El CEU acaba de sumarse a la lista de empresa e instituciones que preparan su centenario. El Centro de Estudios Universitarios – CEU – acogió al primer alumno en 1933. Aquel Centro fue creciendo en extensión, desde Madrid a diez ciudades españolas, y en profundidad, desde los estudios universitarios a todas las etapas formativas.
Hay pocas organizaciones capaces de adaptarse a los cambios y apreciar oportunidades de crecimiento en cada coyuntura. Son ejemplos muy relevantes en el mundo de la empresa el Banco de Santander y Mahou, fundados en el siglo XIX; y, en las primeras décadas del siglo pasado, El Corte Inglés, Iberia y Danone. El paso del tiempo puede arrollar a una organización si no descubre las nuevas oportunidades que los cambios tecnológicos, económicos y políticos le ofrecen.
Los historiadores nos contarán cómo fueros los comienzos de estas empresas nonagenarias. Pero es imposible imaginar a El Cortes Inglés vislumbrando la venta on line, a Iberia proyectando transportar más de diez pasajeros en cada vuelo o a Danone tratando la organizar la venta de sus yogures fuera de las farmacias. Pero fueron capaces de aceptar el reto del cambio.
Lo que Ramón Areces, Horacio Echevarrieta e Isaac Carasso – fundadores respectivamente de El Corte Inglés, Iberia y Danone – puedan tener en común, es una cuestión compleja. Pero, desde luego, compartían un carisma que supera las barreras del tiempo y el espacio, y que trasladan a sus coetáneos, pero también a las sucesivas generaciones que van sumándose al proyecto y engrandeciéndolo. La personalidad de los “fundadores” de una organización es un componente de su cultura tan potente como la propia marca o la tecnología que utilizan en la actualidad.
LOS ORÍGENES DEL CEU
En 1933 comenzaban las primeras clases del recién estrenado Centro de Estudios Universitarios (C.E.U.) con un pequeño grupo de profesores. En ese primer curso se inscribieron 75 estudiantes universitarios. La intención inicial de sus promotores, la Asociación Católica de Propagandistas, impulsada por su primer presidente, Ángel Herrera Oria, era la de constituir una universidad católica, iniciativa previamente sugerida y apoyada por el papa Pío XI. De nuevo, el carisma de un fundador inasequible al paso del tiempo.
La Guerra Civil supuso un parón en la actividad del CEU. En septiembre de 1939 se reiniciaría su actividad con apenas 25 estudiantes y con las bajas de varios profesores, asesinados en la contienda por dar testimonio de su fe, entre ellos su primer rector. Los años 40 culminan con el reconocimiento oficial del centro al ser adscrito en 1945 a la Universidad de Madrid.
En 1969 un decreto creaba la figura de los colegios universitarios adscritos a universidades estatales. En ese momento, el CEU se transformó en el Colegio Universitario San Pablo CEU, precedente de la futura Universidad CEU San Pablo de Madrid. En los siguientes años se siguió esa misma fórmula para crear las futuras universidades en Valencia (1971) y en Barcelona (1973). Todas ellas se convertirían en universidades de pleno derecho entre 1993 y 2003. A ellas se suma también el centro universitario de la capital hispalense, actualmente adscrito a la Universidad de Sevilla.
Los actuales colegios CEU surgieron prácticamente en paralelo a los nuevos colegios universitarios: Claudio Coello (1969), Valencia (1972), Murcia y Montepríncipe (1975). Al mismo tiempo arrancaron las clases de los Institutos Superiores de Estudios Profesionales en Madrid (1969) y Valencia (1973) y los centros de Formación Profesional del CEU. A los cuatro colegios iniciales se sumarían en las décadas siguientes los colegios de Alicante, Vitoria, Barcelona, Sevilla y el tercero en Madrid.
CEU CARDENAL HERRERA
En Valencia, la Universidad celebró recientemente su cincuenta aniversario. Cinco décadas desde el modesto comienzo en 1971 con un grupo de estudiantes de COU. Como colegio universitario y después como centro adscrito a la Universidad Politécnica de Valencia y a la Universitat de Valencia, el CEU de Valencia fue creciendo hasta recibir la aprobación de Les Corts Valencianes como primera universidad privada de la Comunidad Valenciana en 1999. En los años siguientes, se sumarían los campus de Elche y Castellón.
Es impensable que los fundadores del CEU de Valencia llegaran a imaginar en algún momento que los profesores que se sumarían al proyecto, décadas después, podrían desarrollar en el aula un trabajo colaborativo conjuntamente con universitarios de cualquier parte del mundo, por ejemplo. El carisma de los fundadores tampoco entiende de fronteras.