Once colectivos sociales de la provincia de Alicante presentan sus necesidades a los estudiantes del grado de Educación Infantil y Primaria

Aprender ayudando. Este es el objetivo de las V Jornadas Universidad y Solidaridad que organiza la Universidad CEU Cardenal Herrera en Elche y en la que once colectivos sociales de la provincia de Alicante presentarán mañana jueves, a los alumnos de los grados de Educación Infantil y Educación Primaria, sus necesidades específicas de apoyo educativo. Seguidamente, los estudiantes universitarios se integrarán en estas asociaciones para crear materiales y recursos virtuales. Asimismo, darán respuesta a contextos socioculturales desfavorecidos, especialmente a personas con necesidades especiales y en situación de exclusión social.

La idea de esta jornada nace ligada a nuestro objetivo primordial de ser servicio a la comunidad, asegura Nuria Andreu, profesora de Magisterio en el CEU de Elche y coordinadora de este proyecto educativo. “La profesión docente va ligada al servicio a otros. Por ello, la competencia solidaria debe estar también integrada en la formación universitaria, pues todos podemos ayudar a crear un mundo mejor”, concluye. 

Conciénciate; Integra-TEACadot; APSA; Asociación Noonan Valencia; Artes Cultura y Ocio; Sense Barreres; APANAH; InteRed; 22 q Levante; Apesoelx y Asociación Globo Elche son los colectivos que participan en estas jornadas, que nacen de la mano de un proyecto de innovación basado en el aprendizaje servicio. “Esta jornada pretende ser un escenario de difusión hacia la solidaridad. Para ello, contactamos con asociaciones que atienden a personas con necesidades específicas de apoyo educativo (personas con N.E.E. y en situación de exclusión social). Sobre todo para cuenten sus proyectos y nos abran cauces para poder colaborar de forma solidaria con ellos”, afirma Nuria Andreu. 

Solidaridad y compromiso social

De manera similar opinaAntonio Luis Martinez-Pujalte Lopez, de la Asociación Conciénciate, para quien la solidaridad y el compromiso social deben ser componentes esenciales de la formación universitaria. “Igualmente, la experiencia demuestra -y los propios voluntarios lo atestiguan- que la implicación en acciones solidarias y el voluntariado contribuyen decisivamente a la maduración personal de los jóvenes. Especialmente, ayuda a ejercitar la empatía y confiere una mayor fortaleza para hacer frente a las adversidades”.

También para María Ángeles Jaén y Juana María Sánchez, directora y presidenta, respectivamente, de la asociación ARTES Cultura y Ocio esta iniciativa es un valor diferencial para los universitarios. “Concretamente para el alumnado de Magisterio es mucho más enriquecedor, ya que conocen a través de la experiencia otras herramientas para enseñar, exploran nuevos caminos”, aseguran.

De igual forma, Anto Noya, de APANAH considera que con este tipo de iniciativas se sientan las bases de la práctica profesional, independientemente de las disciplinas. “Probablemente se van a encontrar con personas con discapacidad y se ha de generar empatía, atención especializada con todas las personas. Que interioricen sus necesidades y que sean ágiles a la hora de dar respuesta”, apunta.

Del mismo modo, María Jesús Bernabé, trabajadora social y Clara Serrano, directora del Centro de día en SENSE BARRERES consideran prioritario dotar del mayor número de herramientas a estos futuros profesionales. “A nivel laboral las empresas que contratamos, valoramos muchísimo que el solicitante haya desarrollado acciones de voluntariado. Porque dice mucho a favor de esa persona, que dedica parte de su tiempo libre a ayudar a los demás”.

Es más, desde IntegraTEACadot aseguran que “hacer voluntariado significa potenciar la generosidad de cada uno de nosotros. Cuanto más se madure esta capacidad, mayor capacidad de paciencia, cercanía, conocimiento y serenidad en el desarrollo de la profesión conseguiremos”. Probablemente, como recuerdan desde NOONAN VALENCIA, porque “enriquece la formación teórica al acercar a los universitarios a situaciones cotidianas reales a las que se enfrentarán después en su desempeño laboral”. Algo en lo que coincide Desi Segarra, deportista de Boccia y miembro del Club Deportivo Globo Elche. “Les sensibiliza mucho más, les estimula a buscar soluciones y pone en práctica lo aprendido en las aulas universitarias”, reconoce.

En consecuencia, advierte Begoña Arias, Responsable de Gestión y Comunicación de InteRed, el aprendizaje servicio solidario “le permite tomar conciencia de su papel como agente de cambio para contribuir a una sociedad más justas, sostenible e igualitaria”.  Además, como apostilla Ángela Pérez Fuentes, vicepresidenta de la Asociación Síndrome 22q Levante, “deben estar preparados para la diversidad del alumnado”.

Artículo anterior‘ReThink Alfafar’: premio para tres proyectos de políticas públicas elaborados por nuestros estudiantes
Artículo siguienteJavier Díez-Domingo (Fisabio): “Ni la medicina sería científica, ni se habría controlado el Covid sin los ensayos clínicos”