“Siempre he tenido una sensibilidad especial para los perfumes. Cuando conozco a alguien, lo recuerdo por su perfume, creo que el perfume forma parte de la identidad de una persona. Cuando llegué a Valencia, mi primer año fue muy difícil. Echaba de menos París, mi familia, mis amigos…Los perfumes me han permitido sentirme mejor. Buscaba olores que me recordasen a mi casa, a mi madre…. Me di cuenta que tenían un efecto muy fuerte sobre las emociones”
Aida Belkania llegó de París a Valencia para transformar su pasión por el perfume en una profesión: Farmacia. Su gusto por los perfumes y todo lo que representan, en una profesión que permitiera a las personas disfrutar de todos sus beneficios a nivel emocional, social y cognitivo.
“Me di cuenta que Farmacia era una carrera que me permitía tener la base de biología y fisiología del cuerpo humano, del sistema nervioso, para entender cómo funciona todo, y también tener la base de química para formular, mezclar materias primas, entender cómo se pueden mezclar los aceites esenciales, porque son naturales pero no son inocuos. Siempre he pensado, llegará un momento en que juntaré los dos, el interés por la farmacia y esta pasión por los perfumes”.
- Cinco años después, has comenzado tu TFG precisamente centrado en este tema “Estudio de los efectos de la administración inhalada de aceites esenciales en pacientes con Alzheimer”, ¿cómo empezó este proyecto?
Encontré un estudio de una mujer sobre la capacidad de recuperar el olfato y la memoria en pacientes que han sufrido accidentes cerebrovasculares. Entonces pensé que podríamos hacer algo con el Alzheimer. Me marché a París para realizar un curso muy intenso, y allí me di cuenta que era imposible oler algo y no recordar alguna cosa. Sobre todo, con el perfume. El perfume cuenta una historia. Te hace pensar en algo. Crea algo muy fuerte. Pensé en los pacientes con Alzheimer, que van perdiendo su memoria, cada vez con más dificultades para expresarse, para relacionarse.
- En la fase experimental de este TFG estás trabajando con pacientes del centro de día Elaia (perteneciente a la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de la Comunidad Valenciana AFAV), ¿Cómo está siendo la experiencia?
En esta fase les estamos presentando de manera individual, diferentes preparaciones de aceites esenciales. Después de cada exposición de olor, disponen de un tiempo para describir sus recuerdos. Esta experiencia me ha permitido saber cómo hay que tratar a los pacientes. A darles confianza. El TFG me permite una experiencia real de contacto con estas personas.
- Además de demostrar la eficacia de los perfumes en la recuperación de la memoria, ¿qué esperas conseguir a través de este trabajo?
Hay una parte muy creativa en el perfume, y creo que a partir de este trabajo se podrían desarrollar talleres cognitivos que ayuden a las personas con Alzheimer.
- Me imagino entonces que cara al futuro te gustaría trabajar temas relacionados con aromaterapia, ¿no?
Creo que precisamente el TFG es una ocasión para investigar, para empezar a informarte sobre el tema que te interesa a nivel profesional. Este tema no se limita al TFG, el valor terapéutico del perfume me motiva muchísimo y veo este trabajo como el inicio para continuar investigando más allá.
“Esta profesión ha cambiado mucho y hay que cambiar con ella”
- En este momento, además del TFG también estás haciendo prácticas en París
Sí. El farmacéutico titular está especializado en fitoterapia y aromaterapia. Es una farmacia pequeña, que tiene muchas preparaciones, está a punto de comercializar algunos complementos alimenticios propios. Las horas son muchas, pero me deja mucha libertad y tengo la suerte de tener un tutor que me facilita la posibilidad de desarrollar las diferentes tareas que puede asumir un farmacéutico en la oficina de farmacia. Un aprendizaje que me va a dar muchas competencias.
- ¿Es diferente la farmacia en Francia a cómo se plantea la profesión en España?
Comparten los mismos valores. En España como en Francia somos conscientes de que esta profesión ha cambiado mucho y hay que cambiar con ella, y adaptarse y ofrecer otros servicios. No solo dispensar medicamentos. A mí me ha sorprendido bastante que algunos amigos que estudian en Francia no tengan tantos conocimientos en atención farmacéutica. En el CEU es uno de los pilares, y pienso que es esencial para poder evolucionar con la profesión. Mi experiencia en la farmacia de París es que la gente cada vez pide más a un farmacéutico. Hoy día, lo más importante es lo que el farmacéutico puede aportar, consejos…. Por eso me gusta tanto la farmacia donde estoy que hace preparaciones individualizadas, con una atención muy personal.
“En el CEU no tienen miedo a la innovación”
- Aida, ¿cómo conociste el CEU?
Empecé a estudiar en París. La universidad era muy grande y la verdad es que no me gustaba mucho. Trabajaba mucho, pero sin contar con un entorno que te acompañara para guiarte. Encontré el CEU un poco por casualidad, les envié mi candidatura y me aceptaron. Ya en la entrevista me gustó mucho el tutor, el ambiente, la manera de presentar las cosas. Estamos en la Universidad pero creo que tenemos derecho a preguntar, a consultar sobre tu futuro, a tener curiosidad por mil cosas, y me gustó mucho la propuesta del CEU.
- ¿Se han cumplido tus expectativas?
Tengo una experiencia muy buena aquí. He llegado con un proyecto fin de grado diferente y me han apoyado. Quiero hacer mi TFG con pacientes con Alzheimer a los que les daré a oler cosas. Estoy segura que otros me hubieran planteado dudas, problemas…. en el CEU no tienen miedo a la innovación. Cuando he presentado mi propuesta han hecho todo para ayudarme, para encontrar un grupo de estudio…
- ¿Cómo ha sido tu experiencia en el campus internacional del CEU, con estudiantes de diferentes países?
Te hace crecer mucho. Lo primero que aprendes es la tolerancia, te adaptas…entiendes que el mundo es mucho más que tu persona. Cuando llegué a Valencia aprendí a estar sola, a comenzar a hacer nuevos amigos, a salir de tu zona de confort…al principio es difícil. Salir me ha permitido superar la vergüenza, me ha permitido conocer nuevas personas, atreverme…creo que es un valor también de la Universidad…
- ¿Hablabas español cuando llegaste al CEU? Lo hablas perfecto
Nada, nada…solo sabía decir hola, jajaja!!! Lo que hice fue rodearme de personas españolas. Además me apunté a teatro y me ayudó mucho.
- ¿Echarás de menos Valencia cuando regreses a París?
Mucho!! Cuando regresé a París en enero no dejaba de pensar ¡Qué bonita vida he dejado en Valencia! Es una ciudad que te permite vivir muy bien… es verdad que para el perfume París tiene muchas oportunidades, pero Valencia es muy bonita…
- Me decías al principio que recuerdas cada lugar y cada persona por su perfume… ¿a qué huele Valencia?
A sol….
- ¿Y el CEU?
Jajaja!!! A café. El olor del café me recuerda las horas de estudio en la Universidad. Especialmente, los diferentes espacios que tenemos de estudio, las salas con los sillones y las máquinas de café…
Hacer de tu pasión, tu profesión es seguramente la clave para destacar y para ser feliz.
Gracias Aida y mucha suerte!