Acaba de leer su discurso de ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia

El director de la ESET, José Luis Ferrer, junto al arquitecto Antonio Escario y el profesor Vicente Blasco.

Dentro de la programación de la asignatura Construcción III, impartida por el profesor Vicente Blasco García, el 29 de abril el prestigioso arquitecto Antonio Escario visitó las aulas de la Universidad CEU Cardenal Herrera. Escario, quien, apenas hace un mes, leyó su discurso de ingreso como Académico de Número en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, titulado “La Arquitectura real”, explicó a los estudiantes las características de su último edificio en el Parque científico de Paterna y cómo ha aplicado en él los conceptos de lo orgánico y lo modular en la arquitectura.
El edificio, que próximamente visitarán los estudiantes de esta asignatura, consiste en un contenedor industrial modular de crecimiento fácil para tareas actuales y futuras de investigación. Dado que los investigadores requieren variabilidad, era necesario, según ha explicado Antonio Escario, diseñar un edificio lo más versátil posible. Unos cubos de 12 x 12 x 12 metros, conectados entre sí, resuelven eficazmente el problema proporcionando esa variabilidad, la cual está presente no solo en la intercambiabilidad de los espacios, sino también en la envolvente del edificio, exenta de la estructura, que permitirá el intercambio de tipo de acristalamiento del hueco (de módulo 1,33 x 1,33 metros) en función de las necesidades lumínicas: opaco, transparente fijo y transparente practicable.

Espacios en sombra y toques simbólicos
Para el arquitecto, en un edificio de estas características, donde la función interna es la que acaba diseñando los espacios, y precisamente para ofrecer un contrapunto a la modulación tan estricta, juegan un papel muy importante en la composición los espacios en sombra y los toques simbólicos, como por ejemplo la forma semicircular del salón de actos o el remate de la caja de la escalera, que se prolonga hacia el exterior en forma de hito para que el edificio, de solo doce metros de altura, sea distinguible en su entorno. Antonio Escario ha destacado ante los estudiantes la importancia del replanteo en este tipo de edificios tan modulares, así como de los detalles resueltos hasta sus últimas consecuencias para que el proyecto no se escape de las manos del arquitecto.
Analizando el edificio del Museo Provincial de Albacete, una de sus primeras obras de juventud, de naturaleza organicista, Antonio Escario introdujo a los alumnos de Arquitectura de la Cardenal Herrera en los fundamentos del dibujo a mano como herramienta que nos permite rapidez conceptual y rapidez en las modificaciones a lo largo del proceso de diseño, haciendo hincapié en la conjugación de racionalidad y organicidad que debe presidir en todo momento el trabajo del arquitecto.

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