Alumnas de Magisterio del CEU de Elche crean un manual interactivo que utiliza el juego para enseñar las reglas ortográficas

Aprender a escribir correctamente es una de las competencias que los alumnos deben adquirir a lo largo de su escolarización. El aprendizaje memorístico ha sido relegado a un segundo plano. Y se exige a los alumnos que sean competentes en las cuatro destrezas básicas: leer, escribir, hablar y escuchar. Y cuando esta enseñanza se traslada a las aulas es cuando más se aprecia el papel de los docentes con recursos educativos digitales e innovadores. Por ello, alumnas del grado de Educación Primaria del CEU en Elche han elaborado un manual para enseñar ortografía de forma interactiva. La clave, que la formación sea divertida.

De esta forma piensa Silvia Berenguer, para quien hoy en día se necesita una mayor innovación metodológica, que va más allá de introducir tablets y pizarras digitales en clase. “Lo que hemos tratado de realizar es transformar algo «aburrido» como puede ser aprender las normas de acentuación en juegos interactivos.  De manera que puedan aprender a identificar, por ejemplo, las sílabas tónicas a través del «juego del comecocos». Y es que, para esta futura maestra, debido a la gran cantidad de videojuegos y contenido multimedia que consumen diariamente, los alumnos necesitan que los docentes se adapten a esta manera de entretenimiento.

Como advierten Gloria García y Mónica Belda, quienes ya impulsaron en proyecto similar para que escolares de 3 a 5 años aprendieran los fonemas, estos manuales se caracterizan por su simplicidad. “Cada regla está explicada de manera simple, adaptada al lenguaje de cada curso, sin retoricismos. Los alumnos van jugando con estas reglas y tienen la posibilidad de realizar las actividades diversas veces. Es más, el componente de juego está presente, lo que le da el atractivo de una especie de videojuego”.

Aprender la ortografía jugando

En realidad, se trata de aprender de forma lúdica, aseguran Asunción Navarro y Suyapa Rodríguez. Además, a diferencia de los manuales clásicos, “el objetivo es que los propios niños sean protagonistas de su propio aprendizaje. De este modo el aprendizaje es significativo”. Y ellas ya lo han podido experimentar en un aula del colegio Puig Jover en Crevillente, donde lo aplicaros con alumnado de 1º y 2º de Primaria. Además, este les ha servido para “conocer cuáles son nuestras habilidades docentes y cómo las utilizamos”. 

Precisamente, para Carla Ruiz, Marta Soto y Ángela Jordá esta iniciativa las ha acercado a la realidad educativa. Sobre todo, porque a la hora de elaborar el manual han tenido en cuenta que estuviese adaptado a los criterios del currículum. “Nuestro manual está destinado para niños de 2° de primaria. Por ello, nos hemos adaptado a los criterios adecuados a ese nivel para que los niños puedan realizar el manual sin dificultad”.

Y en estas edades, apuntan Enrique Martínez y María Godoy, un manual de ortografía interactiva permite trabajar temas que suelen ser más pesados de una forma más práctica y llamativa. “A un alumno de segundo de primaria le puede ayudar a interiorizar y asimilar los conocimientos ortográficos de forma más rápida y eficaz. Asimismo, el hecho de poder usar el manual en dispositivos electrónicos despierta en ellos curiosidad y gusto por la novedad, fomentado por tanto el deseo de aprender”.

TICs, educación e inclusión, una combinación necesaria

No cabe duda de que el uso de las nuevas tecnologías en el ámbito educativo es una realidad, cada vez más asentada. Por esto mismo, apuntan Alicia Irles y Lucía Marchena, “incorporar herramientas tecnológicas en la Educación aporta beneficios que promueven el conocimiento y la interacción. Además de la eficiencia y la productividad por parte del alumnado”. Esto es, docentes con recursos educativos digitales e innovadores.

Para ambas, el hecho de que un manual sea interactivo favorece el proceso de enseñanza-aprendizaje. Especialmente, la asimilación de conocimiento y una participación activa. “Asimismo, los nuevos conocimientos que van a adquirir se explican de una forma más visual y puede contar con actividades que se realizan y corrigen en ese mismo instante. Ello les permite comprobar si han adquirido de manera positiva todos los conceptos explicados”.

En consecuencia, para la elaboración de estos manuales, las alumnas de Magisterio del CEU han tenido en cuenta diversos factores, como advierte Andrea Moltó. “El primero, que sea un material dinámico y lúdico, con el cual el niño pueda jugar con los distintos personajes del cuento. El segundo consiste en que sea vistoso y llamativo, para que el niño pueda ir observando qué va sucediendo durante la lectura del cuento. De este modo, conseguiremos que vaya comprendiendo mejor los distintos sucesos”. Y no menos importante, recalca Andrea, crear un recurso que sea inclusivo. “De este modo se podrá trabajar con todo el alumnado, teniendo en cuenta al alumnado que presente algún tipo de dificultad. Se trata de un recurso accesible e interactivo para todos”.

Los manuales permiten aprender las normas de acentuación en juegos interactivos.

Nuevas necesidades educativas, nuevos recursos

Actualmente, los docentes se enfrentan a desafíos educativos fruto de los nuevos tiempos. Y tienen que responder a esas necesidades que se presentan en el aula, adaptando todas las actividades a los ritmos de desarrollo, de aprendizaje y a las singularidades del alumnado. Así opinan Victoria Escudero y Carmen García. Para ellas es importante pensar en alternativas y nuevos recursos. “Aquellas que permitan a nuestro alumnado aprender de una manera más entretenida y amena, dado que en la ortografía no solo se enseña, sino que también se aprende”. Y los docentes con recursos educativos digitales e innovadores tienen más posibilidades de conseguir estos retos.

En este sentido, estas futuras maestras entienden que un manual interactivo no solo fomenta la motivación del alumnado e incrementa el uso de las TIC dentro del aula. También ayuda a que los alumnos muestren más interés a la hora del proceso de enseñanza-aprendizaje de la ortografía. “Y a incrementar la participación de los alumnos en las actividades, además de promover el aprendizaje mediante el juego. Por ello, pensamos que la elaboración de este manual puede aportar aspectos que mejoren el sistema de aprendizaje. Y, además, que los alumnos muestren mejores resultados académicos, dado que incrementa su motivación por aprender”.

Algunos de los manuales interactivos elaborados por las alumnas de Magisterio

Artículo anteriorEl profesor José Mª De Jaime ha organizado las VI Jornadas de la Sociedad de docentes de Historia de la Farmacia
Artículo siguienteConnect.A VLC 2050!, el reto de diseñar la ciudad del futuro, con perspectiva internacional y sostenible