Los tres campus de la Fundación CEU en Madrid, Barcelona y la Comunidad Valenciana estudian lanzar un proyecto conjunto de acción social en Belén, Getsemaní y Jerusalén
“La idea es poder ayudar en los lugares santos, donde muchos otros a lo largo de los años podrán beneficiarse de la ayuda que se ejerza por parte de la universidad. Y, también, ayudando a los más débiles, aquellos que se encuentran en una situación difícil”. Este es el objetivo del proyecto de cooperación de la Fundación CEU en varias localizaciones de Tierra Santa que se pretende iniciar el próximo verano. En esta iniciativa de voluntariado podrán participar profesorado y alumnado de arquitectura, medicina, enfermería, fisioterapia, derecho, educación, entre otras titulaciones.
Así lo explica Nuria Andreu, profesora de Magisterio, quien junto a un grupo de docentes se ha sumado a esta iniciativa: “A inicios de año profesores de la Universidad CEU Cardenal Herrera, la Abat Oliba CEU y la CEU San Pablo, hemos visitado los lugares donde transcurrió la vida de Jesús. La idea era conocer algunas de las instituciones religiosas con las que poder iniciar un proyecto CEU de cooperación conjunta”. Una iniciativa pilotada por el Padre Jesús Robledo, director del Departamento de Pastoral y Voluntariado, y que se desarrollará en emplazamientos históricos como Getsemaní, Belén o Jerusalén.
“El proyecto de voluntariado es multidisciplinar”, apunta Andreu. Se pretende hacer una prueba piloto de 12 días para alumnos, profesores y PAS. A partir de ahí, si todo va bien, se trataría de una ayuda continua en diferentes momentos al año, dependiendo de las titulaciones. “Este tipo de proyecto nace con la idea de comunidad CEU. En primer lugar, con un objetivo común desde todas las universidades, en el que el servicio a otros sea un referente. Pero, sobre todo un servicio pensado en el lugar en el que estamos. Debe ser un signo CEU, algo que nos distinga. Es decir, esta experiencia de cooperación debe organizarse ya no para el ahora, sino para que sea un continuo en el tiempo”.
Diversas iniciativas de voluntariado en Tierra Santa
Así pues, las acciones variarán en función de la localización. En Getsemaní, el monte de los olivos, se trata de apoyar en tareas de ajardinamiento, acceso al recinto, y colaboración general en el recinto. Por su parte, en Betjafé, lugar de entrada a Jerusalén, donde se inicia la procesión de la palma, los voluntarios trabajarán en tareas de mantenimiento, y procesos de ayuda a los cristianos que acuden en cuestiones de salud. “Tanto a nivel médico oftalmológico, odontológico, etc. como formación en primeros auxilios porque no tienen un fácil acceso a médico y medicinas. Además, también hay niños y solicitan actividades formativas para verano o acciones y dinámicas para ellos”.
Una de las tareas que más han impresionado a los profesores en el viaje fue las acciones a desarrollar en el Orfanato del Niño Dios. “Es un centro de educación especial en Belén. Necesitan voluntarios para tareas de acondicionamiento, comidas y tareas diarias, así como ayuda a los niños de tipo educativo, fisioterapia, enfermería y logopedia”. Asimismo, en Beit-Sahur, campo de los pastores cerca de Belén, también colaborarán los voluntarios. “Y también es un sitio especial, porque es el lugar del anuncio del nacimiento de Jesús. Nos piden ayuda con tareas de ajardinamiento y ayuda general de arquitectura, así como de acondicionamiento y tareas básicas”.
“Al final, es dar un sentido real al voluntariado. Ver en cada persona, en cada niño, en cada familia, en cada lugar santo, la posibilidad de ayudar. Sin olvidar dónde nos encontramos, Tierra Santa, y que la vida de Jesús nos inspire en esta ayuda a los demás”, concluye Andreu, que ya ha colaborado en varias iniciativas internacionales de solidaridad.