Las jornadas, bajo el lema “Los políticos al servicio de los ciudadanos”, fueron clausuradas por el obispo de Orihuela-Alicante
Alfredo Dagnino, presidente de la ACdP y de la Fundación Universitaria CEU San Pablo, ha inaugurado las V Jornadas de Católicos y Vida Pública que, bajo el lema“Los políticos al servicio de los ciudadanos”, ha organizado la ACdP de Alicante en el Aula de Cultura CAM de Elche del 26 al 27 de octubre.
La mesa inaugural se completó con la presencia del vicario episcopal en Elche, Vicente Javier Martínez, el delegado de Apostolado seglar de la diócesis, Pascual Maestre, el presidente de CAM, Modesto Crespo, y el secretario de la ACdP en Alicante, Eloy Sentana.
Tras la bienvenida a los más de cien asistentes, entre los que se contaban el rector de la CEU-UCH, el director de Relaciones Institucionales de la Fundación, así como el vicerrector, el director, alumnos y profesores de la CEU-UCH en Elche y numerosos ciudadanos, el presidente pronunció la primera conferencia de las jornadas, “La España necesaria”.
La España necesaria
En su alocución, Dagnino aseguró que el mundo está pasando por una auténtica revolución cultural en la que la humanidad ha cambiado su paradigma “y se ha puesto en tela de juicio las verdades morales que antes eran estables, lo que ha dado pie al relativismo moral y esa idea de que todo vale”. Para el presidente, “hay un orden natural contra el que no puede ir el hombre como si Dios no existiese. Si eso es así, la concepción que impera es la del hombre independiente y creador capaz de transformar la verdad de las cosas, por lo que el Estado se siente legitimado para establecer hasta dónde llega la libertad y derechos de los hombres”, aseveró. “Ese proyecto cultural -continuó el ponente- pretende ahormar un hombre nuevo, una opinión pública distinta que no es neutral y que el Estado está tratando de imponer a todos”.
Para el ponente, este cambio de paradigma, junto a otros “enquistamientos” del sistema, causa la tristeza y la sensación de irreversibilidad que sufre la ciudadanía, situación que, en su opinión, puede revertirse con la importante contribución que, entre otros, realicen los católicos en la vida pública. Para esta necesaria regeneración, Dagnino afirmó que es preciso reconocer la legitimidad y el valor humanizante del cristianismo. “La convivencia- aseguró- tiene que reposar en unas bases previas que no dependan de las contingencias políticas”.
Partidos políticos y sociedad civil
El presidente de la ACdP aseguró, además, que los partidos políticos “tienen que cambiar y abrirse a la sociedad a base de ideas, despertando vocaciones y contando con hombres morales, bien preparados y que puedan, coyunturalmente, dedicar su vida a la política, anteponiendo a sus intereses el servicio al bien común”.
Por su parte, la sociedad civil, articulada en familias y otros cuerpos intermedios, “es la única de la que puede brotar una seria energía renovadora. Debe ser participativa y gestionar preferentemente las funciones que le son propias”, aseveró Dagnino, que también apostó por el replanteamiento de la educación para transmitir las certezas morales”. “Es en la escuela, aseguró el ponente, donde se enseñan los valores de la persona, como el mérito, el esfuerzo y la capacidad, que luego vertebran a la sociedad”.
Clausura del obispo
Rafael Palmero, obispo de la diócesis de Orihuela-Alicante, clausuró la quinta edición de las Jornadas. El obispo ofició una oración comunitaria tras las últimas intervenciones del encuentro: “Católicos y ética política”, a cargo de Miguel Ángel Velasco, director de Alfa y Omega, y la mesa redonda “La ética en las profesiones”, integrada por Francisco Borja, empresario y presidente del Consejo Social de la Universidad Miguel Hernández; Antonio Serrano, arquitecto; e Iván Sempere, presidente de la Confederación Europea de Jóvenes Empresarios.
Las jornadas, que en esta edición han llevado por título “Los políticos al servicio de los ciudadanos”, han contado con una masiva afluencia de público, entre estudiantes y profesores de la CEU-UCH y ciudadanos interesados en los cauces de participación de los católicos en la vida pública.