Está completamente volcado en su labor de residente de primer año, especialidad de Cardiología, en el Hospital Universitario Santa Lucía de Cartagena. Pero le gustaría seguir investigando. Y es que Zóser Saura, graduado en Medicina el CEU, ha participado en numerosos proyectos de Investigación + Docencia en su universidad. Lo cuenta en esta entrevista. 

¿Satisfecho con la plaza que has conseguido?

Sí. Cardiología era desde un principio mi objetivo mínimo a conseguir. Es verdad que luego uno trata de buscar la “plaza ideal” (la provincia que quieres e incluso el hospital), pero en mi caso siempre he tenido claro que mi prioridad era la especialidad.

Además, tuve oportunidad de escoger varios sitios donde realizarla, y esa ha sido una de las decisiones más difíciles que he tenido que tomar: “De las plazas que hay, ¿dónde creo que, tanto a nivel formativo como personal, voy a estar mejor?”.

A pesar de contar con varios meses para elegir, uno nunca está al 100% seguro de estar escogiendo bien. Sin embargo, la mayoría de los residentes de distintos hospitales y provincias con los que hablé me dijeron que la residencia dependía de lo que uno diese de sí mismo. Y, ahora que he podido entrar, estoy corroborando a diario esas palabras. 

‘Los proyectos de Investigación + Docencia del CEU son muy positivos. Se podrían comparar con una mini residencia de investigación’

¿Qué tal esta nueva etapa formativa? ¿Era lo que te esperabas?

Muy contento. Es cierto que es una etapa en la que tenemos mucha más responsabilidad y presión que antes, al ser los primeros pasos ejerciendo y en los que careces de experiencia.

Pero, por otro lado, se agradece mucho ver cómo por fin aplicas los conceptos que has estudiado durante la carrera, notar que sales de los libros y te sientes cada vez más útil. 

¿Hacia dónde quieres encaminar tus pasos profesionales?

De momento mi objetivo es aprovechar al máximo esta etapa, aprender todo lo que esté en mi mano y fallar todo lo que se tenga que fallar (dado que es el mejor momento para ello). 

Más adelante sí que he pensado muchas veces que, además de ejercer como especialista, me gustaría enseñar y ayudar a otras personas (ya sean estudiantes o residentes) a conseguir el mismo objetivo. 

¿Te ha costado mucho adaptarte a la residencia?

Un poco al principio. Es como un niño de primaria que pasa “al colegio de los mayores”. No es como cambiar de curso y de asignaturas, sino empezar una nueva etapa en la que todo te pilla por sorpresa. Pero, una vez va pasando el tiempo, conociendo a otros compañeros y viendo cómo es el trabajo diario en el hospital, todo empieza a ser más fácil. 

‘Cuando llegas a la residencia, te sientes muy pequeño, pero viendo a mis residentes mayores sé que puedo llegar a cumplir el sueño de ser médico’

¿Te ha sido útil la experiencia adquirida a través de los rotatorios y las prácticas en el Centro de Simulación Avanzada del CEU? 

Sí, eso me ha ayudado bastante. En muchas ocasiones he notado que ciertas situaciones las he llevado bastante mejor de lo que pensaba gracias a estas prácticas (por ejemplo, de cara a realizar anamnesis, exploración de los pacientes, e incluso las guardias de urgencias).

Es algo que no notamos en la carrera, pero que más adelante se agradece: el no “partir de la línea de meta”, sino estar un poco más avanzado. 

Medicina es ayudar; no solo con conocimientos, sino también con empatía y humanidad’

¿Estás más cerca de cumplir tu sueño de ser médico?

Siento que estoy en ello, pero todavía me queda mucho para alcanzarlo. Me acuerdo, cuando terminé la carrera, de que una de las frases que se me vino a la mente fue: “Lo único que tengo yo de médico ahora mismo es el título”.

Y, cuando llegas a la residencia, en tus primeras guardias y en tu día a día, te sientes muy pequeño y notas que te queda muchísimo por aprender. Sin embargo, viendo a mis residentes mayores, sé que puedo llegar a ese objetivo, que con la experiencia del día a día puedo ser capaz de cumplirlo. 

