• Expertos en diversidad funcional e inclusión educativa forman a los estudiantes de Magisterio en la realidad de la profesión

¿Qué necesitan los estudiantes de Magisterio para conseguir ser mejores maestros? Desde el grado de Educación del CEU de Elche, lo tienen claro: Adquirir, reconocer sus capacidades y comprender sus debilidades. Y para lograrlo lanzaron el proyecto «Cuenta conmigo», una iniciativa de la Mención de Educación Especial con diversos talleres prácticos de formación profesionalizantes. Sus promotores, profesores del grado buscaban la apertura hacia la sensibilización de la diversidad funcional, en pro de la inclusión educativa y social.

Una alumna durante uno de los talleres especializados

En las sesiones han intervenido expertos en estimulación sensorial, deportes adaptados, gamificación, atención temprana y diversidad funcional para aumentar las competencias del alumnado. Se pretendía, según Carmen Díez, profesora de Magisterio e impulsora del proyecto, de traer al aula profesionales con amplia experiencia y formación en sus ámbitos. “El alumnado pudo conocer así la realidad, de cada mirada y escenario donde los ponentes invitados ejercen cada día”, asegura la docente. Los talleres “nos invitan a mirar a nuestros alumnos y comprender su proceso; nos invita a reconocer sus capacidades y comprender sus debilidades”. Y en ello, tanto Carmen Díez como Loli Botía y Manuel Pastor, los otros coordinadores, buscan “diferenciar lo que es «nuestro» y lo que es del alumno o de la alumna”.

Nueva visión de la docencia

O lo que es lo mismo, según algunos de los alumnos que han participado: “Tener una nueva visión de futuro como docente, aprender técnicas y materiales. Abrir la mente a nuevas circunstancias. Y si pensamos que algo puede mejorar y podemos mejor la educación y el día a día de nuestros alumnos/as, vayamos a por ello, porque con pequeñas cosas se pueden crear cosas enormes”.

Así, el primer taller se centró en la estimulación de los sentidos, impartido por Bernardo Jareño, logopeda y Director del colegio Alberto Sols. Los alumnos conocieron cómo se aplica la estimulación sensorial, mediante diferentes estimulaciones a partir del perfil sensorial y del área de interés de cada alumno, en el aula. La finalidad de los espacios multisensoriales es que los sujetos hagan uso de los estímulos controlados para percibir así diferentes sensaciones que les ayuden a adquirir el aprendizaje por medio del descubrimiento.

“En estos espacios se les proporcionan estímulos visuales, auditivos, táctiles… Además de ser un lugar de comunicación que crea un ambiente de confianza mutua a través de la relajación y la estimulación”, reconoce Díez. En consecuencia, los alumnos aprendieron a aplicar la realidad virtual en diferentes escenarios y con diferentes protagonistas. “Por tanto, les permitirá acompañarlos y comprenderlos mejor en su proceso evolutivo”, asegura.

Bernardo Jareño, durante su taller

Potenciar las potencialidades de los maestros

El segundo taller, a cargo de Antonio Pardo, coordinador y director de Club Deportivo deportes sin Adjetivos, abordó el papel del deporte adaptado. Los estudiantes conocieron las vivencias y experiencias del Club, y cómo han adaptado a la pandemia de los entrenamientos de forma online. En este sentido, la sesión les mostró cómo no poner límites a la hora de poder realizar cualquier actividad con los alumnos. Y, al mismo tiempo, “aprender cómo llevar situaciones y cómo responder a las diferentes necesidades de los alumnos”.

Como continuación de su formación, el tercer encuentro puso a los futuros maestros ante la gamificación como herramienta de aprendizaje. En él intervino Josefina Rodriguez Bravo, profesora y orientadora terapéutica del Colegio San Agustín y presidenta Asociación IntegraTEACadot. Para ella, la gamificación ayuda a los niños a desarrollar relaciones entre los distintos aprendizajes y a potenciar sus habilidades y fortalezas. Por ello, “cualquier momento donde se pueda propiciar aprendizajes tiene oportunidad de usar un juego bien sea musical, sea social o sea de movimiento”. Además, el uso de la gamificación aún es más enriquecedor en alumnos con dificultades añadidas en alguna de sus áreas de desarrollo.

Para conseguirlo, es preciso buscar las fortalezas y potenciarlas para llegar a derribar las barreras. En este sentido, el taller mostró a los futuros maestros cómo motivar a través de la gamificación. Esto es, a conocer a cada alumno desde las competencias fortalecidas y a desarrollar proyectos en el aula alimentados por la gamificación.

Maestros para alumnos con necesidades especiales

Como continuación del proyecto, el siguiente taller atendió a la evaluación e intervención en los Trastornos del Espectro Autista (TEA) y el papel en la atención temprana.  La pedagoga y especialista en el Desarrollo Infantil y Atención temprana en Aspanias, Leticia Alenda fue la encargada de la sesión. En ella, los alumnos conocieron el protocolo de actuación de un centro CDIAT y la aplicación de programas desde la atención temprana. Asimismo, se adentraron en las propuestas de intervención sensoriales, motoras, cognitivas y de comunicación que se están implantando en los centros. Para ello, tuvieron la oportunidad de conocer casos clínicos (pre y post COVID) y poder iniciarse así en la intervención de los mismos.

Cintia Sánchez, en el taller de lenguaje para sordos

Por último, el taller que cerró el ciclo puso el acento en la sordera como diversidad funcional y sirvió a los alumnos para iniciarse en la interpretación de signos. Para conseguirlo, la sesión contó con Cintia Sánchez, intérprete en la Consellería de Educación y coordinadora del proyecto “Comunicarte está en tus manos”, en el IES Virgen del Remedio. Durante dos sesiones los alumnos de Magisterio pudieron sensibilizarse e informarse sobre las características y necesidades de los alumnos con sordera. El objetivo era saber cómo adoptar medidas en el aula para poder ofrecer una respuesta educativa. Para ello, tuvieron acceso a un banco de recursos que les dotará de habilidades y capacidades para su profesión. “Buscábamos sensibilizarles para que empaticen con las barreras comunicativas y las implicaciones que esto supone para el desarrollo de las personas sordas”, advierte Carmen Díez.

La visión de los propios alumnos

Mientras tanto, ¿qué piensan los estudiantes de esta formación especializada? Las percepciones, en general, apuntan a la utilidad, a cómo les va a servir para su desarrollo profesional en el futuro. Así, para unos les permite adquirir conocimientos y otro punto de vista desde el que llevar a cabo la intervención. De igual forma, señalan las distintas visiones y herramientas nuevas para afrontar la realidad, como otros de los inputs de esta formación. Asimismo, destacaron el carácter global de los talleres, ya que sirve tanto para aulas específicas como para aulas ordinarias. Probablemente, la idea sobre la que pivota toda esta experiencia son las muchas actividades y diferentes formas de enseñar que han aprendido los futuros maestros.

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