Los equipos del Colegio Don Bosco II y San José Artesano, premios a la Mejor Defensa y Mejor Acusación por su creatividad, originalidad y alto rigor jurídico

La Universidad CEU Cardenal Herrera clausuró la VII edición de su Olimpiada Jurídica, reuniendo en su sede de Elche a estudiantes de bachillerato procedentes de diversos centros educativos de la provincia. En esta competición, centrada en fomentar el interés por el Derecho mediante la simulación de casos reales, el jurado especializado otorgó el premio absoluto al Colegio Sagrada Familia por su exposición brillante y equilibrada, destacando su integración de elementos jurídicos, científicos y psicológicos. Además, el Colegio Don Bosco II obtuvo el reconocimiento a la Mejor Defensa por su originalidad y creatividad en la presentación de las pruebas, mientras que el Colegio San José Artesano recibió el galardón a la Mejor Acusación, destacando por su rigor jurídico y excelente capacidad oratoria.
“La VII Olimpiada Jurídica organizada por la CEU UCH es una iniciativa educativa consolidada que tiene como objetivo principal despertar el interés y la vocación jurídica entre los jóvenes estudiantes”, asegura Marián Estrada, responsable del Servicio de Orientación Universitaria y coordinadora del evento. Durante varios meses, los participantes recibieron formación especializada para preparar un caso jurídico desde perspectivas de defensa y acusación, desarrollando competencias clave como la argumentación, la oratoria, el análisis crítico y el trabajo en equipo.
Reconocimiento al talento jurídico juvenil
El jurado, formado por los profesores del grado de Derecho y del MUA, Lola Cano, Antonio López, Rosa García y Mariola Quesada, destacó el alto nivel demostrado por todos los equipos participantes. La decisión final subrayó la excelencia del Colegio Sagrada Familia, resaltando especialmente “la calidad equilibrada de su presentación y la capacidad para desmontar de manera eficaz y científica cada argumento de la acusación. El equipo logró una presentación completa, integrando diferentes disciplinas y ofreciendo una visión objetiva del caso planteado”.
El Colegio Don Bosco II brilló en su defensa gracias a una presentación original y atractiva, utilizando la metáfora de una «torre» para articular su estrategia. Además, destacó por la creativa exposición de pruebas específicas, como un detallado árbol genealógico y la explicación de un síndrome médico, lo que convenció al jurado de su meticuloso trabajo y capacidad para captar la atención del tribunal y el auditorio.
Por otro lado, el Colegio San José Artesano consiguió impresionar al jurado con una acusación sólida, ordenada y brillante desde el punto de vista jurídico. El jurado destacó su excelente manejo del lenguaje jurídico, la calidad de su exposición oratoria y su capacidad para mantener una interacción constante con el tribunal. El equipo presentó pruebas con rigor científico, estadístico y una narrativa convincente, centrando especialmente su atención en la credibilidad de la víctima, respaldada por referencias estadísticas proporcionadas por organismos como la Organización Mundial de la Salud.
Un compromiso con la educación jurídica práctica
La profesora Lola Cano destacó la importancia formativa del evento: «A través de esta actividad, buscamos que los estudiantes experimenten de primera mano el ejercicio profesional del Derecho, enfrentándose a situaciones complejas y desarrollando habilidades argumentativas y oratorias que serán clave para su futuro académico y profesional».
Por su parte, Marian Estrada enfatizó el valor educativo integral de esta competición: «La Olimpiada permite a los estudiantes no solo conocer el Derecho en teoría, sino vivir directamente la dinámica real de la profesión, fortaleciendo así su capacidad crítica y fomentando valores como el esfuerzo, la cooperación y la excelencia».


