Más allá de los beneficios que aporta a la salud y el bienestar, la práctica deportiva supone un importante revulsivo económico que viene acompañado por una demanda creciente de profesionales cualificados, tal y como explica en este artículo Valentín Gallart, profesor del Departamento de Economía y Empresa de la Universidad CEU Cardenal Herrera

Comentábamos hace unos meses en estas mismas páginas las repercusiones a escala económica que tiene la realización de actividades deportivas. Más allá de los beneficios que la práctica habitual del deporte aporta, tanto a los individuos como a la sociedad en general, hay un aspecto económico muy destacable cuando hablamos de este sector.

Uno de los aspectos a tener en cuenta para ver la trascendencia económica que el deporte puede suponer es el gasto que los españoles hacemos en relación con estas actividades. Así, la Encuesta de Presupuestos Familiares elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) señala que este tipo de gasto (o inversión, si consideramos los beneficios que el deporte aporta a la salud y al bienestar) presenta una tendencia al alza en los últimos años.

‘No es de extrañar el creciente número de alumnos en enseñanzas universitarias vinculadas al ámbito deportivo, dadas las buenas perspectivas que presenta para el empleo juvenil’

En 2023, el gasto total que los hogares españoles realizaron en la compra y adquisición de bienes y servicios deportivos fue de 6.326 millones de euros. Esta cifra supuso un incremento del 3,1% con respecto a 2022. El gasto medio que realizó en 2023 cada persona en España en estas actividades fue de 131,8 euros, destacando los servicios recreativos y deportivos, que supusieron un 76,9% de esta cifra.

Lógicamente, este consumo de bienes y servicios deportivos viene acompañado del desarrollo de un sector empresarial asociado al mismo que engloba no solo grandes clubes deportivos, sino otros actores, como gimnasios, entrenadores e instructores deportivos, fabricación de artículos de deporte, etc. De hecho, según los datos del Directorio Central de Empresas, a principios de 2024 había un total de 43.829 empresas cuya actividad económica principal era deportiva. De todas ellas, más del 80% se dedican a gestión de instalaciones deportivas, actividades de clubes o relacionadas con gimnasios.

Imagen de Adrià Crehuet Cano en Unsplash

Demanda de empleo

Como cabría esperar, el desarrollo y crecimiento de empresas dentro del sector, viene acompañado por una demanda creciente de empleo. Según la Encuesta de Población Activa (EPA) en 2024 el número de trabajadores vinculado al deporte ya ha superado los 250.000 ocupados en actividades deportivas. Esto supone un aumento del 3,4% respecto a 2023. El porcentaje de hombres (59,8%) que trabajan en el sector es sensiblemente superior al de mujeres (40,2%), si bien se aprecia una reducción en esta brecha en los últimos años.

El empleo vinculado al deporte se caracteriza por una formación académica superior a la media. Así, en 2024 el porcentaje de empleados en este sector con educación superior se sitúa ya en el 51,4 %. Estamos hablando, por tanto, de más de 131.000 trabajadores, existiendo una mayor demanda de profesionales con titulación superior que en el conjunto del empleo total en España. Además, el 25,2% de los trabajadores vinculados al deporte está en una edad comprendida entre los 25 y los 34 años, lo que se correspondería con un perfil de recién titulados en estudios superiores. Cabe destacar que esta cifra de empleo juvenil está por encima de la media del mercado laboral que se estanca en el 19%.

No es de extrañar, por tanto, que el número de alumnos matriculados en enseñanzas universitarias vinculadas al ámbito deportivo (entre las que se cuenta el Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad CEU Cardenal Herrera) ascendiese a casi 27.000 estudiantes durante el curso académico 2023-2024, dadas las buenas perspectivas que en el sector deportivo se presentan para el empleo juvenil.

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