Ella es alumni de Educación Primaria del CEU. Él, alumno de Enfermería en la misma Universidad. Juntos, y con la supervisión de la coordinadora de Enfermería, Isabel Almodóvar, organizaron recientemente un taller de educación para la salud en el Colegio Bisbe Pont de Villarreal, donde ella es maestraUna novedosa iniciativa de aprendizaje y servicio que se enmarca en la Escuela de Salud CEU. Son Rocío Artero y Francesc Carceller. Y nos lo cuentan en esta entrevista.

La alumni de Magisterio del CEU es profesora de Primaria del colegio Bisbe Pont

¿Por qué un taller de educación para la salud en la escuela?

Francesc Carceller.- Desde segundo de carrera he querido implantar iniciativas de educación para la salud en los colegios, ya que, si empezamos desde pequeños fomentando el ejercicio, una buena alimentación y una higiene personal correcta, será más fácil contar con una buena educación sanitaria en la adolescencia y disminuir las incidencias en el ámbito extrahospitalario, así como el riesgo de muerte.

Educar es conocer, conocer es prevenir y prevenir es aumentar la salud

También creo que es importante que tengamos nociones desde pequeños sobre soporte vital básico. Es decir: saber qué hacer frente a una situación en la que nos encontramos a una persona inconsciente en el suelo, por ejemplo. Estas acciones pueden salvar muchas vidas, ya que una pronta reacción puede cambiar las secuelas de esta situación.

Francesc Carceller intentando que los escolares pierdan el miedo al personal sanitario

Rocío Artero.- La salud es la premisa necesaria que nos permite crecer como personas. Por eso debemos educarla ya en las primeras etapas y que los niños sean capaces de discernir y elegir sobre su futuro.

Creo que la palabra educar engloba muchas esferas. No solo quiere decir enseñar a leer y a escribir o resolver algún problema matemático. Educar significa empoderar al niño de todo aquello necesario para desarrollarse como persona íntegra en su entorno, siempre de manera feliz.

Y, si se educan los valores, las emociones, la lectoescritura, la lógica matemática, la geografía, la historia, la música, la plástica… ¿Por qué no educar también la salud?

La salud es la premisa necesaria que nos permite crecer como personas. Por eso debemos educarla ya en las primeras etapas

Parece que lo tenéis muy claro.

Francesc Carceller.- Sí, la educación para la salud no es importante, sino fundamental. Si educamos a la sociedad, posiblemente la incidencia de enfermedades disminuirá.  Y los enfermeros tenemos la obligación de educar, está dentro de nuestros roles fundamentales.

Creo que se debe introducir más la educación sanitaria en los colegios. Muchos están empezando a tener enfermeras escolares y es una figura que se debería implantar en todos, ya que estas profesionales pueden prevenir, educar y aconsejar a los niños cómo llevar un estilo de vida saludable.

Educar es conocer, conocer es prevenir y prevenir es aumentar la salud.

El alumno de Enfermería del CEU apuesta por impartir técnicas de soporte vital desde edades tempranas

¿Cómo educar la salud en un aula de Primaria?

Rocío Artero.- En nuestro caso, hemos relacionado el taller con los oficios, que forman parte de las Ciencias Sociales. Cuando empecé a trabajarlos, me planteé la necesidad de que los niños conocieran de primera mano una profesión y todo lo relacionado con ella. Estaba claro que teníamos que unir ambas ideas para diseñar una acción conjunta, y ahí surgió el taller «Los oficios: Enfermería».

Imagino que sería algo nuevo en el colegio…

Rocío Artero.- Sí, porque, aunque es verdad que acogemos charlas sobre educación para la salud de manera anual impartidas por los centros de salud de Villarreal, que están adaptadas a las edades de los niños y son amenas y muy eficaces, este taller práctico nunca lo habían disfrutado.

Tras el taller, muchos niños han dicho a sus familias que quieren ser enfermeros

¿Reto conseguido?

Francesc Carceller.- Sí. Los niños han conocido qué es un enfermero, sus funciones, los instrumentos y técnicas básicos en esta profesión y, sobre todo, creo que hemos logrado que pierdan el miedo a ir a los centros sanitarios. Y al personal sanitario.

Esta charla les ha generado unas ganas increíbles de conocer y descubrir más. Además, algunos de ellos están entusiasmados, hasta el punto de querer ser enfermeros de mayores

Es que las vacunas duelen…

Francesc Carceller.- (Risas) Es verdad. La mayoría de niños tienen estigmatizado el rol del sanitario porque casi siempre que ven a alguien con una bata o un pijama blancos les hacen daño. Pero aunque una vacuna duele, no se les ha explicado el porqué de esa vacuna, el efecto que a la larga tendrá, que es evitar una enfermedad que dolerá más.

