Reyes Calderón: “Me interesa la condición humana, por qué una persona es capaz de lo mejor y de lo peor”

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Informa: Sara Bonillo / Imágenes: Carlos Ruiz B. K.

La gran dama del crimen en España ha vuelto. Escritora, economista y profesora universitaria Reyes Calderón regresa a las librerías con un nuevo trabajo ‘El juego de los crímenes perfectos’. Una extraordinaria novela que combina la trama policiaca con la mejor intriga psicológica. EL ROTATIVO conversa con Calderón sobre esta nueva aventura literaria, así como su pasión por la escritura.  

Reyes, ¿cómo surgió la idea de este nuevo libro?

Este libro surgió de dos cosas. La primera fue una ordenanza del Ministerio de Sanidad donde se prohibía hacer cualquier tipo de autopsia o cualquier tipo de tratamiento con cadáveres durante la pandemia porque obviamente se dispersan los virus. Esta situación me llevó a pensar: “A ver, si hoy te mueres probablemente todo el mundo piensa que es por Covid, y como además no pueden hacer una autopsia, pues es el momento perfecto para matar a alguien y pasar desapercibido”. Es decir, “es el momento perfecto para un crimen perfecto”. Fue ahí cuando mi mente criminal se puso en funcionamiento rápidamente. Luego hubo una segunda imagen que vimos todos en televisión y en los medios, y es la del palacio de hielo de Madrid convertido en una morgue, donde en su enorme superficie no se veía el hielo porque estaba totalmente cubierto de ataúdes. A mí, me pareció tan impactante la imagen que enseguida imaginé la salida de la pandemia como volver a ver ese hielo, ese blanco, esa superficie blanca donde hemos patinado. Por eso la novela comienza así, cuando solo queda un ataúd en el Palacio de hielo que nadie ha reclamado o alguien ha abandonado y hay que resolver ese asunto antes de poder volver a la normalidad.

La historia de ‘El juego de los crímenes perfectos’ se enmarca en los peores momentos de la pandemia en Madrid, cuando la ciudad estaba colapsada por los estragos del covid-19. Con esta novela: ¿Ha querido homenajear y agradecer a los sanitarios su trabajo y su sufrimiento durante este tiempo? 

Si, y de hecho lo pongo en los agradecimientos. Creo que es la primera vez en la historia en la que un país, por unanimidad, sale durante días y días a aplaudir a las 20h a sus sanitarios. Eso no sé si volverá a ocurrir en la historia, pero nunca había ocurrido antes. En España no solo tenemos unos enormes sanitarios, por los medios que tienen, que a veces y en esta pandemia nos hemos dado cuenta, no eran suficientes, si no por su enorme humanidad. Hemos sido tratados con inmenso cariño y con riesgo de sus propias vidas porque ellos ni siquiera sabían qué iba a pasar, han pasado mucho miedo ellos mismos, pero han superado ese miedo para ayudarnos a los demás, y eso es de agradecer.

¿Cómo vivió usted la situación?

Ha sido muy extraño para todos, pero es verdad que ha sacado lo mejor de nosotros mismos y también lo peor. En guerras, en pandemias siempre hay mercado negro, gente que se aprovecha de los demás, pero hemos sido mucho más solidarios, hemos recuperado valores que antes teníamos y habíamos olvidado, yo creo que hemos vivido de forma distinta.

¿Qué va a encontrar el lector en ‘El juego de los crímenes perfectos’?

Va a encontrar intriga, suspense y una emoción psicológica porque se sigue a un asesino en serie y hay que intentar entender qué es lo que está haciendo. Pero, sobre todo, espero que encuentre mucho sueño, que se quede hasta muy tarde porque le haya enganchado la novela. Dicen que es muy adictiva, yo también lo creo. Es una novela muy rápida y, por ahora, está gustando mucho. Es muy amable, dentro de que es una novela negra, es muy de detalles y muy blanca, como su portada.

“Hemos sido mucho más solidarios, hemos recuperado valores que antes teníamos y habíamos olvidado, yo creo que hemos vivido de forma distinta”

¿Qué tiene este relato que lo diferencie del resto de sus novelas?

El hecho de tener un escenario hospitalario cambia mucho porque es un ecosistema muy especial que va a meter al lector en ese mundo.

En esta novela ha dejado atrás a Lola Machor, la protagonista de la mayoría de sus novelas, ¿por qué esa decisión?  

