‘Septiembre es una oportunidad para convertir en rutina los buenos hábitos que hemos iniciado en verano’

Fernando Gómez Gonzalvo. Coordinador del Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en la Universidad CEU Cardenal Herrera

¡Con lo bien que se está de vacaciones! El verano es un momento idóneo para desarrollar actividades de ocio, deportivas o de actividad física que nos resultan más difíciles de realizar durante el resto de año. Los paseos por la playa, quedar con los amigos para jugar algún partido, nadar en la piscina o disfrutar de rutas en bicicleta son las actividades físico-deportivas más habituales del período estival. Se ha comprobado que durante el verano se incrementa la práctica de actividades físicas en toda la población, no solo por el buen tiempo, sino porque podemos ocupar nuestro tiempo en actividades más placenteras.  

Sin embargo, la llegada de septiembre significa, en la mayoría de los casos, la “vuelta a la rutina”. Aunque sea inevitable en lo que se refiere a trabajo o estudios, ¿por qué no mantener algunas de las actividades que hemos realizado durante las vacaciones?  

Septiembre nos proporciona la posibilidad de incorporar a nuestra vida las actividades saludables que hemos estado realizando durante el verano. Y, tal y como señala la Organización Mundial de la Salud, las actividades físico-deportivas de baja y media intensidad son excelentes para mantener y mejorar la salud, y las actividades físicas intensas (siempre con precaución y en función del estado de salud de cada persona), resultan todavía más beneficiosas, ya que mejoran mucho más la calidad de vida, la salud y el bienestar.  

Estas mejoras a las que alude la OMS no solo se dan a nivel físico, sino que la práctica regular de actividad también favorece nuestro estado de ánimo, nuestras relaciones sociales – ya que muchas de estas actividades se realizan en grupo o familia- y nuestra propia percepción sobre la salud y nuestro cuerpo.  

Una oportunidad para mejorar nuestra salud

Por todas estas razones, sería recomendable que a la vuelta de vacaciones continuáramos realizando la actividad física que ya hemos iniciado, conciliándola con nuestras obligaciones. Así, por ejemplo, podríamos seguir disfrutando de esos paseos a última hora de la tarde, quedando con amigos para jugar a algún deporte o, por qué no, proseguir con esa práctica deportiva dentro de un club deportivo o en algún gimnasio.  

Además, durante este mes también tenemos la oportunidad de integrar otras buenas prácticas desarrolladas en verano, como la alimentación saludable. La llegada del verano significa, en muchas ocasiones, un cambio beneficioso en la dieta, ya que aumentamos el consumo de comidas ligeras y alimentos frescos, que apetecen más en épocas de calor. Conviene recordar que este tipo de alimentos también son una buena elección durante todo el año, y de un modo especial en el momento de la cena, puesto que facilitan la digestión y ayudan a conciliar mejor el sueño. 

En suma, se trata de considerar septiembre como una oportunidad para convertir en rutina los buenos hábitos que hemos iniciado en verano. ¿Por qué conformarnos con disfrutar de un mes saludable si podemos hacerlo todo el año? 

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