Es un alumni emblemático. De esos que está en todas las salsas: delegado de curso, miembro de la asociación de estudiantes de Medicina, voluntario habitual en la misión humanitaria Medipinas…
El hoy médico residente Valentín Henarejos (Valen) ha vuelto recientemente al CEU a compartir con los estudiantes de Ciencias de la Salud las claves de una app sanitaria con vocación solidaria y muchos e interesantes consejos para aprovechar al máximo esta etapa educativa.
Hace unos días volviste al CEU en calidad de conferenciante. ¿Cómo se siente uno “en el otro lado”? Pasarían muchas emociones y recuerdos por tu cabeza…
Ciertamente, fue una sensación extraña entrar a la Universidad no siendo ya estudiante de Medicina, sino médico, pero a la vez me vinieron a la cabeza tan buenos recuerdos… Volver a ver a mis profesores y hablar con ellos, ver que la Universidad había crecido tanto en instalaciones como en alumnos, e incluso en espíritu universitario, fue genial y muy emocionante. Fue un día verdaderamente especial para mí.
«La tecnología debería servir como herramienta para conseguir los ODS que nos hemos planteado, para ayudarnos a hacer este mundo un poco mejor»
También para nosotros. Valen, el motivo de tu visita fue mostrar a los estudiantes la app que has desarrollado para minimizar riesgos en cirugías en misiones médicas solidarias. ¿Crees que la tecnología podría ayudar en el reto de garantizar una vida sana para todos, como promueve Naciones Unidas?
Yo soy un fiel defensor de la tecnología y su implantación en nuestra vida cotidiana. Creo que la hace más sencilla dentro de unos límites, y por ello también creo que la tecnología tiene un potencial muy importante en el mundo de la salud, ya que nos permite llegar a sitios a los que antes no podíamos llegar o era realmente difícil, como bien se demuestra con esta aplicación que hemos desarrollado en el ámbito de una misión humanitaria.
Creo que también debemos de tener en cuenta que la tecnología debe de estar a nuestro servicio, y no al contrario. Y que debe de llegar a todas las partes del mundo, no solo a unos pocos lugares privilegiados.
Por tanto, sí. Como decías, debería servir como herramienta para conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que nos hemos planteado y, en definitiva, para ayudarnos a hacer este mundo un poco mejor.
Precisamente esa app nació como consecuencia de la labor humanitaria desarrollada por el equipo Medipinas en Filipinas, una misión emblemática del CEU, liderada por la profesora Belén Merck, en la que tú has participado varias veces. ¿Qué te aportó esta experiencia?
Mucho. He tenido la inmensa suerte, gracias al CEU, de poder participar en cuatro expediciones médicas a Filipinas. Siempre digo que Medipinas para mí ha sido el punto de inflexión en mi formación, en mi carrera como médico y lo que, sin duda, ha marcado mi relación con el paciente actual en España, por todo lo que pude ver y aprender allí. Medipinas confirmó mi vocación y la hizo más intensa, si cabe. Por ello siempre estaré en deuda con ese país y con su gente.
La respuesta es obvia, pero… ¿recomiendas a los estudiantes de Medicina del CEU sumarse a las misiones Medipinas?
Desde luego… Creo que participar en alguna misión solidaria debería de ser una asignatura obligatoria para todo estudiante de ciencias de la salud, incluso para todo estudiante en general, porque te enseña valores que jamás se podrán aprender en un aula.
Por ello, recomiendo a mis compañeros que se interesen e incluso se esfuercen por poder participar en alguna misión solidaria. Jamás se arrepentirán de ello.
«Creo que participar en alguna misión solidaria debería ser una asignatura obligatoria, porque te enseña valores que jamás se podrán aprender en un aula»
Seguimos con tu experiencia en el CEU. También estuviste activamente involucrado en el desarrollo de la vida universitaria como delegado de curso. ¿Qué destacas de ese periodo?
Como les dije a mis compañeros en la conferencia, la universidad no forma estudiantes, forma personas. Y de ellos depende que esa formación extra les llegue, ya que para ello deben de ser estudiantes activos en la vida universitaria al margen del contenido académico que se pueda dar en las clases.
Mi etapa como delegado de curso y miembro de la asociación de estudiantes de Medicina de nuestra Universidad me dio una visión más general y transversal de la formación universitaria. Aunque esto conlleva esfuerzo, creo que la satisfacción de poder ver que trabajas por y para tus compañeros para mejorar su formación es muy gratificante.
El médico debe de tener, bajo mi punto de vista, una actitud de servicio para los demás siempre, aunque no sea en el ámbito medico como es este caso.
