Gonzalo Moreno del Val se formó en las aulas de la Facultad de Veterinaria de nuestra Universidad. Durante la carrera ya destacó por su excelencia académica y llegó a obtener el Premio Extraordinario Final de Carrera. Una vez dio el salto al mercado profesional y tras pasar por varios institutos de investigación, llegó a ocupar distintos cargos de responsabilidad en instituciones veterinarias. Recientemente, ha sido nombrado vicepresidente del Consejo General de Colegios Veterinarios de España.

«Desde la Organización Colegial Veterinaria y la universidad debemos también trabajar para intentar transmitir a la sociedad y a los futuros veterinarios el importante trabajo que realiza nuestra profesión en todos sus ámbitos»

Gonzalo Moreno del Val, nuevo vicepresidente del Consejo General de Colegios Veterinarios de España

¿Qué supone para ti el reciente nombramiento como vicepresidente del Consejo General del Colegio Veterinarios de España?

Este nombramiento supone ampliar el compromiso que ya tenía con la Organización Colegial Veterinaria (OCV) como consejero de formación. Es un compromiso que adquiero asumiendo una de las figuras con mayor responsabilidad, y como uno de los máximos representantes de nuestra profesión.

Por todo ello, es sin duda un orgullo, pero también una gran responsabilidad.

Retos desde la vicepresidencia

¿Qué retos inmediatos son a los que te enfrentas desde la vicepresidencia?

En primer lugar, debo intentar afianzar todo el trabajo realizado durante los cuatro años que he ejercido como responsable de formación de la Organización Colegial Veterinaria. Creo que se ha hecho un gran esfuerzo para conseguir que nuestra organización sea líder en la formación de los veterinarios colegiados. Gestionando un presupuesto similar al que había cuando llegué, hemos pasado a aumentar en más del doble el número de actividades formativas y a multiplicar por cinco el número de alumnos.

Este éxito, en una plataforma que es de todas y todos los veterinarios españoles, ha repercutido directamente en nosotros, aumentando a más del 60% los contenidos gratuitos y reduciendo las tarifas de aquellos que son de pago. Esto es algo a lo que se debe dar continuidad.

Al mismo tiempo, el liderazgo del Consejo nos hace más fuertes como profesión. Este esquema, el de un Consejo robusto con unos servicios de excelencia, se debe promocionar porque favorece el desempeño de todos los colegios provinciales de veterinaria, especialmente de aquellos más pequeños y modesto. Además, propicia la defensa de nuestra profesión y sus intereses en cualquier lugar de nuestra geografía.

Por último, me gustaría poder establecer una buena red de relaciones institucionales y profesionales. Dentro de nuestra profesión y fuera de ella resulta esencial el diálogo y la empatía.

Retos de la profesión veterinaria

Y los veterinarios, ¿qué retos tienen por delante?

Hay muchos, pero en algunos de ellos necesitamos la participación y ayuda de la universidad para poder afrontarlos con éxito.

Pienso que en España necesitamos que la universidad y el mundo laboral estén más y mejor conectados, que pueda existir una comunicación fluida para beneficiarse ambas partes. De esta manera, podría, por ejemplo, ajustarse la oferta universitaria a las demandas del mercado de trabajo o adaptarse la formación universitaria a nuevos nichos de especialización que surgen con la evolución de la sociedad y de la propia profesión. Estos elementos pueden ser claves para el éxito de nuestros profesionales, para prestigiar nuestra profesión y para evitar también que, ante vacíos de conocimiento o de profesionales formados en una cierta materia, se deriven problemas de intrusismo con otras profesiones.

Desde la Organización Colegial Veterinaria y la universidad debemos también trabajar para intentar transmitir a la sociedad y a los futuros veterinarios el importante trabajo que realiza nuestra profesión en todos sus ámbitos. A nivel social debemos seguir trasladando el concepto “One Health”. Todos los veterinarios van más allá en la mayoría de sus actuaciones. No solo piensan en el bienestar y la salud de los animales, sino también en la salud de toda la población.

En cuanto a los futuros veterinarios, durante mis clases, veo con cierta preocupación cómo aquellas tareas que realizaban tradicionalmente los veterinarios en el ámbito rural, en la producción primaría o en la salud pública, no están incluidas en sus preferencias profesionales. Estas áreas de trabajo son fundamentales para nuestra profesión y su futuro; debemos evitar que se abandonen paulatinamente.

Veterinaria y salud pública

Veterinaria y salud pública, ¿deben de ir de la mano?, ¿Por qué?

La salud del medio ambiente, de los animales y la salud humana están interconectadas. Esto es algo que afortunadamente es cada vez más conocido.  Por cierto, debo felicitar a la Facultad de Veterinaria de la Universidad CEU Cardenal Herrera por ser la primera que introduce esta materia en su plan de estudios.

