Investigadores del Grupo “Estrategias terapéuticas en patologías oculares” de la CEU UCH confirman la relación entre estos dos procesos fisiológicos y la muerte celular de los fotorreceptores de la retina, que causan pérdida de visión hasta la ceguera en esta enfermedad degenerativa
La retinosis pigmentaria es una enfermedad degenerativa que afecta a una de cada cuatro mil personas. Causa pérdida progresiva de visión, hasta la ceguera, debido a la muerte celular de los fotorreceptores de la retina. Investigadores de la CEU UCH han descrito por primera vez, en un modelo animal en ratones genéticamente modificados, la evolución de dos procesos fisiológicos de forma paralela al avance de la enfermedad: el estrés oxidativo y la inflamación en la retina. Sus hallazgos, publicados en la revista científica internacional Antioxidants, pueden contribuir al diseño de nuevos tratamientos para frenar la pérdida de visión, centrados en estas dos dianas terapéuticas.
El equipo del Departamento de Ciencias Biomédicas de la CEU UCH, que lidera la profesora María Miranda, investigadora principal del Grupo “Estrategias terapéuticas en patologías oculares”, ha descrito la secuencia de la progresión del daño por estrés oxidativo y del proceso inflamatorio en la retina de ratones ‘rds’, que son modificados genéticamente para reproducir el avance de la retinosis pigmentaria. “Esta relación secuencial o temporal entre la muerte de los conos y bastones de la retina y el avance del estrés oxidativo y la inflamación no había sido descrita aún hasta nuestro estudio”, destaca Miranda.
Según añade el investigador del equipo Antolín Cantó, “en este trabajo hemos identificado la expresión de un amplio rango de biomarcadores relacionados con el estrés oxidativo y la inflamación paralelos a la degeneración celular en la retina y la muerte de conos y bastones. Y hemos secuenciado estos procesos por primera vez en el modelo animal en ratones empleado para el estudio de la retinosis”. En concreto, el equipo investigador ha evaluado marcadores de daño oxidativo en el núcleo y los lípidos celulares. Y, como marcadores de inflamación, han analizado la activación de la macroglía y el número y la morfología de las células de la microglía.
Tratamientos futuros más efectivos
Entender la fisiopatología de estos procesos de estrés oxidativo e inflamación en la retinosis permite emplearlos como dianas terapéuticas para el diseño de tratamientos futuros. “Hasta ahora los tratamientos a base de suplementos con antioxidantes habían sido cuestionados, debido a que algunos ensayos realizados en humanos no habían dado los resultados esperados. Por eso es necesario entender mejor, con estudios como este, la relación entre el estrés oxidativo y la inflamación con el avance de la degeneración de la retina. Nuestro análisis en un amplio rango de biomarcadores revela que sería importante encontrar fármacos que actúen, en primer lugar, evitando el daño oxidativo a grandes macromoléculas, como los lípidos y el núcleo de las células. Y en una segunda etapa, fármacos que aumenten nuestras defensas antioxidantes o disminuyan la inflamación”, señalan los autores del estudio.
El equipo investigador, que lidera la profesora del Grado en Farmacia de la CEU UCH María Miranda Sanz, ha estado integrado por los investigadores en formación Antolín Cantó y Javier Martínez González, y por los profesores Inmaculada Almansa, Rosa López Pedrajas, Vicente Hernández Rabaza y Teresa Olivar, todos ellos miembros del Departamento de Ciencias Biomédicas de la CEU UCH de Valencia.
Más información sobre el artículo “Time-Course Changes in Oxidative Stress and Inflammation in the Retinas of rds Mice: A Retinitis Pigmentosa Model”, en Antioxidants. DOI: https://doi.org/10.3390/antiox11101950