Informa Laura Fargueta / Imágenes: Zhanzhi Chen
Sean Baker es, sin duda alguna, uno de los grandes nombres del cine independiente norteamericano. El prometedor director de 52 años arrastra una estela de ocho películas escritas y dirigidas por él, y reafirma su trayectoria al erigirse como ganador del premio ‘Lluna de València’ en esta 38ª edición del festival de cine internacional Cinema Jove.
Como el propio Baker confirma, filma «lo que Hollywood no quiere ver». Este código configura su filmografía, que cuenta con películas como ‘Take out’, ‘Tangerine’ o, por supuesto, la galardonada ‘The Florida Project’ (2017), con Willem Dafoe como coprotagonista. Otro principio que lleva por bandera, como declaró durante un encuentro en la Filmoteca, es su preferencia por la «autenticidad».
Por ello, para la documentación de sus películas, que suelen estar protagonizadas por personajes marginales, lleva a cabo una exhaustiva investigación de los lugares que se encuentran en el centro de la acción y consulta a personas con estilos de vida similares. Este fue el caso de películas como ‘Tangerine’, que narra la historia de una prostituta transgénero y está rodada con IPhones, o de ‘Red Rocket’, que toma como protagonista a un fracasado exactor porno, en la que explota el concepto de los ‘suitcase pimps’. No obstante, la clave es utilizar estas situaciones tan concretas «para referirse a temas universales con los que cualquiera pueda identificarse», ha declarado.
Otro de los grandes éxitos de su filmografía es ‘Take out’ (2004) que, en el marco del Cinema Jove, se estrena por primera vez en España el próximo lunes 26 de junio, en la Filmoteca. Esta fue su segunda película y está rodada prácticamente en chino y codirigida con Shih-Ching Tsou. El metraje, que se centra en el tema de la inmigración china en la urbe neoyorkina, bebe del neorrealismo italiano y del movimiento Dogma 95 danés. Baker confiesa haber trabajado muy duro para llegar a la posición en la que se encuentra ahora. Aunque se considera afortunado por contar con cierta libertad creativa, debido al éxito de sus películas, afirma que «la clave es seguir trabajando hasta conseguirlo».
Sin embargo, muestra cierta preocupación ante el panorama audiovisual actual, debido a que se está dejando de lado los cines en favor de las plataformas televisivas. Concibe el cine como «una experiencia a la que hay que acudir con un grupo de gente y disfrutar de la película con palomitas». En la industria actual, explica, el cine independiente se ha convertido en cine de nicho. Triunfan los productos creados para televisión, mientras que las películas independientes dependen exclusivamente de su distribución por festivales.
A pesar de su preferencia por el cine independiente, que permite mucha más libertad a los creadores, revela que también disfruta de las películas de acción. «Cuando iba al instituto, mis películas favoritas eran ‘Robocop’, ‘La jungla de cristal’…», ríe. Ahora, Baker trabaja en su próxima película, de la que todavía no puede desvelar mucho, aunque adelanta que será su primer acercamiento a las clases sociales altas y que estará ambientada en una comunidad neoyorkina muy infrarepresentada.
