• Enfermeras y enfermeros de diferentes servicios hospitalarios, y profesores en el CEU de Elche, reconocen la eficacia de las vacunas y animan a la población para alcanzar la inmunidad lo más rápido posible
Ana Belén Riera, una de los profesionales que reivindican la vacunación contra el Covid 19

Son docentes de Enfermería en la Universidad UCH-CEU, pero trabajan en Urgencias, la UCI o Consultas Externas, donde están viviendo las consecuencias del Covid 19. De ahí que reclamen la necesidad de superar las dudas frente a la vacunación, “para alcanzar la inmunidad, que ya llegamos tarde”. Al mismo tiempo, estos profesionales de la Enfermería reivindican su papel en la vacunación contra el Covid 19 al ser los sanitarios “más accesibles para el usuario”. Para estos profesionales, su cercanía a la sociedad y la importancia en la educación para la salud, son claves en esta crisis sanitaria.

Es el caso de Alberto Rico, Supervisor de Consultas Externas, Hospital de día y Gestión de Cuidados en el Hospital Universitario del Vinalopó. Para este docente de Cuidados al Paciente Crítico y Soporte Vital del CEU de Elche, se deberían vencer las reticencias a la vacunación. “No se están produciendo más reacciones ni problemas de salud que con otras vacunas en los más de 1.000 casos que llevamos”, asegura. Para Francisco Prats, enfermero en la UCI de ese mismo Hospital, “todos debemos vacunarnos para alcanzar la inmunidad. Que ya llegamos tarde, y no se espera para este 2021”.

Inés González en uno de los quirófanos del Hospital General de Alicante

De la misma opinión sobre concienciar a la sociedad es Ana Belén Riera, enfermera en el servicio de Urgencias del Hospital Vega Baja de Orihuela. “Son muchas las personas que ya no están, muchas las que se juegan la vida a diario tratando de no aumentar más las pérdidas”, advierte. Para esta profesional, con diecisiete años de experiencia, hay que seguir insistiendo, porque “este virus no entiende de clases sociales, género, raza o religión”. Y lanza un mensaje a los que dudan: “Les diría que miren alrededor y que piensen que ese respirador que hoy lleva una persona desconocida, o esas lágrimas que derraman otro por perder a un ser querido. Hoy no es él, pero mañana puede que sí”.

Enfermeros especializados en vacunación

De ahí el papel de estos profesionales en la vacunación contra el Covid 19, desde la gestión hasta su administración, según Inés González, del Hospital General de Alicante. “Somos profesionales en constante formación con la incorporación de todas las actualizaciones de evidencias de las investigaciones en vacunas que ayuda a configurar los calendarios vacunales”, reconoce esta enfermera del servicio de Quirófano de Urgencias.

Alberto Rico, en el Hospital Universitario del Vinalopó

También Alberto Rico destaca ese conocimiento y formación en el proceso vacunal como punto fuerte de estos sanitarios. “Enfermería ya realiza esa labor en el resto de vacunaciones existentes: en el ámbito infantil, en Urgencias, en los servicios de preventiva y salud laboral, en las campañas de la gripe, a gestantes, en alergias…”. Todo ese conocimiento redundaría, según Ana Belén Riera, en mayor rentabilidad de tiempo y actuación si dejasen a Enfermería la gestión de administrar la vacuna. “Son los enfermeros los que conocen sus cupos de pacientes, sus patologías, necesidades, los tiempos necesarios para destinar a una u otra intervención, por lo que, si ellos pudiesen controlar la vacunación, iría todo mucho más fluido”, asevera.

Para Maite Pinedo, enfermera en la Concejalía de Sanidad y Salud Pública del Ayuntamiento de Elche, la preparación es fundamental. “Además de administrar, gestionar y mantener las vacunas tenemos que estar en permanente actualización sobre las evidencias que se generan en torno a ellas. Todo para prestar unos cuidados de calidad, eficaces y eficientes”, advierte esta profesional, miembro de la Academia de Enfermería de la Comunitat Valenciana. “Y por su competencia legal de administrar tratamientos invasivos”, apostilla Francisco Prats.

A partir de ese reconocimiento, la Administración sanitaria debería tener en cuenta una cuestión fundamental, según Inés González. “No se trata solo de ver cuántos profesionales tiene cada departamento de Salud para vacunar, sino de planificar, gestionar y crear equipos enfermeros para vacunar teniendo en cuenta la población prioritaria para recibir las vacunas, etc.”.

La información, factor clave

Reconocen estos profesionales que una de las claves del proceso de vacunación es la información a los ciudadanos, que “podría haber sido mejor”, advierte Rico. Para Pinedo, hay que educar y convencer, “no obligar. La seguridad de las vacunas anti – COVID está asegurada, pero es necesario explicar y convencer de su efectividad a la población”. Y también de los posibles efectos, como fatiga, dolor de cabeza, mareos, dolor muscular, fiebre y dolor en las articulaciones. Para esta profesional, las enfermeras y enfermeros deben estar preparados para tener una conversación sobre los efectos adversos de la vacuna con los pacientes. “Es posible que la mayoría de las personas experimenten una o más de estas reacciones. Son totalmente transitorias e indican que tiene una respuesta inmunitaria eficaz”, asegura.

Francisco Prats, enfermero de la UCI del Hospital Vinalopó

Y la información también a estos profesionales en la vacunación contra el Covid 19. “Existen diferentes vacunas, y cada una de ellas tiene eficacia y efectos diversos que debemos conocer y manejar para poder eliminar dudas en nuestros pacientes”, afirma Inés González. En su papel de educación para la salud, “contribuimos a que la población esté más predispuesta a la vacunación y no a cuestionarla”.

La gestión de la crisis sanitaria del Covid 19 está afectando también a estos profesionales, independientemente del servicio en el que trabajan. “El personal esta exhausto. Son muchos meses de lucha, de exposición al virus, de incertidumbre por pensar si un día nos toca a nosotros, de las consecuencias que esto tenga para nuestras familias…”, reconoce Riera. Su compañero Francisco Prats también destaca el desgaste psicológico. “Es más el cansancio psíquico y mental, que supone el trabajo con estos pacientes, que el físico, que también. Imagina 12 horas de trabajo con un EPI puesto…”, advierte.

Maite Pinedo, destaca el papel de información a la sociedad de la Enfermería
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