Ha conseguido colocarse en Top 100 del examen EIR (Enfermero Interno Residente), una difícil prueba -necesaria para obtener la especialidad- a la que se han presentado casi 13.000 enfermeros para acceder a poco más de 1000 plazas en todo el territorio nacional.
Lidia Utrillas Pérez, de Onda, enfermera formada en el CEU, comparte en esta entrevista la ruta que ha seguido para alcanzar su meta profesional. 

La alumni de Enfermería del CEU en la residencia de ancianos donde trabaja actualmente

¿Satisfecha? Estar en el TOP 100 del EIR es garantía de especializarte en lo que quieras y donde quieras… ¿Qué vas a hacer y dónde? 

Estoy muy contenta, porque siento que todo el esfuerzo ha tenido recompensa y que una etapa muy bonita y especial va a tener comienzo muy pronto. 

Al saber qué tenía plaza, empecé a valorar si hacer Pediatría u Obstetricia-Ginecología, así que, durante estas semanas, he estado en contacto con otros residentes y especialistas de España. Finalmente, creo que elegiré Obstetricia-Ginecología, ya que esta especialidad engloba la atención a la mujer en todo su ciclo vital, las primeras revisiones con el recién nacido, la atención a la unidad familiar… Me parece una opción muy completa. 

Respecto al hospital, todavía estoy comparando varios centros y cómo se llevan a cabo los rotatorios y los turnos, el trabajo dentro de la unidad docente, la posibilidad de realizar rotaciones externas… Aunque me estoy centrando en “estudiar” hospitales de Valencia, como La Fe, y de Madrid, como La Paz o Gregorio Marañón. 

‘Recuerdo que durante mis prácticas me encantó el trabajo de las matronas. Cierro los ojos y me encantaría poder desempeñar mi labor profesional de ese modo’

¿Cuál es tu sueño profesional? 

Trabajar como matrona. Recuerdo que durante mis prácticas me encantó el trabajo de estos profesionales en el centro de salud, realizando los talleres de preparación al parto, de lactancia materna, masaje infantil… Cierro los ojos y me encantaría poder desempeñar mi labor profesional de ese modo. 

‘En el CEU recibimos una formación humana muy importante para poder empatizar con los pacientes y sus familias’

Ya te queda poco. Por eso, para cumplir tu meta, y a pesar de que ya trabajabas como enfermera, decidiste presentarte el EIR, ¿no? 

Sí. Trabajo en el Centro de Día de Onda y en la Residencia de Ancianos Monseñor Fernando Ferrís, localizada también allí. 

Efectivamente, ya al acabar el Grado de Enfermería en el CEU en 2015 quería continuar formándome y estuve valorando qué podía hacer y qué era realmente lo que más me gustaba dentro del campo de la enfermería. 

Durante las prácticas de la carrera, tuve la suerte de pasar por el servicio de UCI Pediátrica y Neonatal del Hospital General de Castellón y también de ver el trabajo de una matrona, tanto en el centro de salud como en el paritorio. Posteriormente, y ya como enfermera, estuve en Neonatología en este hospital, y ello me ayudó a tomar la decisión. Lo que realmente quería era especializarme en el área materno-infantil, y ambas especialidades tenían plazas EIR. 

Creo, además, que los cuidados especializados son el futuro. Hasta ahora, cualquier enfermera podía trabajar en cualquier área y/o servicio, pero actualmente se están creando bolsas específicas para los profesionales especialistas. Es un proceso largo y laborioso, pero finalmente resultará beneficioso tanto para el propio profesional como para la seguridad de nuestros pacientes.

 ¿Durante cuánto tiempo estuviste preparándote para el examen? ¿Y cómo pudiste compaginarlo con tu trabajo? 

Comencé a estudiar prácticamente al acabar la carrera. Hubo periodos donde compaginé varios contratos de trabajo con el estudio y otros donde únicamente estudiaba. 

Este estudio también me sirvió para presentarme a oposiciones de enfermería de algunas CCAA como las de la Comunidad Valenciana o el País Vasco. 

Lo fui compaginando con una buena organización y entendiendo que cada paso me acercaría más a mis objetivos. Había momentos muy duros y en los que me planteaba si realmente quería aquello y hasta qué punto merecía la pena. Pero, al final, cada contrato laboral me daba la misma respuesta: yo quería ser enfermera especialista. 

‘No es imposible conseguir buen resultado en el EIR. Y la preparación de este examen te hace crecer a nivel personal y profesional’

¿Nervios el día del examen? ¿Cómo los venciste? 

Mentiría si dijese que no tuve nervios (risas). Recuerdo que la noche anterior apagué el teléfono y no quise encenderlo hasta que no hubiese hecho el examen para no tener distracciones y estar concentrada al 100%. 

Intenté pensar que la prueba era común y que, por lo tanto, la dificultad iba a ser la misma para todos los que nos hubiésemos preparado el examen. 

