La Fallera Mayor de Valencia Carmen Martín culmina dos días de ofrenda a la Verge dels Desamparats

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Información e imágenes de Jordi del Puente

Más de 100.000 falleros han procesionado por las calles de valencia durante el jueves y el viernes para ir al encuentro de la Virgen de los Desamparados. Desde el año 2019 los valencianos no han podido realizar la ofrenda floral a su patrona en condiciones normales, debido a la pandemia, si bien en septiembre sí hubo ofrenda bajo estrictas medidas sanitarias. Estos dos días el esplendor de este emotivo acto se ha convertido en toda una muestra de fervor por la Geperudeta, sobreponiéndose a las inclemencias meteorológicas.

El acto, el más emotivo y uno de los más numerosos, llegó a correr serio peligro de suspensión en su primera jornada por los pronósticos desfavorables a causa del fuerte viento y la intensa lluvia, lo que llevó a la Junta Central Fallera a suspender otros actos como la entrega de premios o la mascletà que debía disparar la Pirotecnia Aitana. Pero la organización, de forma conjunta con los vestidores de la Virgen y los cuerpos de seguridad, decidió mantener la ofrenda para que “todos los falleros puedan disfrutar de uno de los actos más especiales del calendario festivo”.

La Plaza de la Virgen se ha vuelto a engalanar para recibir a miles de valencianos ataviados con sus trajes regionales y sus ramos de flores para ofrecer sus mejores intenciones a la Virgen, que desde el centro vigilaba a las 392 comisiones que llegaban procedentes de todos los puntos de la capital del Turia.

Durante dos jornadas, los falleros han depositado sus flores a la Mareta con las emociones a flor de piel. Los más pequeños, algunos en los carritos de bebé, quedaban fascinados al ver por primera vez la imponente figura que preside la entrada a la Real Basílica. Con las miradas clavadas en el rostro mariano, las lágrimas despuntaban en los ojos de los falleros nada más girar por los callejones que dan accedo a la plaza.

Una escena que se ha repetido con frecuencia es la de madres acompañando a sus hijas, que hacen entrada en la plaza como Falleras Mayores de su comisión. Entre lágrimas, Marta Cubell entrega su ramo “en un día muy especial” por estar acompañada de su hija, Inés Pardo, que reconoce haber “disfrutado mucho, porque todos los falleros estábamos esperando este día”. Sin soltar sus manos, la madre confiesa que ver a su primogénita desfilar en la ofrenda “es lo más bonito, como fallera y como valenciana”.

Las comisiones entregan sus flores, pero quienes las colocan en el manto de la Geperudeta son los vestidores de la Virgen. Enrique Bosch es uno de ellos, de los que hace cincuenta años decidieron comenzar la tradición. “Ninguno somos expertos del mundo floral” afirma mientras vigila cómo se colocan las flores entre las maderas. “Somos gente que se dedica a la empresa, a la educación o a la restauración, pero nos une nuestra devoción a nuestra Madre”.

“Al principio éramos solo ocho amigos que nos juntamos” y ahora el grupo ha ido creciendo, superando los sesenta, donde se juntan generaciones de vestidores que mantienen viva la devoción a la patrona desde los quince metros de altura de la estructura de madera. Bosch se emociona al hablar de las flores que entregan los falleros, donde “cada ramo tiene una petición, igual que los vestidores tenemos las nuestras”.

Valencia demostró que las Fallas y la ofrenda es algo que supera los límites de la ciudad, acogiendo en su culto a la Virgen de los Desamparados a las Casas Regionales de Andalucía, Murcia y Castilla-la Mancha. Tampoco faltaron a su cita las representantes de las distintas Juntas Locales Falleras de municipios de toda la Comunidad Valenciana.

El broche de oro a la ofrenda de este año 2022 lo pusieron las Falleras Mayores de Valencia, Carmen Martín y Nerea López, acompañadas de sus Cortes de Honor. Tras hacer su entrada en la plaza entre vítores y al compás de la Banda Sinfónica Municipal, las máximas representantes de la fiesta fallera accedieron a la Real Basílica de la Virgen de los Desamparados para dejar a los pies de la patrona sus ramos en una ceremonia presidida por el Rector de la Basílica de la Virgen de los Desamparados, Jaime Sancho.