En su conferencia se ha referido a los avances en las aplicaciones clínicas que han comenzado a producirse a partir de células madre adultas y que no se obtienen, sin embargo, en los estudios con embrionarias
El catedrático José Manuel García Verdugo, el primer científico en describir en el cerebro humano la existencia de células madre o troncales, ha clausurado el ciclo de conferencias «Aborto y eutanasia» en la Universidad CEU Cardenal Herrera. Bajo el epígrafe “Decisiones sobre la vida y la muerte: derecho, filosofía y medicina”, ocho expertos de diferentes disciplinas han abordado en este ciclo las cuestiones éticas, jurídicas y médicas vinculadas al aborto y eutanasia.
El profesor García Verdugo ha manifestado que los avances en la obtención de células madre embrionarias sin provocar la destrucción del embrión son anecdóticos, porque en realidad siguen sin resolverse los problemas que generan estas células en su aplicación terapéutica: el rechazo en humanos y la generación de tumores en animales, derivados de su alto potencial de proliferación.
Frente a estos problemas, García Verdugo ha manifestado que se han obtenido avances claros en la obtención en cultivo de células madre adultas, capaces de transformarse en distintos tejidos y que no presentan los problemas de rechazo de las embrionarias, ni son causantes de tumores. En relación con los resultados de sus propias investigaciones, García Verdugo ha dedstacado que está demostrada la existencia de células madre adultas en el cerebro y su ubicación. “Para saber si podrán tener un uso en la curación del parkinson o del alzheimer hay que seguir investigando”, ha señalado.
Aplicación futura al alzheimer
Como dato esperanzador en este sentido, García Verdugo ha señalado que el alzheimer se origina en la misma zonal del hipocampo donde se produce la neurogénesis, una relación que puede dar lugar a aplicaciones terapéuticas en el futuro. También se ha referido a los avances en las aplicaciones clínicas que han comenzado a producirse a partir de células madre adultas y que no se obtienen, sin embargo con las embrionarias. Entre ellos ha destacado el futuro prometedor de las aplicaciones de células madre procedentes de tejido graso en corazones infartados, la posibilidad de formar vasos sanguíneos a partir de células madre de la médula ósea y las aplicaciones para la regeneración de la piel, “que tienen mucho futuro”.