Profesores-Saiz-y-Pascual-CEU-UCHRosa Pascual Serrats es valenciana de pura cepa.

Quedo con la decana un viernes de una semana con agenda a rebosar y con acto de apertura de curso incluido. Lo hacemos a las 11, en su despacho, el que ocupa en la ‘zona noble’ del aulario de Alfara del Patriarca.

La ‘zona noble’ es la que se ensancha a modo de ágora cuadrada y en la que se departe, no pocas veces, mientras se hacen fotocopias en ‘las copionas’ o se espera el ascensor, ese que tarda un día en subir y dos o tres en bajarnos. Vamos, como hacía el tren de Gandía: que tardaba un día en subir de la playa hasta Alcoy y viceversa.

Si alguien busca a la decana, la encontrará rápido, porque siempre tiene la puerta de su despacho discretamente entreabierta y, como siempre, luce sutilmente perfumada; por el aroma se sabe dónde está ella. Es discreta, elegante, mujer de palabra justa, observadora y afable. ¿Tímida? No lo creo; al menos a mí no me lo parece. Eso sí, muy querida por todos, como así me habéis dicho aquellos de vosotros a los que me he acercado preguntándoos por ella.

A través de su atenta secretaria, pasamos al despacho y le falta tiempo para dejar la actividad en la que está ocupada y dedicarme toda su atención. Rosa busca que no me incomode, que me sienta bien en su despacho, que esté a gusto mientras dure nuestro encuentro. Me invita a tomar asiento; empezamos la conversación.

Decana, ¿cómo y cuándo te integras en el equipo del CEU?

Me incorporo al CEU como becaria de investigación en 1994. Yo estudié aquí tres años, cuando era centro adscrito, y luego los dos últimos de la licenciatura los estudié en la Universidad de Valencia. Al terminar iba perdida sobre qué quería hacer y empecé con unas oposiciones para técnico de la Generalitat, para el grupo A.

Cuando me puse a estudiar el temario, todo era Derecho administrativo, que a mí nunca me había gustado y, como no me veía, además, dedicándome a esto, no llegué a presentarme a las oposiciones.

Estuve un año como pasante en un despacho, ‘pisé’ el Turno de Oficio y, al surgir la oportunidad de la beca de investigación que me concedieron en el CEU, me integré en esta casa, donde estoy contratada desde 1996.

(Supe de Rosa en el año 1996, en un curso sobre abordaje educativo y terapéutico de la voz para personal docente que el CEU organizó en su antigua sede de la avenida del Barón de Cárcer. Allí coincidimos los dos, y otros compañeros, tratando de ejercitarnos en el dominio de la voz hablada para nuestras clases; en el caso de Rosa, las de Derecho procesal)

Casi todos tenemos a alguien que, en un momento de nuestra vida, nos apoya, confía en nosotros y nos brinda la oportunidad de iniciarnos en la profesión. En tu caso, Rosa, la mano de ese maestro, o maestra, que confía en ti y que te ayuda ¿de quién fue?

No hay un solo nombre. La persona que me dijo que iban a salir las becas de investigación en el CEU fue Magda Torrero, antigua compañera mía de estudios. Magda me puso en contacto con la responsable de los estudios de Derecho, Pía Calderón, que desde entonces ha sido mi maestra y hoy es mi amiga. Ella ha sido muy importante para mí, tanto personal como profesionalmente. Con ella hice mi tesis doctoral y también, junto a ella, he participado en proyectos de investigación que ahora, por el cargo, me resulta más difícil compaginar, pero que no he dejado. La gestión y la docencia es la misma y te queda poco tiempo para la investigación. A través de Pía sigo trabajando.

¿Mereció la pena, pues, dejar a un lado aquella oposición de entonces y haberse dedicado a la investigación y la docencia en el CEU?

Pues sí. Yo disfruto muchísimo con mi trabajo. Para mí no hay horas. En mi casa, mi marido me dice que le da envidia sana verme estudiar o trabajar sin que sea como una losa… Y mis hijos me preguntan que si no me lo sé ya todo (risas).

Rosa es una mujer muy trabajadora. En su historia laboral no aparece ninguna baja por maternidad a pesar de que ha sido madre dos veces ¿Cuánto tiempo ya en el decanato y cómo llegas a él?

Cuando tuve a Álvaro dije que no volvería a suceder más. Y volví a caer en la misma; Marta nació en marzo y tras las Pascuas me incorporé a la docencia, otra vez sin haber pedido ninguna baja.

Al decanato se llega de rebote. Yo soy una persona introvertida que nunca me hubiese planteado el asumir el cargo de decana. No porque me dé miedo el trabajo, sino porque a mí me gusta trabajar en la sombra.

Yo estaba como profesora y Carlos Carramolino asumió el decanato. Me pidió que yo asumiera la coordinación y acepté. Entonces, estando como coordinadora de Derecho, Carlos saca una plaza como magistrado y se tiene que ir a mitad de curso. En ese momento Paco Bosch me llama a su despacho y me propone asumir el cargo en funciones hasta que resolvieran la vacante. Tras un año trabajando en funciones,  aparece un día por mi despacho el entonces rector José María Díaz y Pérez de la Lastra y me dice que le gustaría que asumiera yo la responsabilidad. “Mira, le dije, lo primero que te diría es que no… Pero a ti no te puedo decir que no”.

Y cuando fue elegida la nueva rectora, Rosa Visiedo, veo la oportunidad de dejar el cargo y lo pongo a su disposición para ver si me relevan a mí también… Y me dice Rosa  que «no había pensado en ello”. Este es el cuarto año en el decanato. Para mí el cargo es una superación día a día…

entrevista jesus saiz y rosa pascual CEU UCHRosa Pascual se siente muy orgullosa de todos sus compañeros profesores; casi todos con acreditación como titulares de Universidad…

A veces, en algunas reuniones de presupuestos me dicen: “Tu profesorado es muy caro…”, y yo les digo que es la sección de la Universidad que más veteranos y más catedráticos tiene. Yo creo que eso es un valor. Tiene su coste, pero yo estoy muy orgullosa de mi profesorado.

