «Lo que da sentido a mi profesión es tener algo que expresar»

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Informa Laura Fargueta / Imágenes: Zhanzhi Chen y Forinvest

Alejandro Amenábar, uno de los grandes del cine español contemporáneo, se ha instalado en la Comunitat Valenciana para el rodaje de su próximo largometraje, El cautivo. Ganador de un Óscar y once Premios Goya, el director de Tesis se adentra esta vez en la juventud de Miguel de Cervantes y sus años de cautiverio en el Argel.

En el marco del Forinvest, la convención anual valenciana de emprendimiento, tecnología y negocios, Amenábar ha destacado que le parece sorprendente que solo exista una película y una serie de televisión en torno a la vida del Manco de Lepanto. “Ha costado financiar una película como esta, pero por nada en el mundo la hubiera dejado en el cajón”, ha afirmado.

Protagonizada por Julio Peña y Alessandro Borghi, El cautivo se rodará combinando construcciones naturales y decorados de estudio. “Por un lado, tenemos los estudios de La ciudad de la luz, que acaban de ser reabiertos, y varios pueblos de Alicante”: una ambientación perfecta para el Argel del siglo XVI, según ha manifestado, debido al trazado de muchos pueblos y ciudades, “un trazado de ciudad árabe”.

Durante el coloquio, coordinado por el periodista Pau Gómez, ha expresado numerosas veces su satisfacción con el nuevo proyecto: “Es la primera vez en mi vida que estoy durmiendo bien. De momento, nada me quita el sueño”. Esta no es la primera vez que Amenábar se sumerge en la vida de personajes históricos: Hipatia de Alejandría en Ágora, Miguel de Unamuno en Mientras dure la guerra, o incluso Ramón Sampedro, figura fundamental en la historia reciente de España. “Nunca pensé que haría películas históricas; aunque tampoco calificaría lo mío como cine histórico: hago películas sobre personajes cuyas vidas me parecen fascinantes”.

Echando la vista atrás, cree que “razonablemente, siempre he sido fiel a lo que quería hacer. Para bien o para mal, he hecho las películas que quería”. Tras el éxito internacional que obtuvo con Los otros y, tres años después, el premio Óscar por Mar adentro, vio la posibilidad de hacerse un hueco en la industria de Hollywood. Sin embargo, la vida en Los Ángeles no era para él. “Sentía que mi vida estaba aquí. He podido contar mis historias viviendo desde Madrid”.

Con una sonrisa cansada, ha denunciado lo difícil que resulta financiar una película en España y los obstáculos que tienen que enfrentar los cineastas en su posterior difusión: “La situación de las salas de cine hoy en día implica un riesgo económico. Pero al final, el riesgo forma parte del cine”, ha reído. Aunque no rechaza las plataformas de streaming, se reconoce como nostálgico de las salas de cine: “Los momentos en que más he disfrutado son cuando he ido a una sala de cine y he sentido que la sala entera vibra con la película. Es algo que no tiene precio”. Sin embargo, cree que el sector audiovisual se encuentra en un punto de inflexión por la Inteligencia Artificial: “Va a ser muy interesante comprobar lo que pasa, si estamos hablando de un salto menor o si, por lo contrario, se trata de un salto fundamental”.

Amenábar es consciente de que es uno de los referentes de las nuevas generaciones de futuros directores. No se considera un innovador, aunque sí es consciente de que lo que le guía es el poder de la historia. “El cine es lo que me empuja a moverme, a viajar. Lo que me hace viajar emocional y psicológicamente son las historias que cuento. Cambiar de registro, de historia, es lo que me permite no aburrirme. Lo que da sentido a mi profesión es tener algo que expresar”, ha concluido.