- Alumnos de Magisterio del CEU refuerzan esta competencia mientras generan materiales que estimulan la imaginación de los más pequeños
La vida es un aprendizaje continuo. Mayor, incluso, en circunstancias adversas como las que estamos soportando. Los profesores del CEU lo saben, y por eso están haciendo de la necesidad virtud, y sacan el máximo partido al confinamiento para reforzar la formación de sus estudiantes.
Es el caso de la asignatura de Enseñanza y Aprendizaje de la Educación Plástica y Visual de Magisterio. Antes de la crisis, los futuros maestros estaban trabajando el poder de la imagen para movilizar emociones y pensamientos, narrar historias y dar visibilidad a realidades alejadas e ignoradas, con referentes artísticos como Ugur Gallen, Shadi Gharidian o Chema Madoz.
Esta actividad, como tantas otras impulsadas desde la asignatura, pretendía entrenar la mirada creativa de los estudiantes de Magisterio para afrontar en mejores condiciones cualquier circunstancia de la vida, y para transmitirla, en su futuro ejercicio profesional, a los escolares. Y es que experimentar la acción creadora es clave para ayudar a los más pequeños a que desarrollen la creatividad.
Experimentar la acción creadora es clave para ayudar a los más pequeños a que desarrollen la creatividad
Pues bien, tras la declaración del estado de alarma, la profesora decidió aprovechar la oportunidad de aprendizaje que ofrecía la nueva situación y reconvirtió el proyecto en el reto “pensar para crear” para combatir el lógico desánimo de los estudiantes de Magisterio y enfrentar la situación con creatividad y empatía.
“Aparte de trabajar el contenido que nos tocaba, explica María José Rodríguez, quería que la actividad ayudara a nuestros estudiantes a buscar momentos de reflexión creativa, a desarrollar la capacidad de observar el entorno cotidiano de sus casas y a bucear en su interior para crear una metáfora visual”. “La mayoría, continúa la docente del CEU, ha expresado en sus creaciones cómo se siente ante la angustiosa situación, y me ha sorprendido su aceptación solidaria al #YoMeQuedoenCasa y su mirada de esperanza”.
Y materiales para los niños
Pero, además de estas narraciones visuales (fotografías y fotomontajes), la profesora ha dado un paso más y ha pedido a los futuros maestros que diseñen actividades que ayuden a desarrollar la creatividad de los niños durante el confinamiento.
En una, han creado personajes con materiales de desecho o reutilizando objetos de uso cotidiano para contar cuentos con moralejas educativas muy diversas, como la importancia de comer fruta y hacer ejercicio durante el confinamiento, el valor de la familia y la diversidad o la importancia de reciclar.
En otra, los alumnos del CEU han preparado trampantojos en la cocina: divertidos engaños visuales que los pequeños pueden realizar con ayuda de los padres y comer en familia. Unas propuestas que los alumnos han decidido compartir con las familias de Castellón en el blog de Magisterio.
‘Es importante que los niños dejen a un lado los dispositivos digitales y experimenten con su entorno para fomentar su creatividad’
Éxito de aprendizaje
La iniciativa ha cumplido sus objetivos. Así lo cuenta Núria Felip: «Creo que todas las personas tenemos que reinventarnos en este confinamiento e intentar ser creativos». «En la docencia, continúa la estudiante de Magisterio del CEU, la creatividad es un pilar fundamental para motivar a los alumnos, y en esta asignatura estamos aprendiendo nuevas técnicas y recursos muy útiles para nuestro futuro como docentes».
La futura maestra tiene claro que, ahora más que nunca, «es importante que los niños dejen a un lado los dispositivos digitales y experimenten con su entorno para fomentar su creatividad, clave para la vida». «Además, subraya, la creatividad también es una herramienta que fomenta la unión familiar, especialmente importante en estos momentos para que los niños/as tengan un ambiente estable».
Núria ha disfrutado mucho creando materiales y trampantojos para estimular la imaginación de los más pequeños. «He aprendido que se pueden hacer muchas cosas con los objetos de nuestra casa, reinventándolos y creando otros nuevos, para potenciar el ingenio y creatividad de los niños, ayudándoles a que vean y piensen de manera diferente a la habitual, trabajando el reciclaje y enseñándoles moralejas con los personajes creados», explica.
Su compañera Marta Gimeno también destaca la oportunidad que ha supuesto este confinamiento para incrementar su creatividad y aprender a fomentarla entre los más pequeños.
«En una situación así, en la que tienes más tiempo libre, intentas buscar alternativas para mantener la mente activa y ahí es cuando entra en juego la creatividad de cada uno», asegura la joven.
‘Esta actividad me ha ayudado a valorar las pequeñas cosas diarias que teníamos o podíamos hacer antes del confinamiento’
La futura maestra explica que la actividad impulsada por la asignatura de Enseñanza y Aprendizaje de la Educación Plástica y Visual le ha ayudado «a valorar aquellas cosas que teníamos o que podíamos hacer antes del confinamiento, las pequeñas cosas del día a día».
«Como futuros maestros y maestras, si queremos que nuestros alumnos experimenten el proceso creativo, es esencial que primero nosotros lo hayamos vivido. De ese modo, podremos enseñarles estrategias, herramientas o técnicas para que la fomenten», concluye Marta.
En suma, una propuesta formativa creativa para una situación extraordinaria que ha cumplido su objetivo. Y es que, como recuerda María José Rodríguez, «la imaginación, la fantasía y la creatividad son necesarias en toda actividad humana para no limitarnos a reproducir, sino a producir, a crear nuevas imágenes, acciones y situaciones que nos ayuden a generar nuevos conceptos y comportamientos».
«Los maestros, continúa la profesora del CEU, deben facilitar a los niños experiencias perceptivas y creadoras que les ayuden a explorar, a descubrir, cuestionar, interpretar y expresar deseos e ideas. Este proceso les permite conocerse, gestionar sus emociones, conocer y relacionarse con su entorno para poder adaptarse a él con criterio propio».