Enrique Rojas: “La felicidad es vivir en armonía con uno mismo”

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Información: Lucía Valderrama / Imágenes: CEU

El reconocido psiquiatra Enrique Rojas, profesor en la New York University (NYU), padre de las también célebres Marian e Isabel Rojas Estapé y fundador del Instituto Rojas Estapé en Madrid visitó recientemente el campus de Castellón de la Universidad CEU Cardenal Herrera para impartir una conferencia en la que, bajo el título “¡No te rindas!”, realizó un recorrido por las tres etapas fundamentales del conocimiento de una persona a partir de una comparación con el navegar de un barco: la personalidad, el proyecto de vida y la compañía. Un acto al que asistió el obispo de Castellón, Casimiro López, y en el que también participó el director de cine, Juanma Cotelo en un evento al que asistieron cerca de trescientas personas.

Durante su intervención, Rojas relacionó la importancia de la personalidad como esencia del ser con las herramientas necesarias antes de salir a navegar. El cuaderno de bitácora, explicó, se resume en la búsqueda de una buena ecuación entre la voluntad y la inteligencia para captar la realidad. Un ejercicio propio de una persona madura independiente de la aprobación de los demás, que utiliza bien la libertad y que vive con sencillez y naturalidad. El psiquiatra también abordó como lograr esa madurez y destacó que para lograrla es necesario tener referentes sanos, vivir el presente y haber sanado las heridas del pasado esperando el futuro: “para vivir es necesaria una buena salud y mala memoria”.

Para mantenerse a “buen flote”, expresó Rojas, es necesario la ética que, tal y como apunto, “es el arte de vivir en dignidad” y, con ello, cada uno debe plantear un proyecto de vida en relación a la fortaleza de su personalidad: debe ser realista, ilusionante y poco contradictorio. La base de esto es, por un lado, el amor, que describió como “el primer movimiento hacia el bien”. El amor en todos sus sentidos, también en “volver extraordinario lo ordinario, para ello: ama tu oficio y envejece en él”. Por otro lado, resaltó el valor de la cultura y la curiosidad por el conocimiento, que es lo que proporciona la libertad de las personas, haciendo paralelismos con la lectura obligatoria en su familia, realzando que “la lectura es a la inteligencia lo que el ejercicio a la salud”.

Durante los minutos finales de su intervención, Rojas explicó que para llegar a buen puerto la buena compañía es clave, destacando la importancia del cuidado de la amistad sana y de las relaciones personales. Porque, tal y como apuntó, como dice Don Quijote: “quien acierta en el casar, no le queda en qué ganar”, como el propio Enrique Rojas, quien se presentó como “felizmente casado desde hace 41 años”. A este respecto, reveló que para encontrar el amor la clave reside en “encontrarse a sí mismo, fuera de uno mismo”. Rojas finalizó la conferencia aludiendo a que la perfección no existe y que, por tanto, “la felicidad es vivir en armonía con uno mismo”. Asimismo, destacó la importancia de hablar en positivo y, para ello, contó con la ayuda de Juanma Cotelo, director de cine y de la productora Infinito+1, quien contó una anécdota de supervivencia que no dejó indiferente a ninguno de los presentes: una mujer se salvó del suicidio gracias a un comentario bonito de su familia. Con ello, concluyeron que “la felicidad no depende de la realidad sino de su interpretación”. La jornada la cerró el obispo de Castellón, Casimiro López, con unas palabras dirigidas al ponente y a las casi 300 personas presentes en el acto.