Se encuentran en las dunas de la playa del pinar del  Grao de Castellon.. Y hablan paseando tranquilamente para ayudar al pensamiento, al modo peripatético.

Aunque ella estudió Filología Anglo-germánica y es secretaria en la Refinería de Castellón, en esta ocasión “ejerce” de periodista con una entrevista muy preparada que salpica de comentarios personales y agradecimientos al responsable del Centro donde se forman sus hijos. Él piensa mucho para responder a preguntas de corte personal  que le sacan de su natural pragmatismo y sencillez.

María Romero es la madre de dos estudiantes de Medicina de la Universidad CEU Cardenal Herrera en Castellón. Eladio Collado, enfermero y director de este joven Centro Universitario.

¿Cómo empieza tu vocación de enfermería y cuál ha sido tu trayectoria profesional?

Cuando tenía 15 años me extirparon  un quiste sebáceo y tenía que ir todos los días a que me lo curaran. Cuando iba al centro de salud me encantaba la labor y cómo me trataban las enfermeras.  Decidí en ese momento estudiar Enfermería; y cuando acabé empezó mi periplo por diferentes hospitales de la Comunidad Valenciana hasta que en mi pueblo, Alzira, hicieron el hospital de la Ribera y empecé a trabajar en el quirófano de Urgencias.

Y entre cesárea y legrado conocí a mi mujer, Ana, que es ginecóloga, y acabé en Castellón. Entonces impartía clases como profesor asociado en la UCH, en Valencia, y tuve la oportunidad de coger una dedicación completa que con los años acabó con el ilusionante proyecto de iniciar (o continuar ) el proyecto del CEU en Castellón con la escuela de Enfermería. Luego llegaron Magisterio y Medicina. Desde entonces han pasado ya nueve años.

¿Cuáles son las prioridades y principales proyectos ahora en la CEU-UCH de Castellón?

Consolidarnos como una oferta seria, una alternativa atractiva, y que la gente empiece a percibirnos como algo propio de Castellón. Nuestro centro está hecho por la gente de Castellón y cubrimos un hueco muy importante para la sociedad castellonense ampliando la oferta formativa y con un proyecto educativo diferente. Y es un placer ver cómo la gente confía cada vez más en nosotros y lo contentos que están los alumnos…

Doy fe… ¿Qué objetivos tenéis a largo plazo?

Sobre todo afianzar la oferta de posgrado y consolidar las titulaciones que tenemos en marcha.

¿Cómo ves a los estudiantes del CEU en relación con la juventud actual?

Los veo con muchísima iniciativa, algo que echo a faltar en  parte de la juventud. Con ganas de poner en marcha proyectos; gente muy sana y muy comprometida, con ganas de exprimirnos a los profesores y aprender al máximo, lo cual se agradece. Hace poco los alumnos de Magisterio celebraron una gala benéfica donde consiguieron 1.200 euros para Cáritas y también han impulsado una asociación, AMEVOCAST, para ayudar a niños con dificultad mediante clases de refuerzo; tenemos alumnos que todos los años se van a Calcuta; los alumnos de Medicina han fundado una asociación, Primum Inter Pares, con muchas iniciativas… y muchos otros están colaborando en diferentes proyectos impulsados por Yago, nuestro capellán y profesor de Doctrina Social.

¿Estar rodeado de universitarios con una gran vitalidad, motivación y ganas de superación influye de alguna manera en tu día a día profesional y en tu vida personal?

Desde luego. Me considero un privilegiado trabajando en lo que trabajo, sobre todo por estar rodeado de gente joven tan comprometida y vital. Quieras o no, siempre te contagia.

He leído en vuestra web sobre el programa Platón y el trato personalizado. Cuéntame un poco más.

Dos de nuestros estandartes son la innovación metodológica y la atención personalizada. En el primer caso ya fuimos pioneros a través del programa Platón, que tiene que ver con lo que demanda ahora Bolonia. Resumiendo mucho, hay un menor número de clase magistrales y se incrementan los seminarios, talleres y prácticas donde el alumno se integra en el proceso de aprendizaje de un modo más activo y trabaja otro tipo de competencias.

En el plano de la atención personalizada contamos con un sistema tutorial desde que el estudiante inicia la carrera y hasta el final. Yo creo que es decisiva especialmente la tutoría individual que realizamos los profesores con dedicación el primer año, que es el más complejo para el alumno que se incorpora por vez primera al mundo universitario. Además, los alumnos cuentan con servicios de apoyo como el Servicio de Orientación, SOUAD y, por supuesto, está nuestra política de despachos abiertos.

Uno de los rasgos distintivos de la UCH es la formación integral y en valores. ¿Cómo se transmiten éstos y qué otras ventajas tiene estudiar en esta universidad frente a la opción de la pública?

Somos una universidad de inspiración cristiana y presumimos de que no sólo formamos buenos profesionales sino a personas. Una clave para la transmisión de valores es el profesorado. Tenemos un claustro altamente cualificado y formado por grandes personas, y eso el alumno lo percibe y se contagia de alguna manera.

