El caqui se reivindica en la Comunitat Valenciana

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1962

Jaume Part Martorell / 4º Periodismo

Los asiáticos lo descubrieron en el siglo VII en Japón y China. A principios del siglo XIX llegó a Estados Unidos y alrededor del año 1870 a España, donde cada vez es un fruto más importante. En nuestro país esta especie se cultiva sistemáticamente en la Ribera del Xúquer y en la ribera del Río Segura. La variedad que tiene más peso actualmente es el “Rojo Brillante”. En la Ribera del Xúquer existe la Denominación de Origen, ya que en esta zona se concentra el 80% de producción en España. Con ustedes, el caqui.

Según el último informe elaborado por el Ministerio de Agricultura el cultivo del caqui en la Comunitat Valenciana se ha materializado en 2.796 hectáreas, es decir, un incremento del 23,57% en relación al año pasado. Este dato indica la expansión que este fruto está teniendo en nuestra Comunitat debido a la alta rentabilidad del producto, que hace que muchos agricultores  prefieran apostar por él en detrimento de principales cultivos de nuestras tierras. Cada vez son más los que, hartos de las pérdidas que generan en estos momentos los cítricos, ven en el cultivo del caqui una escapatoria.

No obstante, ha habido un largo camino hasta el punto de que el caqui esté casi al mismo nivel que cultivos tan importantes y arraigados en la Comunitat como las naranjas y si hay un personaje principal en esta historia ese es sin duda, el caqui denominación “Ribera del Xúquer” llamado también «caqui persimon»,  clave en el crecimiento de la producción y de la comercialización del fruto.  Para hablar del nacimiento de este tipo de caqui tenemos que situarnos a mediados de los 90. En esta época el Instituto de Investigaciones Agrarias  y las Cooperativas de la Ribera adaptaron por primera vez la técnica de la eliminación de la astringencia (tratamiento también llamado persimon) es decir, suprimieron la aspereza que impedía comer dicha fruta en estado semimaduro.

El tratamiento del Persimon  consiste en la aplicación de CO2 en cámaras bajo control riguroso, lo cual permite un tratamiento en buenas condiciones tanto desde un punto de vista técnico como económico. En este proceso se consiguen eliminar los taninos, que a su vez son los causantes de la astringencia.

A partir de este momento hay un avance ya que antes como la fruta tenía que estar muy madura para el consumo, el hecho de comercializarla hacía que la misma pudiera no llegar en óptimas condiciones a su destino por lo que el comercio se restringía a zonas cercanas al cultivo.

Sin embargo, no es hasta unos años más tarde, en 1997, cuando los primeros caquis tratados empiezan a exportarse a España y al extranjero. Los números hablan por sí solos y haciendo referencia a la apuesta de los agricultores por el caqui según la Consellería de Agricultura y Medio Ambiente,  el cultivo ha pasado de 2.437 hectáreas en 2004 a 11.511 en 2014.  Otra fecha importante fue el 10 de junio de 2013 cuando el Tribunal Supremo, tras una larga batalla judicial reconoció al consejo regulador de la Denominación de Origen de la Ribera del Xúquer el derecho exclusivo a utilizar la marca Persimon.

Producción actual

La producción en estos momentos se dedica a la exportación en un 75%  y a lo largo del 2017 se espera llegar a la producción de 240.000 toneladas de caqui según Cirilo Arnandis, presidente de la Cooperativa de l’Alcúdia (CANSO) y desde el año pasado presidente de las cooperativas agroalimentarias valencianas.

Cirilo dirige la Cooperativa de l’Alcúdia, que usa un método cuanto menos peculiar que consiste en escalonar la recolección. De este modo se logra adelantar o atrasar la cosecha para que no llegue toda a la vez elaborando varios tratamientos de postcosecha o en su caso precosecha.

Estos tratamientos sirven para mejorar la comercialización y potenciar la rentabilidad y están avalados por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), que dirige en estos momentos Cristóbal Aguado, quien recientemente ha señalado que la evolución del caqui ha sido meteórica gracias entre otras cosas a la implantación de esta nueva forma, en palabras de Aguado “muy mejorada”, que pronto comenzó a gozar del favor de un público que no había mostrado ese entusiasmo por el fruto hasta entonces.

No obstante, Aguado también se muestra prudente y lanza un mensaje de cautela: “Pienso que el caqui aún no ha tocado techo pero los productores y comerciantes no deben bajar la guardia ya que no debemos olvidar las experiencias acaecidas en otras variedades que empezaron con buen pie y terminaron muy mal por planificaciones inadecuadas”, señala el presidente de AVA-ASAJA.

Por su parte Cirilo Arnandis remarca: “La producción en 2020 será de 650.000 toneladas, tres veces más que la de la última campaña. Hemos realizado un  estudio y sabemos cuál es la producción que vamos a tener en los próximos años. Gracias a las plantaciones de los últimos años calculamos esa cifra para 2020”.

Otras voces destacadas del sector no dudan en resaltar la importancia de la variedad persimon en el empuje del caqui y en el aumento de producción que este fruto está generando: “Al principio era un cultivo anecdótico y de delicado manejo después de cosecharlo, con la implantación de la variedad persimon todo esto ha dado un cambio de rumbo y ha facilitado muchas cosas”, destaca Andrés Góngora el responsable de frutas y hortalizas de COAG una de las asociaciones agrarias más importantes del país con sede en Andalucía.