El alumnado de Magisterio aprende a crear instrumentos musicales reutilizando residuos y objetos cotidianos
Con unas latas de atún se pueden crear unas maracas. La caja de puros vacía y el marco roto de una puerta sirven para fabricar una guitarra. De una botella de plástico de agua y unos tubulares de bicicleta surge una canción. Música, Creatividad y Ecología. O lo que es lo mismo, crear música desde el reciclaje. Esto es lo que han conocido los alumnos de Magisterio del CEU de Elche, en un taller especializado de Ferran Pedrón Santacruz, fundador y coordinador del Proyecto «Resonante». Además, este Educador Ambiental, Músico y Técnico de Sonido también les ilustró sobre cómo utilizarlas para desarrollar la expresión artística y la conciencia ecológica en el aula.
Y es que la gestión racional de los residuos no solo es una cuestión de conciencia social con el planeta y los ODS de Naciones Unidas. También trasciende a las aulas de Infantil y de Primaria. “Con la reutilización y el reciclaje se pueden crear materiales didácticos para trabajar en el aula”, advierte Teresa Hernández, profesora de Música en el grado de Magisterio. “Se pueden construir instrumentos musicales sencillos a partir de residuos y objetos cotidianos y montar y gestionar un estudio de grabación sencillo”.
Así han aprendido los futuros maestros. Pero no sólo. La sesión formativa también les ha permitido conocer diferentes dinámicas y juegos musicales para trabajar áreas específicas del alumnado y del grupo. Han conocido cómo favorecer el pensamiento divergente creativo, con respecto a los usos predeterminados de los objetos y sus propiedades. “Y a desarrollar sus capacidades artísticas en la música y acceder al mundo de la experimentación con los sonidos y los objetos”, apunta Teresa.
La música, herramienta transversal para el aprendizaje colectivo
Tanto ella como su compañera Gemma Quirant tenían claro el objetivo de esta formación especializada. “Pretendíamos que los alumnos desarrollaran ese lado artístico que hoy día está más tapado por otras ramas más tecnológicas. La idea es ofrecer herramientas para que las puedan aplicar con sus futuros estudiantes y desarrollar la creatividad en el aula a través de la práctica instrumental en grupo. Sobre todo, inculcar unos valores de respeto hacia el medio ambiente y hacia un mundo más sostenible”.
La formación de los futuros docentes, según Teresa, pasa porprofundizar en la relación Música y Emociones. Y es que la música, como herramienta transversal para el aprendizaje colectivo da la oportunidad de relacionar e integrar contenidos, asignaturas, disciplinas entre sí. “Tal y como ocurre en «la vida real»”. Por ello, coincide con el planteamiento de Ferran Pedrón en la necesidad de poner en valor el desarrollo de expresiones artísticas en el aula para trabajar el desarrollo integral del niño. “Y ofrecer herramientas para poner en práctica la creatividad como recurso en el aula”.
En este sentido, Teresa recuerda la conveniencia de desarrollar en los futuros maestros el pensamiento crítico, la actitud lúdica, el pensamiento divergente y el cuidado emocional. “Algo que luego trasladarán a sus futuros alumnos”. Por esa razón, este taller ha servido “para reflexionar en torno a una metodología flexible y adaptada a las necesidades del contexto, donde se produce una dicotomía entre Sensibilidad y Autoridad”.