Luis Albors, presidente Juniors MD: “La clave para detectar en la sociedad a un junior es que sea rostro de Cristo”

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Información: Lucía Valderrama – ASF / Imágenes: CEU

Juniors Moviment Diocesà está de celebración. Cuarenta años no se cumplen siempre y los juniors de la diócesis de Valencia lo celebran este sábado en el estadio de fútbol Ciutat de València, en Orriols, en una jornada donde se esperan 8.000 participantes. Un acto lúdico, festivo y celebrativo que tendrá su momento central por la tarde con el acto institucional y la eucaristía presidida por el arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent el cual estará acompañado por el cardenal arzobispo emérito de Madrid, monseñor Carlos Osoro y el obispo electo de Santander, monseñor Arturo Ros, entre otros miembros de la curia y de la diócesis. De todo ello, de la larga vida de los juniors en Valencia, y de cómo evangelizar entre jóvenes en estos tiempos que vivimos habló para El Rotativo. Luis Albors, presidente de Juniors M.D.

Luis, a las puertas del 40 aniversario de la creación de Juniors M.D. cuya celebración es este próximo sábado, ¿cómo estás viviendo estos últimos preparativos?

Con un entusiasmo enorme, con muchísima satisfacción y muy orgulloso por el trabajo que ha hecho todo el equipo de coordinación, los voluntarios, la ejecutiva y los diferentes equipos diocesanos. Espero que esta celebración suponga un impulso para que muchas parroquias conozcan la grandeza de la Iglesia y de muchos jóvenes que compartimos una misma manera de hacer las cosas y que sirva para relanzar, muchos años más, la acción de los Juniors. Que todo el mundo sepa que llevamos 40 años haciendo las cosas de una manera, a la vez que creamos sinergias con muchas entidades afines como el CEU UCH que también se han prestado a colaborar y nos ha abierto las puertas.

¿Dónde reside el secreto de la longevidad de Juniors?

La clave reside en que Juniors M.D. es evangelio vivo, es Iglesia. La clave es que el Espíritu Santo esté sobre nosotros, él es el que hace que todo esto sea posible.

¿Qué implica ser el movimiento juvenil más importante en la provincia de Valencia?

Toda una responsabilidad porque dentro de las 14.000 personas que forman parte de Juniors M.D. imagina la de situaciones que puede haber. Para nosotros supone un orgullo ver que, si tanta gente se suma, será porque algo bueno se estará haciendo. Hay muchísimas generaciones que han conocido el mensaje de Jesús gracias a los juniors porque nuestra misión es que la gente que pase por juniors tenga una experiencia de fe y sean amados en la Iglesia. Juniors es la Iglesia.

¿Cómo es educar a los jóvenes en la fe?

El modo de educar es diferente a lo que ocurría al inicio del movimiento hace cuarenta años y es que el nivel de catequización formal-previa que se daba en el núcleo familiar ahora no se da con tanta asiduidad. Uno encontraba en los niños y jóvenes una base cristiana que venía de casa o de la participación en la parroquia o incluso en una escuela católica, pero, hoy por hoy, nos encontramos muchas carencias en ese sentido, porque hay jóvenes o niños que se acercan sin haber recibido la comunión o que no conocen ni el padrenuestro. Ahí tenemos un reto y una labor impresionante porque educar en la fe a los más jóvenes a través de jóvenes voluntarios supone un reto digno de admiración.

¿Cómo puedes animar a un niño a que viva el mensaje del Evangelio y su fe si al mismo tiempo están en su época pre-adolescente y adolescente?

En esas edades, una de las claves es la búsqueda de referentes. Yo he sido educador de un grupo que lo he tenido desde niños hasta que han sido educadores y, en esas circunstancias que no escuchan a sus padres y vivían y viven situaciones concretas ven en el educador un referente. Para el educador esto supone una responsabilidad muy importante porque debemos acompañarlos en lo que nos manifiestan. La clave está ahí, en el vínculo que tú como educador generas con ellos.

Pero, aun así, desde los niños hasta los adolescentes y universitarios están sometidos a una infinidad de estímulos en forma de ofertas lúdicas, tecnológicas, consumistas lo que puede hacer que formar parte de un movimiento como este resulte complicado… ¿Cómo se logra que un joven del siglo XXI quiera estar en Juniors M.D.?

Nosotros vivimos de cerca estas circunstancias descritas, dado que la oferta de ocio en las grandes ciudades es muy amplia, especialmente los fines de semana. Lo hemos vivido en el tiempo de covid donde la actividad presencial se vio muy reducida y la gente apostó por otras ofertas de carácter online. Pero, es cierto que hay algo que subyace en Juniors que lo hace diferente a lo que se da en otras actividades, por eso siempre se dice que quien es juniors lo es para toda la vida. Una vez que lo descubres, si realmente interiorizas el estilo de vida esto va a hacer que te impliques a nivel parroquial, vocacional y laboral de otra manera. Ese es el valor más grande y diferencial del movimiento, porque, al final, acercamos el mensaje de Cristo de una forma muy cercana. Si juniors pierde eso, pierde su finalidad y no existiría.