Estaba de vacaciones, estaba tan cansada después de la pandemia que se ha cogido unas vacaciones, pero yo creo que volverá, y o hará con mucho ímpetu, seguro. Pero, de momento, tenemos a la Doctora Padierna, cansada, pero aquí está.

Hablando de la Doctora Padierna: ¿Se inspiró en algún profesional para el papel de su protagonista?

Tengo dos hijos médicos, un marido médico y mi abuelo, además, era médico. Así que ese mundo me resulta muy familiar y conozco muchos médicos jóvenes, una de ellas, mi hija. Por eso la historia de la Doctora Padierna tiene un poco de cada uno de los médicos y, sobre todo, en estos momentos de pandemia.

¿Por qué escogió el género de intriga y la novela negra?

Porque a mí lo que me interesa es la condición humana. Yo no soy muy sangrienta, soy bastante meticulosa con ser verosímil. Es decir, si pego a alguien un tiro por la espalda, tiene que sangrar por donde tiene que sangrar, no puede sangrar por la oreja porque no le corresponde. Pero a mí no me interesa la sangre, me interesa la condición humana, por qué una persona es capaz de lo mejor y de lo peor. De tirarse a un río a salvar a alguien que no conocemos de nada y después llegar a casa y maltratar a tu mujer o a tus hijos o a tu marido, la misma persona. A mi eso me llama mucho la atención, por qué alguien arranca la vida a otro, mi mente no lo comprende y necesitaría saber las razones, por eso estoy metida en este género.

¿Le es difícil ponerse en la mente del asesino?

Fácil no me resulta, y tampoco me resulta agradable porque leo mucha psiquiatría, muchos casos de asesinos en serie para analizar sus rasgos, pero cuando modelo el alma de mi asesino, que no es el que está en los libros, es el mío y tengo que escribir, utilizar sus manos, su voz, y para mi es un shock. De hecho, hay veces que duermo con un cuchillo en la mesilla, que sé que es absurdo, pero me siento más segura si hago esto.

¿Qué cree que es lo más difícil a la hora crear la historia?

Lo más complicado creo que es encontrar una trama en la que estén, muy bien, unidos los personajes para que sea muy coral, con muchos detalles, y que a la vez fluya muy bien pensando en el lector y no pensando en el que escribe.

¿Escribe para sí misma o únicamente para los lectores?

Mientras escribo, durante el proceso, el proceso es mío, y eso es para mí, pero el resultado es para los lectores. Proceso y resultado se retroalimentan, pero el proceso es mío, me tengo que divertir mucho escribiendo porque si no el libro no queda bien.

¿Qué es lo que le aporta el hecho de escribir?

Me cuenta muchas cosas sobre mí misma que de otra manera no me atrevo a ver. Yo creo que me hace más sensible a las necesidades de los demás. Me hace muy feliz, me hace reírme de mí misma y he aprendido a hacer lo que dicen que hacen las viudas que es escuchar a todo el mundo y luego hacer lo que les da la gana. Ahora hago lo que me da la gana intentando, por supuesto, no solo no hacer el mal a nadie si no hacer el bien a todo el mundo, pero sin esperar que nadie me de autorización para hacer lo que quiero.

“Me encantaría escribir poesía, pero es un género muy difícil y no sé si sería capaz”

¿Cómo es su proceso creativo?

Normalmente hay una idea, una imagen que me agarra la mente y empiezo a darle vueltas hasta que de repente después de coser mucho, aparece no lo que quiero contar, que eso lo se casi siempre si no cómo contarlo, con qué relato y cuando eso ya está, pinto el relato, los personajes. Empiezo a leer documentación sobre las cosas que no conozco de lo que quiero escribir y cuando ya está ese esquema, esa especie de árbol con decisión completamente pintado, empiezo a escribir cada una de las escenas con cada uno de los personajes. Tengo esa forma de forma de trabajar, no me pongo ante un papel en blanco y empiezo a escribir, si no que antes de eso hago otras muchas cosas.

Hace novela negra, pero: ¿Se adentraría en otro tipo de literatura?

Empecé en la literatura haciendo novela histórica, pero en todas mis novelas históricas también había espías, muertes o asesinos. Se ve que lo mío es lo mío y siempre vuelvo a mi feudo. De tener la oportunidad, me encantaría escribir poesía, pero es un género muy difícil y no sé si sería capaz.