El documental sobre Gregorio Ordóñez con motivo del décimo aniversario de su asesinato a manos de ETA se proyecta en las IV Jornadas sobre Terrorismo

Consuelo Ordóñez y la decana de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas, Isabel de Salas.

Organizadas por la Delegación de Alumnos de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de la CEU-UCH y el Instituto CEU de Humanidades Ángel Ayala, las IV Jornadas sobre Terrorismo han dedicado una de sus sesiones al concejal del PP de San Sebastián asesinado por ETA en 1995 Gregorio Ordóñez. La proyección del documental “El silencio roto”, elaborado con motivo del décimo aniversario de su muerte, ha contado con la asistencia de su hermana, Consuelo Ordóñez, que vive en Valencia desde que tuvo que abandonar el País Vasco por las amenazas terroristas, según recordó la decana de la Facultad, Isabel de Salas, que presentó esta sesión de las Jornadas.
Dirigiéndose al centenar de estudiantes de la Cardenal Herrera que han asistido a estas Jornadas, Consuelo Ordóñez dijo: “Me hace ilusión que podáis conocer a mi hermano por este documental, sobre todo porque es posible que no le pongáis cara o nunca le hayáis oído hablar”.
Pese a ser una de las promotoras de la plataforma ciudadana Basta Ya y portavoz del Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco (COVITE), Consuelo afirma: “Mi vida no es ejemplar, lo fue la de mi hermano”. De él destacó emocionada su pasión por el País Vasco y sus gentes y su capacidad de encontrar tiempo para atender a todos desde su cargo en el Ayuntamiento donostiarra.

El fin de la violencia
Tras la proyección del documental y a preguntas de los estudiantes asistentes a la Jornada, Consuelo Ordóñez quiso recordar: “Las víctimas nunca hemos echado la culpa del terrorismo al Gobierno de turno: la culpa siempre la tienen ETA y todos sus cómplices”. Sin embargo, sí reconoce que el trato hacia las víctimas por parte de los distintos Gobiernos de la democracia ha sido distinto: “La gran mayoría de las víctimas jamás hubiera pensado que podía llegar a escuchar lo que hemos oído del presidente Zapatero, como su ‘información privilegiada’ relativa al abandono de las armas por parte de ETA o su comparación con nosotros porque su abuelo fue asesinado durante la Guerra Civil”.
Para Consuelo Ordóñez, las víctimas deben trabajar por hacerse visibles especialmente en épocas de negociación o tregua: “COVITE nació en 1998 para tener voz en aquella tregua y reivindicar la memoria de las víctimas precisamente cuando se dice que deben ser generosas, olvidar y pasar página, cuando molestamos aún más a los terroristas porque recordamos a la sociedad lo que ha pasado”. Sin embargo, esta postura no es siempre entendida: “Como venimos a pedir justicia en momentos en los que los terroristas son tratados como‘hombres de paz’ que quieren negociar, se nos acusa de estar manipuladas políticamente por el PP”.
Preguntada por su opinión en relación a cómo lograr el fin de la violencia, Consuelo Ordóñez fue rotunda: “Sólo hay una forma de acabar con el terrorismo: la que da el propio Estado de Derecho actuando sin complejos, la que les llevó a no tener ni para pancartas hace cuatro años… Ya en otras ocasiones hemos comprobado que ni el terrorismo de Estado ni las negociaciones funcionan en la lucha contra ETA”.

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