Opinión de Mar Segura / Imagen: Gráfico del CIS
Tal y como era predecible, el barómetro del CIS ha fallado en su predicción para los resultados electorales del 10N. El hecho de que las encuestas se realizasen antes de la sentencia del «procés» y de la exhumación de Franco ha pasado factura a una predicción que se ha quedado bastante alejada de la realidad. Entre 133 y 150 eran los escaños que otorgaba al PSOE, cuyo resultado final ha sido de 123 escaños.
Se pronosticaba una caída de Ciudadanos, el CIS les otorgó entre 27 y 35 escaños, pero se ha quedado muy lejana de la realidad: la formación naranja ha conseguido tan solo 10 escaños. Por otro lado, el ascenso de Vox tampoco fue vaticinado por el CIS: en el barómetro se estimaba una caída para la extrema derecha, a quiénes situaba entre los 14 y 21 escaños. Pero el partido de ultraderecha ha subido hasta los 52 diputados.
En el barómetro del CIS ya se intuía una subida del Partido Popular, se les situaba entre los 74 y 81 escaños, no obstante, la remontada ha sido aún mayor: el PP ha llegado a los 88 diputados. Mientras que por lo que respecta a Unidas Podemos, una de las previsiones que más se ha acercado a los resultados ha sido la de Uesta formación a la cual se le predijeron 37 a 45 escaños para la formación morada, y finalmente ha conseguido 35 diputados.
La predicción que sí fue acertada es la de Más País a quién se le otorgaba entre 3 y 4 diputados, y finalmente ha conseguido 3 escaños, dos en Madrid y uno contando con Més Compromís. En cuanto a Esquerra Republicana tampoco se equivocaron demasiado, la formación de Rufián ha logrado 13 escaños, un poco menor que los 16 a 18 diputados que el CIS pronosticó.
De este fallo del CIS se deduce que la sentencia del “procés”, y las revueltas que esta produjo, junto a la exhumación del exdictador, han producido una radicalización en la ciudadanía. La alternativa de la extrema derecha ha convencido a parte de un electorado que cada vez se siente menos representado con la política de centro.