Higinio Marín: «El progresismo es la ideologización del futuro y habría sido imposible sin la previa incorporación de la idea de futuro contenida en la escatología cristiana»

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Información e imágenes: Gonzalo Escrig

El aula magna de la facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación de la CEU UCH ha acogido este martes una nueva conferencia organizada por el club de filosofía Abantos, en la que, bajo el título, ‘¿Qué es el progresismo?’, el rector de la universidad, Higinio Marín abordó la evolución de la concepción del tiempo y su conexión con la ideología progresista. Una charla que no solo ofreció una visión profunda sobre la conexión entre la cosmovisión cristiana y el progresismo, sino que también provocó reflexiones sobre la evolución cultural y filosófica que ha dado forma a la comprensión del tiempo y el futuro en la sociedad europea.

Marín comenzó su intervención abordando la noción del tiempo en la civilización grecolatina y destacó que, a diferencia de nuestra concepción actual, el tiempo en aquel entonces no seguía la misma estructura de pasado, presente y futuro. «En el mundo antiguo, el presente era el cumplimiento de condiciones pasadas, influido por la creencia en el destino», señaló. Una idea de un futuro imprevisible, libre de las ataduras del destino, que se convirtió en un elemento crucial en la cosmovisión europea influyendo, no solo en la filosofía, sino también en el derecho y la cultura.

La libertad y la novedad en la Historia

A lo largo de su exposición, el doctor en filosofía se sumergió en la importancia de la libertad en la toma de decisiones y resaltó la diferencia fundamental entre la concepción clásica, donde los actos estaban determinados por condiciones previas, y la visión cristiana que introdujo la novedad y la libertad genuina en la historia humana.

«La idea de novedad en la concepción grecolatina es problemática», recalcó Marín, haciendo referencia a figuras literarias como Edipo, cuya historia se convirtió en un paradigma estructural en la cosmovisión griega y latina. El rector exploró cómo el intento de Edipo de eludir su destino, finalmente, lo cumplió, e ilustró la complejidad de la relación entre pasado, presente y futuro en estas culturas.

Marín argumentó que la ideologización del futuro, característica del progresismo, encuentra sus raíces en la incorporación previa de la idea de futuro de la escatología cristiana. Esta conexión, según el filósofo, es fundamental para comprender el progresismo como una evolución secularizada del concepto de progreso ilustrado. «El progresismo es la ideologización del futuro y habría sido imposible sin la previa incorporación de la idea de futuro contenida en la escatología cristiana», subrayó.

Reflexiones sobre el progresismo y la secularización

Al concluir la conferencia, Marín alentó a los presentes a reflexionar sobre el progresismo como una manifestación secularizada de la concepción del futuro y destacó que, a medida que el futuro se convierte en predecible, se produce un proceso de decaimiento desde una perspectiva de novedad y libertad hacia un futuro más predecible, en línea con la idea de progreso ilustrado formulada por Marx.

La conferencia concluyó con un análisis de la influencia de figuras como Darwin en la configuración de nuevas visiones del mundo y la introducción de conceptos como la evolución y la raza en el discurso político. Marín destacó cómo estos cambios contribuyeron a la formación de un nuevo sujeto político: el progresista, que, en palabras del rector, se convierte en «el hijo primogénito de la Revolución» y finalizó afirmando: “La idea de un futuro imprevisible, libre de las ataduras del destino, se convirtió en un elemento crucial en la cosmovisión europea, influyendo no solo en la filosofía, sino también en el derecho y la cultura”.