Las bicicletas clásicas toman Valencia con motivo de la cuarta edición de la ‘Clàssic Ride’

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María Nieves Peidro-Daniela Quiñonero-Paula Guerri / 4º Periodismo

La cuarta edición de la Clàssic Ride València ha reunido en el centro de la ciudad a más de doscientas personas. Los participantes han realizado un paseo en bicicletas de estilo clásico o antiguo vistiendo ropa propia de los años 20,30 y 40, hasta de los 60 y 70. Con este evento se pretende “revindicar el uso de las bicicletas como medio de transporte en las ciudades” debido a la necesidad del cambio de movilidad, según han explicado las organizadoras.

Mayores y pequeños, todos vestidos con sus mejores galas del siglo pasado, saludan a viejos amigos amantes de lo retro. Paco cuenta con orgullo que su bicicleta es un pedacito de la historia de Valencia: “Es la que utilizaban antiguamente los agricultores para ir a recoger la fruta a la huerta valenciana”.

Turistas y naturales de valencia no pueden evitar mirar tan pintoresca estampa de personajes que parecen sacados de las telenovelas de las tardes. Más de uno se detiene a hacerse alguna fotografía con los participantes. Los organizadores, entre inscripciones y revisiones, no pueden contener las sonrisas. Cada bicicleta tiene una historia detrás. Mar mira a su bicicleta del siglo XX y a su pareja. “Siempre había querido una bici clásica. Es un regalo que me hizo mi chico por mi graduación”, cuenta con una sonrisa.

Las bicis clásicas toman las calles del centro de Valencia .La primera y única parada está prevista en el mercado de Colón. Los primeros en llegar son los horchateros del mercado. Coincidiendo con el centenario del mercado, la Casa de l’Orxata ha salido también a participar a la Clàssic Ride. Una bicicleta que transporta un carro cargado de horchata está aparcada en la entrada del mercado.

Los ciclistas llegan al mercado y pronto se forma una larga cola de personajes antiguos alrededor del carrito. Entre sorbos de horchata y risas, comentan cómo está yendo el paseo. Martín, un poco más apartado, repara la rueda pinchada de la bicicleta de su hijo. Pero ni siquiera un pinchazo evita que partan hacia el barrio de Campanar junto al resto de compañeros.

Al ritmo de swing

Y llega el final, la última parada del recorrido que está situada en el Carrer de Dragamines. Un grupo de bailarines de swing llenan la plaza practicando ese baile de principios de siglo XX que tanto les gusta.

El ambiente del lugar está completamente situado en el siglo XX y todas las personas que se han acercado visten ropas propias de esas épocas mientras esperan la llegada de las bicicletas que entran en orden y permiten ser identificadas una a una. Bicicletas de 1910, bicicletas de la marca Harley e incluso tándems antiguos aparecen, algunos de ellos restaurados y otros simplemente bien conservados.

A  las once de la mañana daba comienzo el paseo desde la Porta de Serrans hasta el Carrer de Dragamines, donde ha tenido lugar la entrega de premios. Un picnic y un baile amenizado por’Spirit Valencia Lindy Hop’ ponían el punto final.

En la organización y promoción del evento han participado más de quince colectivos,entre ellos entidades como el colectivo València en Bici y Acció Ecologista Agró, promotores de este evento; Bici escuela València, talleres como Bicípolis, Restore-it o La Draissiana, y movimientos como Masa Crítica o la Criticona en Valencia, que han ayudado a conseguir un afianzamiento de la Clàssic Ride.