Una época de buenos recuerdos…
Increíbles. Ahora siempre digo que ojalá el grado de Medicina durase más años, aunque, cuando estás dentro, esta afirmación te pueda parecer una locura. Y es que, sin lugar a dudas, son los mejores años, no sé si decir de mi vida, pero seguro que de los mejores.
Notas como creces muy rápido como persona y, por supuesto, cómo te vas formando como el futuro profesional que quieres llegar a ser, y es una sensación muy reconfortante.
«En la Universidad notas cómo creces muy rápido como persona y cómo te vas formando como el futuro profesional que aspiras a ser»
¿Algunos consejos para los estudiantes?
A mis compañeros les diría tres cosas. Lo primero: que sean estudiantes activos en la vida universitaria, como comentaba.
En segundo lugar, que estudien todas las horas que puedan. Jamás van a sentir que han estudiado algo que no les sirve en un futuro o en algún momento de su vida como médico. Todo aporta, aunque nunca conseguirán tener la sensación de saberlo todo y tienen que aprender a convivir con ello, y no agobiarse e incluso tirar la toalla por este motivo.
Y por último, que disfruten cada momento en la Universidad con intensidad, y que la dureza del Grado no les sobrepase. Aunque existan momentos muy duros, siempre deben de pensar a largo plazo. Lo mejor siempre está por llegar.
Valentín, durante algunas de las prácticas formativas realizadas durante la carrera y en el campus con compañeros
Tu eres un claro ejemplo de que, con esfuerzo y constancia, las metas se alcanzan. Ahora eres médico residente en el Hospital Universitario Santa Lucía de Cartagena. ¿Satisfecho?
La profesión de médico considero que es como una montaña que nunca se termina de escalar. Siempre ves la cima cerca, pero nunca llegas a conquistarla. Siempre debes de estar formándote e intentando mejorar. Después de la carrera, te enfrentas al MIR, otra gran escalada y de las duras, pero no es algo imposible, ya que con esfuerzo se consigue. Y en mi caso, como dices, tras aprobarlo, elegí la especialidad de Médico de Familia y Comunitaria en ese hospital.
Pero, a lo que preguntabas, hasta el momento no puedo estar más contento con la formación que estoy recibiendo y cómo me estoy construyendo como el médico que me gustaría ser en un futuro con mis pacientes.
«La profesión de médico es una montaña que nunca se termina de escalar; siempre debes estar formándote e intentando mejorar»
¿Por qué esa especialidad y cuándo te decidiste?
Para mí, la Medicina de Familia y Comunitaria es la especialidad que permite ver al paciente, no solo desde el punto de vista de la enfermedad, sino desde todos los ángulos. Como se dice en Tesalonicenses 5:23: “El ser humano es el conjunto de: cuerpo, mente, alma y espíritu”, y el médico debe de intentar atender a todo el conjunto, no solo a uno.
Creo que mi vocación de servicio a los demás siempre ha estado antes que mi vocación como médico, y que a través de ella conseguí saber cuál era la profesión que yo quería tener en un futuro, y ya tengo. La verdad es que, por la parte familiar no hay nadie que me haya inculcado la vocación de médico, aunque siempre hemos estado muy relacionados con el mundo sanitario.
Lo que tengo claro es que yo estudio y estudiaré, trabajo y trabajaré para ofrecer a mis pacientes lo mejor pueda darles en ese momento. Quizás en muchas ocasiones no necesiten tanto que les cure como que simplemente les escuche. Intento aprender todos los días a detectar qué necesita cada paciente en cada momento e intentar dárselo de la forma más humana posible.
El paciente en el centro… Valentín, ¿tus próximas metas y planes?
A día de hoy, lo tengo muy claro: poder aprender todo lo que la residencia me va a ofrecer y absorber todos los conocimientos médicos que pueda. Aunque siempre uno debe de tener metas ambiciosas, ahora mismo la parte de la medicina que más interés despierta en mí es la urgencia médica, aunque también me gustaría en un futuro poder desarrollarme en gestión sanitaria y de emergencias. Creo que nuestro sistema sanitario es uno de los mejores del mundo, pero que también tiene muchos puntos de mejora que podemos intentar cambiar desde dentro, y me encantaría poder ayudar a lograrlo.
A los estudiantes: «Que disfruten la Universidad con intensidad. Aunque existan momentos muy duros, deben pensar a largo plazo. Lo mejor siempre está por llegar»
Pues mucho éxito en todos estos retos. ¿Algo más que quieras compartir con la comunidad CEU?
Me gustaría terminar la entrevista con el versículo que para mí mejor resumen la función de un médico: “Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”. (Mateo 25, 31-46)
Gracias y ojalá nos volvamos a ver pronto.
Me encantará. A vosotros.