No nos cabe ninguna duda. En tu opinión, ¿qué debería caracterizar a un buen médico?

La palabra que se me viene a la mente con medicina es ayudar; no solo con conocimientos, sino también con empatía y humanidad. Tratamos con padres, hermanos, parejas, personas que no quieren estar en el hospital, que están incómodas, estresadas, sufriendo, y con incertidumbre diaria. Y en ese momento los compañeros sanitarios somos los que más les debemos apoyar, intentando comprenderles y estar ahí para lo que necesiten.

En mi opinión, un médico puede saber o estudiar más o menos, pero muchas veces los pacientes y familiares necesitan algo más que eso. 

¿También debe investigar?

Personalmente creo que es algo muy recomendable. Y, si no se investiga, por lo menos estar al tanto de los últimos avances en el campo en el que uno ejerce. En la carrera es algo que queda lejos, y no nos percatamos de su importancia. Pero cuando en el día a día uno se topa con dudas o problemas que aún no tienen respuesta, es cuando ve la importancia real: poder dar soluciones y así beneficiar a los pacientes. 

‘Mi etapa en el CEU fue muy positiva: por el nivel de exigencia adecuado, la calidad en la enseñanza, así como la familiaridad de los profesores con el alumnado’

Tú ya lo has probado, participando en proyectos de Investigación + Docencia en el CEU, en los que los estudiantes tienen la oportunidad de colaborar con sus profesores en un proyecto científico real. ¿Cómo valoras esta iniciativa?

Considero que es algo muy positivo que tiene el CEU. Se podría comparar con “una mini residencia de investigación”: estás en un proyecto real con los beneficios y responsabilidades que ello implica, pero a la vez tutorizado por uno o varios profesionales que se preocupan por tu aprendizaje. 

‘Me gustaría seguir investigando en adelante, participar en estudios en los que pueda aportar nuevo conocimiento dentro de la especialidad que me gusta’

¿Qué te ha aportado? 

Para empezar, introducirme en el mundo de la investigación. Al principio suena muy difícil, pero, cuando das el salto, ves que es perfectamente realizable. Para mí ha sido un escalón intermedio que me está ayudando y me ayudará de cara a futuros proyectos. 

Suena a que no vas a dejar de investigar… ¿Estás aplicando lo que has aprendido?

De momento he empezado en pequeños proyectos con mis residentes mayores, y en ese sentido aún no he podido aplicarlo completamente; pero, a la hora de comentar estudios y proyectos actuales con compañeros, noto que soy capaz de interpretar y discutirlo con ellos mejor de lo que podría sin esa base investigadora que me ha aportado la universidad. 

Y sí, me gustaría seguir investigando en adelante, participar en estudios en los que pueda aportar nuevo conocimiento dentro de la especialidad que me gusta. Tengo también en mente comenzar el doctorado, pero siempre y cuando no interfiera en mi formación como residente, que es mi objetivo actual. 

El alumni del CEU ha participado en numerosos proyectos de investigación impulsados por profesores de su universidad. En esta imagen, junto a otros compañeros y el profesor investigador Enrique Rodilla

Zóser, ahora que tienes una cierta distancia respecto a tu etapa de estudiante en el CEU, ¿cómo la calificarías?

Como muy positiva: por el nivel de exigencia adecuado, la calidad en la enseñanza, así como la familiaridad de los profesores con el alumnado. Es algo de lo que creo que pocas universidades pueden presumir. Y ahora que ya no estoy allí es algo que se echa de menos…

Ha sido una de las etapas más importantes de mi vida, donde se me ha dado mucho más que una carrera: una segunda casa que me ha acogido durante 6 años, y siempre voy a agradecer el que me permitieran estar en ella. 

Ya sabes que sigue siendo tu casa. Gracias por compartir tu escaso tiempo con nosotros, mucha suerte con tus proyectos y hasta siempre.

A vosotros.

Zóser Saura fue premiado por la CEU UCH por su Trabajo Final de Grado
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