Además, hay asignaturas como Doctrina social y Antropología donde intentamos transmitir directamente estos principios del Humanismo que complementan estupendamente titulaciones con un alto grado de vocación como las de Ciencias de la Salud y Magisterio.

Nos diferenciamos también por un proceso de admisión más personal y, sobre todo, por esa atención personalizada de la que hablábamos. Se trata de que el alumno te vea como alguien accesible al que se puede dirigir cuando tiene un problema o quiere compartir una opinión. Que se sienta en su casa, porque es su casa.

¿En qué aspecto de tu vida te sientes más identificado con el CEU?

(Pausa) La verdad es que no estudié con la idea de ser un docente. La docencia ha venido después y estoy muy agradecido a esta Universidad por darme la posibilidad de ganarme la vida haciendo algo que me encanta. También me encanta el trato con las personas y estar diariamente trabajando con gente joven, sintiéndome partícipe de su formación de base y tratando de transmitirles el amor por una profesión, y la ilusión, algo muy gratificante.

¿Qué cosas te hacen sonreír en la vida?

Mis hijos, mi mujer y un sinfín de pequeñas cosas. Además tengo una cantidad excesiva  de aficiones. Me considero una persona muy familiar y me gusta compartir con mi mujer y mis hijos todos mis hobbies.

(Cuando te conocí en la Universidad me llamó la atención este señor tan sonriente y agradable –risas-) ¿Recuerdas alguna anécdota de tus alumnos?

Varias. En mi despacho tengo colgada una caricatura de unas alumnas a las que tutelé un trabajo que necesitó mucha ayuda para el Congreso internacional de estudiantes. Al acabar me regalaron una caricatura basándose en una foto mía que no sé cómo consiguieron. Allí salía yo escalando una montaña, que era el congreso, y arrastrándolas a ellas de la cuerda.

También me ha pasado, y es muy gratificante, ir a un hospital como paciente y que te atienda un enfermero que ha sido tu alumno.

Algún otro recuerdo entrañable en el CEU.

Muchos. Por ejemplo la despedida de mis compañeros en Valencia cuando me vine a Castellón, las celebraciones de Navidad y los actos de graduación.

Tu aportación más valiosa para la Universidad.

No creo que lo tenga que decir yo. No lo sé, la verdad.

Algo harás…

No sé (pausa). Quizá que soy tranquilo. Para puestos de gestión creo que hay que ser tranquilo o parecerlo. Creo que eso ayuda. Y que trato de dar importancia a las cosas que la tienen y no a las que no la tienen.

Lo más grande y valioso que te ha aportado tu trabajo en el CEU.

Además de todo lo que he comentado antes, y enlazándolo con lo que me preguntabas ahora, el reconocimiento: ver que la dirección de la Universidad  ha confiado en mí, que han pasado bastantes años y siguen haciéndolo.

La confianza la verdad es que llena mucho…

Sí. He tenido la posibilidad de trabajar en otros sitios y seguramente cobrando más, pero  la verdad es que sigo aquí, y eso quiere decir algo. No me llenaría tanto ni me sentiría tan realizado si estuviera en otro lugar.

¿Qué diferencia ves de tu época de estudiante respecto a la época actual?

No hay tanta. Incluso me veo muchas veces reflejado en alguno de los alumnos. Tampoco soy tan mayor…

Obviamente han cambiado los planes de estudio, competencias y forma de impartir las clases, pero no hay tanta diferencia en el fondo.

¿Ves compañerismo entre los alumnos?

No voy a negar que son muy competitivos, pero luego son una piña.

Como madre de dos alumnos de Medicina del CEU me preocupa el horario tan apretado que tienen…

A mí también.

…de prácticas (risas), clases y horas de estudio. Y no me gusta la idea de ver a mis hijos estresados y que su vida se limite al estudio. ¿Cómo lo ves?

Difícil de solventar. Realmente con Bolonia y el nuevo diseño de los planes de estudio, el horario es complicado y poco podemos hacer. Y aunque intentamos coordinar al máximo los horarios, es inevitable este tipo de presión en nuestra universidad, y en todas. Y Medicina es una de las carreras más difíciles.

Si tuvieras que explicar a los jóvenes universitarios qué es el éxito profesional, ¿qué les dirías?

El éxito empieza en el momento en que decides elegir algo y aciertas. El mayor éxito es ser feliz en tu trabajo diario.

¿Qué valores les convertirán en mejores personas y profesionales?

La solidaridad, y que adquieran cierta sensibilidad hacia la persona que sufre, la que atienden. La empatía, la escucha activa… Son valores, además, que luego se extrapolan a su vida personal.

Otra recomendación para los alumnos de Castellón en su etapa como estudiantes y en su futura vida profesional.

Que nos expriman, como personas y profesionales. Y después que nunca pierdan el contacto con sus compañeros de carrera. Creo que eso es vital.

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