Juan Manuel Núñez, profesor de Odontología, advierte del aumento de la erosión dental entre jóvenes y deportistas



La erosión dental, un fenómeno caracterizado por la pérdida progresiva del esmalte dental debido al contacto frecuente con ácidos, es una problemática en aumento en España. Según recientes estudios, entre el 20% y el 30% de la población española presenta algún grado de erosión dental, con especial incidencia entre los más jóvenes, alcanzando en algunos casos hasta un preocupante 70%. Para el profesor Juan Manuel Núñez Martí, experto en Odontología de la Universidad CEU Cardenal Herrera en Elche, «la erosión dental no está relacionada con bacterias, a diferencia de las caries, sino con la exposición frecuente a sustancias ácidas».
En este contexto, la Universidad CEU Cardenal Herrera es consciente de la importancia de la formación académica de los futuros profesionales de Odontología. Así lo destaca Núñez Martí: «Somos de las pocas universidades que tenemos en el Grado la novedosa materia de OMI (Odontología Mínimamente Invasiva), donde ayudamos a nuestros estudiantes a diagnosticar y tratar estas lesiones desde el punto de vista de la mínima intervención, evitando así posibles molestias postoperatorias».
¿Qué causa la erosión dental?
Entre los factores más habituales que la desencadenan están el consumo excesivo de bebidas deportivas, refrescos carbonatados, zumos cítricos, así como el reflujo gastroesofágico y el bruxismo (rechinar involuntario de los dientes).
“Un dato especialmente relevante es la acidez de algunas bebidas muy populares entre jóvenes y deportistas. Los refrescos denominados de Cola, por ejemplo, puede reducir el pH bucal hasta 2,56, mientras que bebidas consideradas más saludables, como zumos de frutas envasados (2,68) o yogures líquidos (4,27), también contribuyen al deterioro del esmalte dental”, apunta Núñez.
Además de las bebidas mencionadas, los alimentos ácidos también desempeñan un papel crucial en la erosión dental. “Frutas cítricas como naranjas, limones, kiwis y piñas, aunque beneficiosas en términos nutricionales, pueden acelerar el desgaste del esmalte cuando su consumo es excesivo o frecuente”, asegura Núñez. Asimismo, según este experto “factores intrínsecos como enfermedades gástricas o trastornos alimenticios (como la bulimia) representan un riesgo significativo, ya que estos provocan que el ácido gástrico entre en contacto repetidamente con los dientes, acelerando el proceso de erosión”.
Consecuencias de no prevenir a tiempo
Las consecuencias de la erosión dental no tratada pueden afectar gravemente la calidad de vida de los pacientes. El profesor Núñez Martí señala que «el desgaste del esmalte dental lleva a una mayor sensibilidad ante alimentos y bebidas frías, calientes o dulces, lo que provoca incomodidad e incluso dolor».
Además, la erosión dental puede derivar en una mayor susceptibilidad a sufrir caries, desgaste excesivo de las piezas dentales, problemas estéticos, dificultades para masticar correctamente e incluso infecciones orales en casos avanzados.
En casos más avanzados, la erosión dental puede ocasionar la pérdida de piezas dentales, lo que conlleva problemas funcionales, psicológicos y sociales para los afectados. Por ejemplo, dificultades para hablar, pérdida de autoestima y problemas nutricionales debido a la incapacidad de masticar adecuadamente.
Recomendaciones para proteger la salud bucodental
El experto de la CEU UCH subraya que existen hábitos sencillos que pueden minimizar significativamente los efectos de la erosión dental:
- Evitar cepillarse los dientes inmediatamente después de consumir alimentos o bebidas ácidas, esperando al menos 30 minutos para permitir que el esmalte se recupere.
- Consumir alimentos como queso, leche o yogur después de la ingesta de ácidos, ya que estos productos ayudan a neutralizar rápidamente el pH bucal.
- Utilizar pajitas al consumir bebidas isotónicas o ácidas, reduciendo así el contacto directo con los dientes.
- Mantener una higiene bucal adecuada y realizar revisiones dentales periódicas para detectar y tratar posibles signos iniciales de erosión.
- Beber agua regularmente, especialmente tras consumir alimentos o bebidas ácidas, para ayudar a eliminar residuos ácidos de la boca.