Eso es verdad. ¿Te dio tiempo a contarles algunas técnicas de soporte vital?

Francesc Carceller.- Sí, al final del taller realizamos la posición lateral de seguridad, primero con un muñeco y luego entre ellos, para que sepan qué hacer si se encuentran a una persona inconsciente, ya que es una posibilidad que puede darse en el recreo o en el parque.

Avisar a un adulto, ver, oír y sentir la respiración y el pulso, y realizar correctamente la técnica, pueden salvar una vida. Y no es muy complicado si te lo enseñan desde pequeño.

Creo que ha sido un taller muy enriquecedor donde han aprendido que los enfermeros no somos “los malos”, sino que velamos por su salud

Para los niños una reanimación cardiopulmonar es muy difícil, pero, si durante todos los cursos de primaria, se van dando charlas de este tipo, al final sabrán realizar la técnica perfectamente. En muchos países esta iniciativa es una asignatura obligatoria, ya que puede salvar muchas vidas con unas pocas nociones básicas y creo que en España también debería ser obligatorio.

La alumni de Magisterio y el estudiante de Enfermería del CEU, unidos por la educación en salud

En cualquier caso, parece que estás contento con el resultado.

Francesc Carceller.- Mucho. Para mí ha sido un reto y un privilegio enseñar y difundir mi vocación a los más pequeños.

Creo que ha sido un taller muy enriquecedor donde han aprendido que los enfermeros no somos “los malos” sino que velamos por su salud y también creo que se lo han pasado muy bien aprendiendo y colaborando entre ellos. Y espero volver pronto para enseñarles más.

Avisar a un adulto, ver, oír y sentir la respiración y el pulso, y realizar correctamente la técnica, pueden salvar una vida. Y no es muy complicado si te lo enseñan desde pequeño.

¿Y tú, Rocío?

Rocío Artero-. Sí. Estoy segura de que esta charla les ha motivado muchísimo en el aprendizaje y les ha generado unas ganas increíbles de conocer y descubrir más. Además, algunos de ellos están entusiasmados, hasta el punto de querer ser enfermeros de mayores. Desde el día de la charla hacen muchas referencias en clase a todo lo que aprendieron.

Y no solo ellos.  Al terminar la tarde, los niños contaron a sus familias todo lo que habían conocido esa tarde e incluso imitaban a Francesc en casa practicando la posición lateral de seguridad o realizando una extracción. Las familias me han hecho llegar su agradecimiento, están muy contentas con la iniciativa.

La coordinadora de Enfermería supervisó el desarrollo del taller de educación para la salud

Y a ti, como maestra, qué te ha aportado?

Rocío Artero.- Me ha recordado la importancia de llevar a cabo un proceso de enseñanza-aprendizaje activo y participativo en el que los niños deben moverse, experimentar y levantarse de sus pupitres para vivir aquello que deben de aprender. La ilusión de los niños es siempre la mejor inyección de ganas de trabajar de cualquier maestro.

Este taller me ha recordado la importancia de llevar a cabo un proceso de enseñanza-aprendizaje participativo en el que los niños deben experimentar aquello que deben aprender

Esto suena a que se repetirá…

Rocío Artero.- Por mi parte, seguro que sí. Al resto de maestros les ha parecido un iniciativa muy motivadora y funcional, tanto para los niños como para ellos mismos. Así que sí: seguramente en los próximos cursos se vuelva a organizar.

Dices que es muy funcional para los maestros, ¿en qué sentido?

Rocío Artero.- Los maestros pasamos muchas horas en el colegio con los alumnos. Dentro del aula hay muchos niños y no siempre podemos estar pendientes de ellos cada minuto. Por ello, es necesario que sepamos cómo enfrentarnos ante situaciones que se puedan producir, como una caída grave, un atragantamiento, cualquier crisis, por leve que sea, o incluso pérdidas de conciencia…

Y a ti, qué te ha enseñado el taller, Francesc?

Francesc Carceller.- Me ha parecido una experiencia muy enriquecedora y gratificante, aunque me ha parecido muy difícil impartirla a niños tan pequeños, que no tienen el vocabulario necesario o la capacidad suficiente para entenderlo todo. Adaptar un taller de enfermería para niños de 6 años no es tarea fácil, pero gracias a Isabel Almodóvar y a Rocío, creo que se ha llevado a cabo a la perfección.

Muchas gracias a ambos y enhorabuena por la iniciativa.

R.A. / F.C.- Gracias.

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