Simultaneó dos carreras -Periodismo y Ciencias Políticas- en el CEU cuando aún no existían los dobles grados. Desde entonces, además de ser la “primera presidenta online de España”, ha asesorado a políticos locales, nacionales e internacionales de todos los colores. Hace un año se embarcó en un nuevo proyecto: la consultoría Estrategos, desde la que trabaja para las principales multinacionales, ONG’s y asociaciones de España. Un reto que compagina con muchos otros, como el de dar clase en el Título de Marketing Político de su antigua Universidad. Es Amparo Plaza.
Has impartido formación al equipo digital electoral del presidente panameño, a grupos políticos del Consejo Nacional Electoral de Ecuador. Has asesorado en campaña y en gobierno al PP, PSOE, UPyD, Ciudadanos… Y apenas ha pasado una década desde que saliste de la Universidad. ¿Cuáles fueron tus primeros pasos?
Al acabar Periodismo y Ciencias Políticas en el CEU estuve unos años como freelance y en 2008 creé mi propia empresa de comunicación, Newbim, con la que asesoraba a políticos locales.
2008 fue un año importante. Salió un concurso del periódico La Vanguardia y la productora de The Big President, que consistía en realizar una campaña electoral en torno a tu persona a través de internet (Youtube, correo y foros… todavía no había redes) para conseguir ser Presidente del Gobierno online de España. Me presenté, junto con 500 candidaturas más. Y, tras tres meses de concursos, pruebas, vídeos, fotos… ¡gané! Así que soy la primera presidenta online de España.
¿Cómo alcanzaste esa presidencia?
(Risas). El premio eran 8.000 euros. Y aquí va un apunte y primera lección si haces campaña electoral: invertí la mitad del premio del concurso para ganar. Me arriesgué. Era mío, y lo hubiera perdido si no llego a conseguirlo… pero no se pueden ganar unas elecciones sin dinero.
La estrategia me salió bien: gané y usé el dinero en dos seminarios de la George Washington University en Washington DC. Allí descubrí la gerencia política, political management, y supe lo que quería hacer en la vida.
¿Cómo ha sido el camino desde entonces?
Muy largo y duro. He estado a punto de tirar la toalla varias veces y he tenido que empezar desde cero en diversas ocasiones. He llegado hasta aquí con mucho trabajo, esfuerzo y tesón.
Un alumno me preguntaba en clase en el CEU el otro día sobre esto: «Amparo, ¡tú has hecho de todo! La verdad es que yo no sé si voy a conseguirlo porque no soy muy trabajador…». Me entró la risa y le respondí que, entonces, no se dedicara a esto.
La época de estudiante en el CEU fue maravillosa. No pasé por la universidad. ¡Viví la universidad!
Luego volveremos sobre tu faceta de profesora. Asesoras a todo tipo de clientes: políticos, asociaciones… ¿Es igual de complicada y satisfactoria una campaña para unos y otros?
No. Cada caso es un mundo. Todo tiene sus pros y sus contras. Las campañas electorales son muy intensas. Una campaña de comunicación corporativa o un lanzamiento de un producto pueden ser también muy emocionantes, pero el grado de intensidad es menor. La vivencia es completamente distinta, aunque las estrategias sean equiparables, porque, al final, el mundo se mueve con comunicación.
¿Cómo trabajas con tus clientes?
Analizo su caso, defino su contexto, marco junto con ellos sus objetivos y diseño la estrategia para llegar a ellos. El método es siempre es el mismo. Da igual si es en política o en empresa. Hay muchas herramientas y recursos de los que se puede servir el consultor. Yo lo que hago es centrarme en aquellas que necesitan mis clientes en cada momento.
Los sueños se consiguen con trabajo, esfuerzo, ilusión y mucha pasión
¿En qué porcentaje es determinante la comunicación para ser un líder político?
En mi opinión, la comunicación es el factor principal del liderazgo. A través de ella el líder político tiene que conquistar la mente y el corazón del elector. Es esencial que el líder sepa comunicar. Si no sabe, lo primero que tendrá que hacer es formarse. Tiene que aprender a comunicar cosas complejas de manera positiva, sencilla, breve y entretenida. Tiene que controlar su comunicación no verbal y debe cuidar su imagen. Porque todo comunica en política.
No solo formas a líderes, sino a futuros líderes, o a futuros formadores de líderes, impartiendo clases en el Título de Marketing Político del CEU. ¿Cómo sienta esa vuelta a las aulas?
De maravilla. Me encanta dar clases. De hecho, imparto formación desde hace años. Colaboro con otras universidades y con consultoras de formación en el extranjero. Pero dar clases en el CEU cierra un círculo. Y compartir mis experiencias con mis alumnos me apasiona.
a los futuros comunicadores y politólogos: que no se olviden de que somos científicos y hay que trabajar de forma sistemática y rigurosa. Eso marcará la diferencia.
¿Qué lección quieres que se grabe ‘a fuego’ en tus estudiantes?
Que el conocimiento nadie te lo puede quitar, es una apuesta segura, y que los sueños se consiguen con trabajo, esfuerzo, ilusión y mucha pasión.
Seguimos en el CEU, pero cuando tú estabas en el lado de los alumnos. ¿Qué recuerdas de esta época?
Yo pasaba el día entero en el CEU. Tenía clase por las mañanas y por las tardes. ¡Casi vivía allí! Y fue una época maravillosa. Puedo decir que no pasé por la universidad. ¡Viví la universidad! Y nunca he querido perder el contacto porque me apasiona el ambiente universitario. ¡Aprender, aprender, aprender!
Somos conscientes de lo apretado de tu agenda. ¿Concluimos con algún consejo para futuros comunicadores y politólogos?
Que no se olviden nunca de que somos científicos (de una ciencia social, pero científicos al fin y al cabo) y que, por tanto, es muy importante trabajar en cualquier área, pero más en política, con método, de forma sistemática y rigurosa. Eso marcará la diferencia.
Muchas gracias y mucho éxito en todos tus proyectos.
A vosotros.