Los estudiantes de Magisterio del CEU de Castellón aprenden a generar conciencia ecológica en los niños a través del arte y la reutilización de desechos  

Estudiantes de Magisterio del CEU de Castellón han realizado una instalación artística con material de desecho para denunciar la contaminación del fondo marino y para aprender a concienciar a las nuevas generaciones sobre la importancia de la reducción, reutilización y reciclaje de los plásticos en el cuidado del planeta.  

Con este proyecto de final de curso, que cumple ya su tercera edición, los futuros maestros han descubierto las grandes posibilidades simbólicas, comunicativas, creativas y estéticas que proporciona la creación artística a través de la reutilización de materiales. “Nuestros estudiantes interiorizan el valor pedagógico del arte para enseñar a los niños a reutilizar con ingenio en lugar de usar y tirar, y además aprenden a usar los residuos en el aula como materiales artísticos y didácticos», explica María José Rodríguez, impulsora de esta iniciativa. 

‘Nuestros estudiantes interiorizan el valor pedagógico del arte para enseñar a los niños a reutilizar con ingenio en lugar de usar y tirar’

Este proyecto artístico es la culminación a todo un curso trabajando en el aula la educación medioambiental a través del arte. “Esta instalación conjunta, señala la docente del CEU, es la manifestación artística final con la que nuestros alumnos dan forma y visibilidad al concepto que quieren transmitir y compartir con el resto de los compañeros, con profesores y demás personal de la Facultad, así como con los niños a los que darán clase en el futuro”.  

El color depende de ti 

En esta tercera edición, el desafío era indagar y reflexionar sobre la extinción de animales acuáticos a causa de la contaminación, y concienciar a los niños en la necesidad de reducir el consumo, reutilizar objetos y reciclar residuos.  

Para acometer el reto, los futuros maestros comenzaron documentándose con textos y vídeos sobre las causas de la contaminación de océanos, mares y ríos, así como de sus consecuencias sobre el planeta y los seres que lo habitan. 

A continuación, indagaron sobre el trabajo de artistas comprometidos con el medioambiente que crean sus obras con materiales de desecho o transforman espacios y recrean ambientes para concienciar a la sociedad sobre el problema. Entre ellos, Mandy Barker, el colectivo BASURAMA, Bordalo II y VeroniKa Richterová.

Tras esta fase de investigación, los estudiantes de Magisterio del CEU decidieron el enfoque y detalles de la obra colectiva y procedieron a su realización. El resultado: “El color depende de ti”, una impactante instalación con una cortina de botellas y algas «contaminadas» por la que se accedía a un fondo marino convertido en un vertedero, con paneles de texturas sucias y colores ennegrecidos, peces y corales cubiertos por envases plásticos y numerosos elementos realizados con residuos que reflejaban el deterioro de la vida marina. 

Una experiencia fascinante

Así describe Enrique Masó, estudiante de Magisterio su participación en el proyecto. «La instalación ha conseguido volver a despertarme esa faceta imaginativa y creadora que se hallaba latente», confiesa el futuro maestro, para quien el arte «es una vía directa hacia el corazón de los demás, ya que nos permite conectar con la gente, transmitir sensaciones y emociones y lanzar mensajes de manera muy visual y directa».

‘QUERÍAMOS LANZAR UN PODEROSO MENSAJE DE SOCORRO, UNA LLAMADA A LA REFLEXIÓN SOBRE LO QUE ESTAMOS HACIENDO CON NUESTRO PLANETA’

Enrique Masó, estudiante de Magisterio en la Universidad CEU Cardenal Herrera de Castellón

«Creo que lo más importante para un docente es saber transmitir a los alumnos, desarrollar su capacidad crítica e imaginativa y conseguir en ellos una autonomía que les permita valerse por sí mismos en un futuro. Y, durante el proceso de elaboración de los elementos de la exposición, hemos indagado, investigado, experimentado y creado: justo los mismos procesos por los que debe pasar un alumno a la hora de elaborar su propia obra, o expresar un juicio o una opinión respecto a algo», explica..

El estudiante de Magisterio del CEU asegura que el arte «es una herramienta pedagógica sumamente importante e interesante con una transversalidad infinita con el resto de las asignaturas impartidas en el colegio». «A través del dibujo de un niño, prosigue, podemos descubrir sus miedos, sus inquietudes, qué es aquello que le hace feliz, los problemas que pueda tener en casa, incluso quiénes son las figuras más importantes en su vida. Y, además de la transversalidad, el arte desarrolla también el sentido estético y sensible del alumno, y eso nos permite educar personas más concienciadas y sensibles con respecto a aquello que les rodea».

Respecto a la importancia de generar conciencia ecológica, Enrique lo tiene claro: «Creo que es evidente el enorme problema al que nos enfrentamos actualmente con la contaminación. Si queremos que exista un mañana, debemos concienciar a las futuras generaciones sobre cómo cuidar del planeta y a los seres vivos que habitan en él». Sin embargo, destaca el estudiante, el proyecto no solo se enfoca en las nuevas generaciones: «Queríamos lanzar un poderoso mensaje de socorro, una bofetada de realidad y una llamada a la reflexión sobre lo que estamos haciendo con nuestro planeta. La situación actual no es culpa de los jóvenes, sino de los adultos y de aquellos que durante todo este tiempo no hemos hecho nada para cambiarla. Todavía estamos a tiempo de cambiar las cosas».

Enrique Masó comparte una última reflexión sobre el papel de los docentes: «Los buenos maestros debemos hacer creer en sí mismos a nuestros alumnos, abrirles las puertas del conocimiento, proporcionarles las herramientas necesarias, hacer que cuestionen todo lo que les rodea, que indaguen y compartan sus ideas sin miedo… y tenemos que acompañarles en su proceso de maduración. Cuando ya no nos necesiten, significará que habremos hecho bien nuestro trabajo».

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