Pedro Baños: “Cuanta más digitalización, menos control sobre el hombre»

0
1238

Redacción: Jaime Roch / Imagen: CEU

Pedro Baños se define como geostratego pero, por encima de todo, es Coronel del Ejército de Tierra en Infantería y acaba de publicar su segundo libro: «El dominio mundial. Elementos del poder y claves geopolíticas». El geostratego de León ha ejercido el mando de Teniente y Capitán en distintas unidades en las guarniciones de Burgos, Bilbao, Almería y Toledo y también ha estado destinado en la Secretaría General del Estado Mayor del Ejército de Tierra en Madrid. Hasta 2012 estuvo destinado en la División de Asuntos Estratégicos y Seguridad, de la Secretaría General de Política de Defensa, como Jefe del Área de Análisis Geopolítico. Dada sus especialidades en estrategia, geopolítica, inteligencia, terrorismo, relaciones internacionales, defensa y seguridad, se ha lanzado a la aventura de escribir. Baños es sinónimo de seriedad pero también de inteligencia.

¿Qué es lo que más le ha sorprendido de su nuevo libro?

La cantidad de gente joven que tiene interés por leerlo. Ellos tienen un futuro complicado pero son conscientes y tratan de buscar una solución. Esa inquietud me ha alagado porque revierte la imagen proyectada de que los jóvenes no leen y no se preocupan por su futuro.

Y en el enclave de los elementos de poder y las claves geopolíticas, ¿qué es lo que destacaría?

Es un libro de denuncia, de alerta, de lo que está pasando y lo que nos puede pasar. A pesar de toda la tecnología que nos quieren imponer y toda la robotización que existe en la sociedad, debemos pensar que la espiritualidad es lo más importante. Es decir, hay que volver a los valores humanos de las personas y a los fundamentos de a la filosofía, las humanidades, en definitiva, que no las podemos abandonar bajo ningún
concepto. Cuanta más digitalización, existe menos control sobre el hombre.

El Coronel del Ejército de Tierra ha publicado su segundo trabajo en el que analiza la realidad geopolítica actual

El hombre nunca debe de perder el control del hombre ni de sus valores.

Claro, creo que no hay que perder nunca el respeto absoluto a la vida humana ni a ningún habitante del planeta, independiente de su religión, de su credo, de su ideología, de su raza o de su cultura. Respetándonos todos podemos alcanzar la verdadera paz universal.

¿Usted cree en la paz universal?

Los humanos seguimos a nuestras debilidades. En el libro escribo sobre los pecados capitales, esos que nos arrastran y nos condicionan pero creo que debemos buscar un mundo más armónico. Del mismo modo que hemos alcanzado la paz social en los países europeos a través de la justicia, tenemos que llevar esa paz social y esa justicia social a todo el mundo.

¿Qué es lo que más le ha asustado del libro?

Los países europeos nos espiamos de una manera excesiva porque somos competidores económicos. Llama la atención porque, entre países que son aliados y quieren hacer una Europa mucho más unida, vemos que la realidad dista mucho de esa utopía.

¿Ese espionaje económico es el principal elemento con el que se domina el mundo?

El mundo se domina con la economía y, dentro de ella, es fundamental un buen espionaje económico. Pero claro, si queremos quitarle al país vecino contratos y mercados, tendremos que tener buena información sobre lo que está haciendo. Por lo tanto, el espionaje económico es la calve para el dominio mundial porque es una guerra permanente y, además, de un modo despiadado. Cada país refleja claramente la hipocresía absoluta en la que se mueve el mundo. Una cosa es lo que nos tratan de hacer ver y otra lo que existe de verdad.

“Hay que volver a los valores humanos y los fundamentos de la filosofía y las humanidades”

Entonces, ¿por qué cree usted que la democracia está desacreditada?

La mayoría de dirigentes políticos europeos han abusado de la democracia y lo hemos visto en los casos de corrupción que han sucedido en los partidos políticos y en el enriqueciendo ilícito de los gobernantes. Los ciudadanos ya está buscando una alternativa a la democracia y eso es terrible porque la historia nos demuestra que los extremos han conducido a las mayores penalidades de la población.

En su opinión, ¿qué virtudes debería tener un buen gobernante?

Honestidad, transparencia y servicio. Honestidad, en el sentido de unos principios y unos valores morales claramente asentados, independiente de su ideología; Transparencia, en el sentido de que lo que se esté haciendo se transmita a los ciudadanos; y capacidad de servicio, voluntad y que no vayan a servirse a sí mismo ni a servir a su partido. Lo que se está consiguiendo en la actualidad es un gran descrédito de la democracia y eso nos está afectando a todos.

“A pesar de la tecnología y la robotización, la espiritualidad es lo más importante”

Pero, nuestras democracias, a pesar de todo, ¿siguen estables? ¿Tienen el futuro asegurado?

Particularmente, sigo dándole mucha importancia a los estados. Creo que el sistema westfaliano no ha desaparecido pero, al margen de los estados, en la actualidad hay grandes lobbies de poder tanto económicos como ideológicos que nos tratan sistemáticamente de condicionar. Hay muchas fuerzas que combaten entre ellas: por un lado están los estados y, por otro lado, los grupo de poder, en medio de ellos nos encontramos los ciudadanos, lo cual nos perjudica.

Ante este análisis, usted ¿qué soluciones aportaría?

Debemos exigir a los políticos ser conscientes de las auténticas necesidades de la ciudadanía que, en algunos casos, está muy desconectada de la realidad social. Muchas veces vemos que los políticos se desangran en las luchas intestinas de su propio partido y que no dejan gobernar al que ha llegado al poder de una manera legítima al amparo de la constitución y de una elecciones generales y, poco a poco, estamos destruyendo los países.