El filósofo Javier Gomá desentraña el malestar contemporáneo en su visita a la CEU UCH

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Información e imagen: Gonzalo Escrig

La Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación de la CEU UCH ha acogido este miércoles una charla magistral protagonizada el director de la Fundación Juan March y director de la Cátedra de la Ejemplaridad de CUNEF Universidad, Javier Gomá, quien bajo el título «Somos los mejores, pero estamos enfadados» compartió sus reflexiones sobre la actualidad política y social.

La presentación estuvo a cargo del rector de la universidad, Higinio Marín, quien elogió la obra filosófica de Gomá como una de las más originales y con más «músculo filosófico» de las últimas décadas en España. En respuesta, Gomá expresó su admiración por Marín y destacó la importancia de la amistad intelectual en la búsqueda de la verdad y la ejemplaridad.

Durante su intervención, Gomá compartió algunas reflexiones que destacaron la complejidad del malestar contemporáneo. Según él, «la sociedad está enfadada», y es crucial entender las razones detrás de este malestar. Enfatizó la importancia de una «visión culta y corazón educado» en la sociedad actual, destacando que «una persona culta no tiene nada que ver con la educación reglada» ya que «no se trata solo de acumular datos de historia, sino de tener conciencia histórica».

El director de la Fundación Juan March delineó cuatro puntos esenciales que explican, a su juicio, el enfado generalizado que se observa en nuestra sociedad contemporánea. Gomá afirmó que el malestar, como rasgo inherente a la condición moderna, el progreso moral, la consideración de la cultura como instrumento de dominación y la internalización del malestar son los factores directamente responsables de la situación actual.

Al abordar la cuestión de la dignidad humana, Gomá señaló que el reconocimiento creciente de la dignidad humana “conlleva un aumento notable en el malestar social y en las tensiones culturales» y destacó que la indignación y el malestar social “pueden ser interpretados como indicadores de progreso moral ya que reflejan una mayor sensibilidad hacia la dignidad y los derechos humanos».

El filósofo también se detuvo en sus reflexiones en el papel de la cultura y de la política, incidiendo en la cultura como “un agente de socialización y cohesión social antes que un instrumento de dominación y control». Además, Gomá señaló que la falta de un ‘otro’ tangible en las sociedades democráticas liberales, “ha llevado a la internalización del malestar, exacerbando la polarización política y la falta de entendimiento».

En última instancia, Gomá instó a reflexionar sobre el significado y las implicaciones del malestar contemporáneo y reconoció tanto de sus aspectos positivos como sus desafíos: «la indignación puede ser un motor para el cambio y la transformación social, pero también requiere un análisis crítico y una comprensión profunda de las complejidades del mundo contemporáneo”. “El culpable de que yo me sienta mal es el otro dentro de la democracia liberal y, por tanto, lo que se está produciendo cada vez más es una polarización”, concluyó.