El presidente de la Fundación Universitaria San Pablo CEU impone a Juan Cotino la primera Medalla al Mérito que concede la Cardenal Herrera, en el 75 aniversario del CEU

Alfredo Dagnino, presidente de la Fundación Universitaria San Pablo CEU.

En el acto celebrado en Valencia con motivo de la conmemoración del 75 aniversario del CEU, Alfredo Dagnino, presidente de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, ha felicitado a los nuevos doctores por la Universidad CEU Cardenal Herrera, que han sido investidos en el acto académico, así como a don Juan Cotino, a quien ha impuesto la primera Medalla al Mérito que concede la Universidad: “Es un merecido reconocimiento al servicio prestado al bien común por parte de un católico en la vida pública; a la trayectoria de un hombre que se ha entregado a los demás en la labor pública, como expresión del amor al prójimo, que es también amor a Dios”.
En una fecha tan destacada para el CEU como este aniversario, el presidente de la Fundación ha señalado que “es momento de volver a nuestros los orígenes”. Para Alfredo Dagnino, “hablar del CEU –ayer, hoy y mañana- es hablar de la ACdP, porque de ella recibe su raíz y su inspiración vocacional, porque la esencia del CEU está en la fidelidad a esas raíces”.
Por ello, el presidente ha querido recordar en este aniversario la labor tanto del padre Ángel Ayala, fundador de la ACdP, como del Siervo de Dios Ángel Herrera Oria, en su objetivo de “formar hombres, de preparar minorías selectas y activas de personas íntegras y de acción, preparadas intelectualmente para cumplir los fines de la ACdP, para hacer frente al desfondamiento intelectual de la Iglesia española de los años 30”.

Evangelizar educando y educar evangelizando
Hoy el CEU -“una de las obras educativas señeras en España”, según ha recordado su presidente-, “está llamado a asegurar una enseñanza de calidad y a proponer una visión cristiana del hombre y del mundo, transmitiendo la verdad, encontrándose y apoyándose en ella”. Para Alfredo Dagnino, “el CEU ha de ser una propuesta educativa al servicio de la vida, que permita a los jóvenes alcanzar la madurez humana para comprometerse con la sociedad, reconociendo la dignidad de la persona como centro de todo”. En definitiva, “el CEU debe evangelizar educando y educar evangelizando”.
El presidente también ha subrayado en su discurso que, pese a la existencia hoy de opciones políticas que contradicen los valores fundamentales de la naturaleza humana, especialmente en la defensa de la vida, la familia y el derecho de los padres a educar a sus hijos de acuerdo con sus convicciones, el CEU seguirá fiel a sus retos: “No vamos a desfallecer, porque nos obliga una tradición, mantenida durante estos 75 años por personas que han entregado su vida al servicio del CEU. Por ello, hemos de seguir fieles a nuestra misión, al servicio de la Iglesia y al servicio de España”.

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