Decanato triple e importante. ¿Cómo resuelve Rosa Pascual el día a día?

Con el respaldo de mis compañeros. En la rama de empresa he contado hasta hace poco con el valioso apoyo de Desamparados Lluch que, al casarse, se ha marchado a la Universidad CEU San Pablo de Madrid. En el ámbito de Políticas, Chimo (Joaquín Marco), como era de Derecho y Políticas, ha sido para mí un apoyo absoluto. Es muy importante contar con un equipo que te apoye y saber que lo tienes al lado.

(Qué difícil resulta no referirnos al tema de la enseñanza. Cuando de profesores se trata, la docencia y su prolongación, la investigación, siempre están presentes en las conversaciones. Rosa ha impartido, en Derecho, todas las posibles asignaturas -hoy materias- del área de procesal: civil, penal y la parte general. Lo que más temen sus alumnos -eso dicen algunos- son las pruebas orales y la literalidad que se les exige en las respuestas…)

¿Estamos formando en el CEU-UCH más a opositores que a futuros ejercientes de la abogacía de base?

Yo no exijo literalidad; lo que sí exijo es un mínimo de conocimientos. Siempre les digo que no les pido un artículo de memoria, porque para eso tienen las leyes, los textos legales; y que lo que tienen que saber es buscar, tener el esquema claro en la cabeza para desarrollarlo y estudiar desde el primer día… Pero, claro, lo que pasa con mi asignatura es que, además de que tiene mucho contenido para poco tiempo, es mucho de conceptos, características, requisitos… En ningún momento pretendemos que prevalezca el opositor sobre el ejerciente.

Respecto a las pruebas orales, se ponen muy nerviosos y tampoco tienen mucha facilidad de expresión. La lista de preguntas y la tradicional bolita que sacan es la vía que utilizo para el examen oral. Hay un listado de preguntas, con números, y ellos extraen la bolita del tema. Tras cinco minutos de preparación, en los que se hacen su esquema, iniciamos la prueba. Se disipa, así, cualquier duda sobre si tengo preferencias para poner unas u otras preguntas según el que se examina. Al alumno le exijo corrección en el lenguaje y una adecuación a la terminología del Derecho en todo caso.

Hablamos del cine y su influencia sobre los estudiantes de Derecho y nos dice la decana:

Aquí, en España, las cosas no son como las enseña el cine americano. Aquí el letrado no se levanta y empieza a gesticular. Se trata de hacer la mejor defensa oral, pero no de hacer teatro, como vemos en muchas películas en las que aparece el tema jurídico.

Rosa, ¿cómo se ha encauzado el proceso Bolonia en la enseñanza del Derecho en nuestra Universidad?

Muy bien. No nos ha costado incardinar el proceso Bolonia porque ya veníamos aplicando las técnicas que ahora se nos exigen en nuestras clases. Solo que, en mi caso por ejemplo, si entonces lo hacía a la vez que explicaba la teoría, ahora  contemplamos unas horas solo para las prácticas.

Y sigue Rosa:

Uno de nuestros retos es motivar a los alumnos. Cuesta mucho conseguir que aprecien el esfuerzo que se está haciendo por ellos para que conozcan el día a día de la profesión. No lo valoran lo suficiente. Tenemos que luchar mucho con ellos para hacerles ver todo lo que se les está ofreciendo y que no aprovechan. Traes a profesionales de prestigio a juristas consagrados y, ¡vamos!, como si trajeras a un recién licenciado…

Profesores Saiz y Pascual CEU UCH

¿Se ha notado la fuerte competencia de esos otros centros que se han creado durante estos años?

A pesar de que cada vez hay más competencia y de que es muy fuerte, tenemos que olvidarnos de ella y pensar en nuestros alumnos. Nuestro eje fundamental es la formación de nuestros alumnos de acuerdo a nuestro ideario y a las características peculiares que siempre hemos tenido y por las que se nos conoce bien.

¿Por qué está tan de moda y se le da tanta importancia a la llamada mediación?

Nosotros estamos trabajando en este tema con el Colegio de Abogados desde el 2007, cuando la mediación era desconocida. Comenzamos con un Máster de Mediación Familiar y desde entonces seguimos con el ICAV; hemos ido ampliando los contenidos del máster y mejorándolo.

Hoy la mediación es importante, porque puede ser una alternativa a la tutela judicial. Hay casos en los que se acude a los órganos jurisdiccionales pudiéndose evitar esa sobrecarga de los jueces, y yo creo que hay una apuesta clara por la mediación. Se trata de que ambas partes lleguen a un acuerdo por sí mismas, de que aproximen posiciones, porque el mediador no impone nada.

El otro día, en la apertura del año judicial, la Presidenta del Tribunal Superior de Justicia apeló a la mediación y también al arbitraje como una alternativa a la tutela judicial.

¿Alguna verdad confesable ya en este final?

¡Deporte nada! El fin de semana podría, pero siempre encuentro otra cosa mejor que hacer. El cine me gusta, pero tampoco… Me gusta estar con la familia y con mis padres el fin de semana, pues los veo poco. Además, es muy escaso el tiempo que me queda.

Pues no te quitamos más, decana. Rosa. Ha sido un auténtico placer compartir contigo esta grata conversación. Te deseo acierto y éxito en tu no fácil gestión al frente del equipo decanal de Derecho, Empresa y Ciencias Políticas de nuestra Universidad. ¡Te lo mereces!

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