Los primeros años en la escolarización de los hijos son siempre motivo de incertidumbre. Las mismas preguntas se repiten en la cabeza de la familia año tras año… ¿Estará a gusto? ¿Llorará mucho? ¿Hará amigos pronto? ¿Cómo será la maestra? ¿Qué estilo de enseñanza tendrá? 

El periodo de adaptación es un momento muy importante en el que tanto las familias como toda la comunidad educativa y sobre todo la maestra, deben transmitir confianza y seguridad a los alumnos. Llegar a un lugar desconocido, con compañeros nuevos y sin saber qué descubrimientos les esperan, puede generar en ellos cierta incertidumbre. 

‘El inicio de escolarización de 3 años es un proceso delicado y emocionante a partes iguales’

Rocío Artero, maestra de Educación Infantil del Colegio Bisbe Pont de Vila-real. Graduada en Educación Infantil y Educación Primaria por la Universidad CEU Cardenal Herrera en Castellón

¿Qué pueden hacer los padres para aliviar esta situación de desconfianza? 

Es importante que, durante las semanas previas al comienzo de las clases, las familias hagan partícipes a los niños de todo el proceso de preparación. Comprar juntos los materiales escolares necesarios, hablar sobre el cole y qué harán allí, conocer a la maestra (si es posible), así como también pasear por los alrededores del nuevo cole.  

Además, es una buena idea iniciar horarios antes de empezar las clases. La hora de despertar, el desayuno, la comida, la hora del baño y, sobre todo, el momento para dormir. Después del verano, es una tarea difícil, puesto que durante las vacaciones los tiempos de ocio modifican las rutinas habituales, pero la organización espacio temporal es un aspecto importante que genera en el niño seguridad en sus actuaciones. 

Como maestra, puedo decir que el inicio de escolarización de 3 años es un proceso delicado y emocionante a partes iguales. La ilusión por conocer a los nuevos alumnos y los retos que se van a plantear durante el curso, no nos dejan indiferentes a los docentes. Cada niño acude a clase con una pequeña mochila cargada de emociones, sentimientos y experiencias que les hacen únicos y especiales. Y por ello, ponemos todos nuestros esfuerzos en proporcionar a cada uno lo que necesita. 

Confianza y comunicación

A las familias os diré que confiéis al 100% en la maestra o maestro de vuestros hijos e hijas. Estoy segura de que intentará dar lo mejor de sí para hacer que vuestros pequeños se sientan felices en sus clases.  

La comunicación es un aspecto indispensable. Preguntad aquello que necesitéis saber y colaborad en todas las actividades escolares de vuestros pequeños. Sed responsables en su aprendizaje, para que sientan que, en el colegio y en casa, ellos son quienes importan.  

Si el aprendizaje de nuevos conocimientos es importante, no es podéis llegar a imaginar cuán importante es que lleguen cada día con una sonrisa de oreja a oreja. 

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