Un proyecto de innovación educativa de la Universidad CEU UCH en Elche acerca la hipoterapia a los futuros profesionales y a las Escuelas de Educación Especial

En un mundo donde la educación y la terapia encuentran puntos de encuentro innovadores, el proyecto «Fisioterapia a Caballo: Acercando la Hipoterapia a la Universidad y a las Escuelas de Educación Especial», dirigido por Cristina Salar y co-coordinado por Sonia del Río, profesoras de Fisioterapia de la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH), emerge como un faro de cambio. Este proyecto, que se extiende a lo largo de tres años académicos, desde este mismo curso, incorpora la hipoterapia en el curriculum de los estudiantes de fisioterapia, no solo como una herramienta educativa, sino también como un medio para fomentar un impacto social positivo.

“El proyecto tiene como fin último mejorar la calidad de vida de niños con necesidades especiales a través de intervenciones fisioterapéuticas innovadoras que involucran el uso de caballos”, asegura Salar. A su vez, prepara a estudiantes de Fisioterapia para enfrentar desafíos reales en el campo, “enseñándoles habilidades prácticas mientras refuerzan su compromiso con la solidaridad y la justicia social, pilares de la misión de la universidad”.

Beneficios multidimensionales de la hipoterapia

La hipoterapia no es simplemente montar a caballo, destaca Salar. “Es una intervención fisioterapéutica compleja que aprovecha el movimiento tridimensional del caballo para mejorar la función motora y sensorial de los niños”. Y es que este tratamiento ha demostrado ser “particularmente efectivo en la mejora de la postura, el equilibrio y la coordinación motora, así como en aumentar la confianza y el bienestar emocional de los participantes. Además, situar a los niños en un entorno natural contribuye significativamente a su motivación y alegría, elementos cruciales para la terapia pediátrica efectiva”, apostilla.

Para esta docente, «Fisioterapia a Caballo» no es solo un proyecto: “Es una visión, un compromiso con la excelencia educativa y terapéutica que establece un precedente para cómo la universidad puede desempeñar un papel fundamental en la respuesta a las necesidades sociales mientras forma profesionales capaces y compasivos”.

Metodología del proyecto

Antes de que los niños comiencen a participar en las sesiones de hipoterapia, un equipo de fisioterapeutas, incluidos estudiantes y profesores del CEU UCH, lleva a cabo evaluaciones detalladas para entender mejor las necesidades específicas de cada niño. Esta evaluación inicial es crucial para diseñar intervenciones que sean tanto efectivas como personalizadas.

Una vez completada la evaluación, se desarrollan sesiones de terapia adaptadas a las necesidades individuales de los niños, que comienzan en la primavera. “Estas sesiones no solo involucran a los niños en diversas actividades terapéuticas sobre el caballo sino también juegos y ejercicios en un entorno natural que están diseñados para ser divertidos y terapéuticamente beneficiosos”.

Sonia del Río advierte que “la metodología del proyecto incluye una evaluación continua de cada sesión para asegurarse de que los objetivos terapéuticos se están cumpliendo y de que se hacen los ajustes necesarios para optimizar los resultados”.

Colaboración y apoyo

Un aspecto clave del proyecto es su colaboración con el colegio Público de Educación Especial “Virgen de la Luz”, que desde hace más de 35 años atiende a alumnos y alumnas, en edades comprendidas entre 3 y 21 años, con necesidades especiales graves y permanentes, que provienen de Elche y sus pedanías, Crevillente y Santa Pola. “Esta colaboración es vital para el éxito del proyecto, permitiendo un enfoque más rico y más integrado que beneficia tanto a los estudiantes de fisioterapia como a los niños participantes”, apunta Salar.

Para esta experta, la expectativa es que, al final de los tres años, “este proyecto no solo habrá impactado positivamente en la vida de numerosos niños, sino que también habrá formado fisioterapeutas con una rica experiencia en tratamientos pediátricos especializados y un firme compromiso con la práctica socialmente responsable”. Incluso anticipa que el proyecto “ayudará la expansión de la hipoterapia como una modalidad de tratamiento reconocida y respaldada más ampliamente dentro y fuera de la comunidad académica”.

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