Muchas de las acciones que desarrollan los veterinarios desde sus puestos de trabajo repercuten a toda la sociedad. Siempre es más fácil apreciar el valor de la medicina asistencial que de la medicina preventiva, pero la profesión veterinaria realiza una tarea esencial velando por la salud de nuestra sociedad.

Muchas de las acciones que desarrollan los veterinarios desde sus puestos de trabajo repercuten a toda la sociedad

Los veterinarios permiten una convivencia segura y cada vez más estrecha con los animales de compañía, cuidan del bienestar y la salud de los animales de granja posibilitando a su vez que produzcan alimentos seguros, vigilan la seguridad de los alimentos a lo largo de toda la cadena de producción de alimentos, favorecen y sustentan el avance de la investigación biomédica, etc. Alguno de los retos más importantes que marca la OMS para nuestra sociedad, como las enfermedades emergentes (tres de cada cuatro son zoonosis), o las resistencias a los antimicrobianos, es imposible que puedan ser abordadas sin nosotros.

Cuando finalices tu tarea en este cargo, ¿cómo gustaría que se te recordará entre los veterinarios españoles?

El trabajo que se hace en los colegios profesionales no es muy conocido, ni tampoco bien valorado en muchas ocasiones. Pero comprometer tu tiempo con una entidad, que en algunas circunstancias puede ser muy demandante, no es fácil, y menos cuando, como en mi caso, se empieza bastante joven.

En todo caso, a todos nos gusta que se reconozca nuestro esfuerzo, eso es indudable. Y a mí me gustaría que se me recordase como un compañero que dedicó muchas horas de su vida a intentar hacer mejor su profesión y la sociedad en la que vive.

El paso por la Universidad

¿Cómo recuerdas tu paso por las aulas de la CEU UCH?

Fueron cinco años que recuerdo con mucho cariño y cierta nostalgia. Era la primera vez que vivía fuera de casa y me costó un poco adaptarme. En este sentido, creo que me ayudó bastante el ambiente familiar y de cercanía que se vivía en la Facultad y con el profesorado.

Me ayudó bastante el ambiente familiar y de cercanía que se vivía en la Facultad y con el profesorado

Fue también una época que me ayudó a convertirme en lo que soy hoy. No podía permitirme fallar y repetir. Necesitaba más bien poder obtener matrículas y algún premio académico, si era posible. Eso me hizo madurar definitivamente y aprender el valor del esfuerzo y el sacrificio.

Pese a ello no voy a negar haber vivido alguna fiesta, sobre todo las paellas, pero lo que más recuerdo sin duda, son muchas horas de estudio.

¿Qué consejo le darías a un estudiante de Veterinaria que acaba de comenzar sus estudios en el CEU?

La etapa de estudiante, especialmente de una carrera tan vocacional como la veterinaria, se debe disfrutar mucho. Y no solo me refiero lógicamente a conocer gente o salir con compañeros, por ejemplo, sino a disfrutar de la carrera, disfrutar del conocimiento que estás adquiriendo.

Ser curiosos e interesarse por querer aprender cada día un poco más es fundamental. En este sentido, es necesario tener la mente abierta y no solo pretender estudiar esa especialidad que tal vez nos llevó a matricularnos en la facultad, sino intentar también conocer todo el área de conocimiento que puede abarcar una profesión tan diversa como la nuestra.

Ser curiosos e interesarse por querer aprender cada día un poco más es fundamental.

Consejos para dar el salto profesional

¿Y a aquellos que terminaron su titulación hace unos meses y están preparados ya para dar su salto profesional?

Les transmitiría mucho ánimo. Todos hemos pasado por ese momento. Nadie nace aprendido. Es normal estar nervioso, tener dudas y cometer errores. Ahora comienza una nueva etapa de aprendizaje y lo importante es saber tener el enfoque adecuado. No debemos pensar nunca que lo sabemos todo. Siempre hay que tener ganas de aprender e intentar convertir nuestros fallos en experiencias que con el tiempo se convertirán en aciertos.

Siempre hay que tener ganas de aprender e intentar convertir nuestros fallos en experiencias que con el tiempo se convertirán en aciertos.

Por otro lado, les diría algo que es un momento para tener la mente abierta y no dejarse cegar tal vez por esa rama de la veterinaria que creemos a priori más interesante. El ejercicio de la veterinaria ofrece muchas posibilidades y no debemos tener miedo a explorar trabajos que conocemos menos o que pueden parecernos menos atractivos. A veces podemos sorprendernos y encontrar precisamente ahí mejores oportunidades de desarrollo.

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