“Nuestra misión es que la gente que pase por juniors tenga una experiencia de fe y sean amados en la Iglesia”

En los últimos años se habla de que los jóvenes están perdiendo la sensibilidad espiritual. A lo largo de estas cuatro décadas, ¿cómo se ha adaptado el movimiento Juniors al avance social y cómo se ha adaptado a esta menor presencia de la fe o de Dios entre los hombres?

Es verdad que en cuarenta años la sociedad ha cambiado. Juniors M.D. siempre intenta realizar, desde el punto de vista de la Verdad y la Misericordia, actividades que son lo más atractivas posibles y presentar a Jesucristo de una manera cercana. Eso es lo que hace que la gente se implique. La participación en las parroquias, en los años 80, era mucho mayor, aunque ahora somos cerca de 14.000 personas, y seguimos estando muy presentes en las parroquias donde hay pastoral de juniors. También estamos sufriendo la curva demográfica que, de alguna forma, nos afecta por el nacimiento de menos niños.

Hay motivo para la esperanza, ¿no?

Yo creo que existen motivos para la esperanza, quiero pensarlo. El principal público voluntario son los universitarios, y, aunque es verdad que no existe ese componente social que existía antes, donde la iglesia albergaba la vida social de las comunidades y, en torno a ella, se celebraban los sacramentos como algo normal. Hoy todo eso no está y casi te señalan cuando decides confirmarte o bautizarte ya de adulto, pero creo que es una oportunidad para purificar y que quien decide ser cristiano lo hace con conciencia y en completa libertad, no forzado. Decía san Juan Pablo II que, aunque volviéramos a ser doce, lo importante es que la Iglesia no pierda lo que es y el mensaje que tiene que dar.

¿Cómo se evangeliza a través de los juegos y dinámicas con los jóvenes?

El método juniors tiene cuatro momentos: una experiencia, es decir, algo que experimente el niño o joven partiendo de la vida en la que interaccionamos con otras personas; después viene la reflexión de lo experimentado a la luz del evangelio con el objetivo de entenderlo; la reflexión vuelve a la sociedad en forma de compromiso, por ejemplo, si se ha experimentado una situación de conflicto, que vuelva en forma de perdón;  y por último la celebración, según cada parroquia, en la que celebramos el paso de Jesucristo a través de nuestra vida y cómo la ha transformado. Todo forma parte de un proyecto educativo con contenidos fundamentados y objetivos fijos que se actualizan a los tiempos que corren para poder cumplir con ellos.

Al hilo de lo que comentas y tras pasar por Juniors M.D., ¿cómo se detecta quien es o ha sido junior en todo ese magma social si no lleva la pañoleta? ¿Cómo hacen presente el Evangelio y a Cristo en el mundo actual?

En Juniors el referente es fundamental y se tiene en los antiguos educadores. A la hora de detectarlo son claves la sinceridad, la lealtad y la verdad de un cristiano y esto se encuentra en la manera en que vive su vocación, en cómo se implica porque conoce y se cree el mensaje de Jesús llevándolo hasta sus máximas consecuencias en su vida. Si la manera en que lo vive es atractiva para otra persona y se detecta que no vive en falsedad y que es auténtico estaremos ante un junior. Somos muchos y hay diferentes sensibilidades, pero la clave para detectar en la sociedad a un junior es que sea rostro de Cristo.

¿Juniors M.D. tiene aún mucho que aportar a la sociedad actual?

Desde el punto de vista interno debemos aprovechar la ola, ya que hay unos 200 voluntarios que tienen contacto diocesano y pueden ayudar en la coordinación o en una delegación territorial. Y, desde el punto de vista de la sociedad, el nombre de “movimiento” me gusta porque habla de movimiento físico que se renueva constantemente tanto en participantes como en los que estamos al frente. No es cuestión de hacer nada diferente, sino de hacer más accesible el mensaje de Jesús a los tiempos de hoy porque la evangelización es así.

Una última pregunta, si tienes ante ti alguien que no conoce Juniors M.D., ¿cómo lo convencerías para que formase parte de él?

En mi caso Juniors M.D. ha conformado mi ser, mi manera de interactuar y de entregarme a los demás y, sobre todo, he conocido y experimentado un amor que no he conocido en ningún otro lado, no sólo el de mi mujer, sino el de Jesucristo. Ese amor no lo vas a conocer en otro lado, sino es en Juniors. 

¡Feliz cumpleaños!

¡Gracias!