El profesor de Psiquiatría de la Universidad de Nueva York subraya la importancia de desarrollar en los niños los sentimientos de compasión y empatía para evitar que sean violentos en la vida adulta

Luis Rojas Marcos, durante su participación en Cerebration.

El I Encuentro de Jóvenes Talentos “Cerebration”, que se celebra en la Universidad CEU Cardenal Herrera, ha abierto sus sesiones con la conferencia plenaria del psiquiatra Luis Rojas Marcos, profesor de la Universidad de Nueva York, ciudad en la que ha dirigido el Sistema de Sanidad y Hospitales Públicos. Para Rojas Marcos no es cierto que hoy haya más violencia que nunca, sino que hay una mayor inquietud social hacia ella: “Hoy nos llaman más la atención conductas que antes eran consideradas normales, como el maltrato a las mujeres”.
Ante los más de sesenta estudiantes con mejor expediente académico de España reunidos en este encuentro, Rojas Marcos ha subrayado que la percepción sobre la violencia en nuestra sociedad es, en ocasiones, más mediática que real: “A menudo confundimos la reiteración de noticias sobre hechos violentos con la vida real, lo que nos puede llevar a pensar que estamos rodeados de maltratadores y de terroristas”. Sin embargo, para estudiar la violencia hay que tener una idea razonablemente realista del problema. Para Rojas Marcos, “no es cierto que el ser humano sea violento por naturaleza: ese es un pensamiento automático y negativo que debemos evitar”.

Compasión, empatía y culpa
“No nacemos violentos; es durante la infancia cuando aprendemos a ser violentos, igual que a amar o a hablar”, ha recordado Rojas Marcos. Por eso es importante vivir una infancia que permita al ser humano desarrollar los sentimientos de la compasión, la empatía y la culpa, antes de los diez o doce años de vida: “Para resolver el problema de la violencia hay que invertir en la infancia”, ha subrayado el psiquiatra.
Es precisamente en la infancia cuando más inciden en el ser humano mensajes subliminales que, desde el cine, los medios o los juegos, nos inducen a justificar la violencia: la glorificación del macho y de su fuerza bruta, la necesidad de que haya siempre un ganador y un perdedor -incluso en la familia, en la escuela o en las relaciones de pareja-, o la existencia de “los otros”, en referencia a grupos y minorías discriminadas por ser distintas, son algunas de esas justificaciones subliminales de la violencia que nos rodean.

Acoso escolar y violencia doméstica
Para Rojas Marcos, las peores situaciones de violencia son las que se viven en aquellos contextos de los que la víctima no puede escapar, como la familia o la escuela. El primer paso para resolver estas situaciones de violencia es reconocerla y mostrar una clara actitud de “tolerancia cero” hacia ella. Y el siguiente paso es el desarrollo de campañas de prevención, igual que se hace en las campañas de salud pública.
Rojas Marcos ha subrayado también la importancia de las leyes en la luchas contra la violencia, que deben lograr un doble objetivo: “Al violento hay que aislarlo y a la víctima hay que rescatarla”.
Ya en el coloquio con los estudiantes, Rojas Marcos ha señalado la importancia del papel de los medios a la hora de sensibilizar a la sociedad y mantener su preocupación sobre el tema: “Es importante dar la información, pero deben minimizarse el morbo y las imágenes innecesarias”.
Las aportaciones de Luis Rojas Marcos han servido como base para el trabajo de los estudiantes en grupos de trabajo, para buscar soluciones a la violencia en distintos ámbitos, como la familia, el deporte, el cine o la publicidad.

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