¿Qué consejos darías a los enfermeros que quieran presentarse al EIR? 

Ante todo, advertirles de que será una etapa dura. Es una oposición en la que se presentan muchos enfermeros para muy pocas plazas, y ello exige que haya momentos muy difíciles a nivel personal. Tendrán que renunciar a bastantes momentos de ocio e, incluso, habrá quien renuncie a algún contrato laboral para tener mayor tiempo de estudio. 

Pero mi principal consejo es que, con una buena organización, se puede conseguir. 

También es fundamental que tu entorno te apoye para que no te sientas tan solo en aquellas semanas en las que el simulacro de examen no ha salido todo lo bien que querías o cuando estás con el tema que más te cuesta. 

Sin embargo, quiero transmitirles que no es imposible. Que los resultados deseados, aunque a veces tarden, llegan; y que la preparación de un examen de este calibre te hace crecer a nivel personal y profesional. 

‘La enfermería es un estilo de vida que lo engloba todo. Tenemos muchas aportaciones pendientes por hacer para la sociedad y la sanidad’

Vamos a tu etapa universitaria. ¿Qué destacarías en positivo de esta época? 

Recuerdo con mucho cariño y orgullo mi etapa como estudiante en el CEU. Fue un camino lleno de conocimientos a adquirir dentro y fuera de las aulas y de personas a las que conocer, ya fueran profesores, compañeros, tutores y pacientes en los hospitales, centros de salud… 

Cada día nos enfrentábamos a situaciones nuevas: el primer día de prácticas en un servicio y/o centro nuevo, el momento en que podías hacer una técnica de enfermería tú solo, los minutos en los que te despedías de un paciente porque recibía el alta hospitalaria… Todo este tipo de situaciones y/o momentos me hacían plantearme muchas cuestiones que hasta ese momento habían pasado inadvertidas. Fue un periodo muy enriquecedor tanto a nivel personal como profesional. 

Lidia, de verde, en el acto de Imposición de becas del CEU

¿Recomendarías el CEU para estudiar Enfermería? 

Sin duda. Recibimos muchas clases teóricas que te hacen adquirir el marco general de conocimientos, que resulta esencial para poder entender una patología o el funcionamiento de un fármaco. Pero también recibimos una formación humana muy importante para poder empatizar con los pacientes y sus familias y así entender como todos ellos asimilan y/o integran los procesos salud/enfermedad en sus vidas. 

Asimismo, la universidad cuenta con aulas destinadas a talleres prácticos y seminarios. En ellos se trabaja en grupos reducidos, de 8-10 personas. Esto te permite adquirir destrezas prácticas bajo la supervisión del profesor, así como otras habilidades necesarias para un sanitario, como por ejemplo el trabajo en equipo. 

Además, actualmente el campus cuenta con el Centro de Simulación Avanzada, lo que supone una herramienta muy interesante para completar la formación tanto en Enfermería como en Medicina. 

Cuando cursaba segundo de Bachillerato, ganó una beca «Futuros Talentos» para estudiar el grado en Enfermería

Y una de vocación. ¿Siempre quisiste ser enfermera? 

La verdad es que mi vocación siempre ha estado dividida en dos. Me sentía enamorada de la sanidad en general (sin saber muy bien qué titulación elegir) y por las letras. 

Escogí el bachillerato de ciencias por ampliar conocimientos y tener más puertas abiertas al acabar. Sin embargo, en segundo, y concretamente durante las jornadas de puertas abiertas de las distintas universidades, decidí que quería hacer Enfermería, puesto que era la titulación que más se asemejaba a lo que yo tenía en mente. 

‘Los cuidados especializados son el futuro. Hasta ahora, cualquier enfermera podía trabajar en cualquier área y/o servicio, pero se están creando bolsas específicas para los profesionales especialistas’

Parece que fue una buena decisión. Define qué es la enfermería para ti. 

La enfermería, lejos de lo que ha supuesto en etapas previas, es una disciplina profesional autónoma. Como enfermeros tenemos la oportunidad de desarrollar nuestra función en varios ámbitos: asistencial (cuidando desde la visita preconcepcional hasta el último suspiro de vida), docente (pregrado-grado-postgrado), administrativa y gestora (llegando a puestos de dirección y coordinación) e investigadora (enfatizando la importancia de la enfermería basada en la evidencia y llevando a cabo tesis doctorales). 

Así pues, para mí, la enfermería es un estilo de vida que lo engloba todo. No somos un colectivo secundario, sino que tenemos muchas aportaciones pendientes por hacer tanto para la sociedad en general como para la sanidad en concreto. 

No nos cabe duda de que tus aportaciones serán muy valiosas. Muchas gracias por compartir tus reflexiones con nosotros y mucho éxito en adelante, Lidia. 

A vosotros.

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