Numerosas personas con este trastorno del neurodesarrollo tienen un nivel de inteligencia superior a la media. Si disponen de los apoyos adecuados, pueden realizar sus estudios, acceder a buenos empleos e incluso alcanzar una vida de éxito y reconocimiento, tal y como explica la profesora de Magisterio de la CEU UCH de Castellón María Isabel Marí Sanmillán

Imagen de Freepik

Cada 18 de febrero se celebra el Día Internacional del Síndrome de Asperger como conmemoración del nacimiento de Hans Asperger, psiquiatra y pediatra austriaco, quien describió esta condición por vez primera. 

El Síndrome de Asperger es un trastorno del neurodesarrollo que se incluye dentro de los Trastornos de Espectro Autista (TEA). En los últimos años ha aumentado su visibilidad gracias al cine y a personajes famosos que lo padecen y lo han compartido abiertamente en los medios de comunicación y en sus redes sociales. Entre ellos encontramos directores de cine, cantantes, pintores, actores, deportistas, youtubers… que muestran sus dificultades derivadas del trastorno, pero también las fortalezas que les han permitido triunfar. 

Este síndrome se manifiesta de diferente forma en cada individuo, pero todos ellos tienen en común dificultades para la comunicación en forma no verbal, la interacción social, los intereses restringidos y absorbentes, y el comportamiento repetitivo.  

‘Es clave el compromiso educativo que favorezca una detección e intervención temprana, potencie el desarrollo de las habilidades sociales y proporcione una orientación adecuada para descubrir su vocación profesional’

María Isabel Marí Sanmillán, Dra. en Psicología, profesora de Magisterio en la Universidad CEU Cardenal Herrera de Castellón y Jefa del Departamento de Orientación del Colegio Torrenova

El cerebro del niño con Asperger funciona de modo diferente al habitual, principalmente en los aspectos relacionados con la interacción social, la flexibilización del pensamiento y la conducta, así como la comprensión y expresión de emociones. Sin embargo, a diferencia de otros TEA, las personas con Aspergerno tienen problemas de comunicación funcional ni de inteligencia. De hecho, muchas tienen un nivel de inteligencia superior a la media y, algunos, una extraordinaria memoria y motivación para obtener resultados cuando las condiciones del entorno son claras y predecibles. Por ello, si disponen de los apoyos adecuados, pueden realizar sus estudios, acceder a buenos empleos e incluso alcanzar una vida de éxito y reconocimiento.

Ellos lo lograron

Es cierto que no toda persona con Asperger acaba siendo famosa, pero hay una larga lista de personajes con grandes mentes que tienen esta condición en común:  

Bill Gates, cofundador de Microsoft y uno de los hombres más ricos del mundo. Es un líder en materia de tecnología y software. Es conocido también por su carácter y por su implicación en áreas ajenas a la tecnología como el cambio climático o las vacunas. 

Leo Messi, futbolista argentino, considerado por muchos como el mejor jugador del mundo y uno de los mejores de todos los tiempos.  

Steven Spielberg, del que son conocidos su incapacidad para relacionarse y los muchos problemas que afirma haber sufrido en su infancia. Su condición lo hace obsesionarse con sus proyectos, lo que le ha convertido en uno de los cineastas más famosos de la historia. 

Anthony Hopkins, uno de los actores más importantes de la industria cinematográfica, ganador de dos Oscar. 

Keanu Reeves, uno de los actores más carismáticos y mejor pagados de Hollywood. La inmensa mayoría de lo que gana lo invierte o dona a obras benéficas.  

Greta Thunberg, famosa por ser una de las abanderadas en el mundo en la lucha contra el cambio climático. 

Imagen de pvproductions en Freepik

Todos estos personajes nos muestran que el síndrome de Asperger no tiene por qué ser limitador, sino, por el contrario, puede ser un estupendo impulsor para alcanzar el éxito. Sus valiosas aptitudes relacionadas con la capacidad analítica y de concentración, o su pasión por el trabajo detallado, preciso y de alta calidad, pueden ser una oportunidad para contribuir a la sociedad en áreas tecnológicas, creación de software o análisis de datos. También pueden destacar en biblioteconomía, investigación y docencia académica, contabilidad, auditoría de cuentas o consultoría de calidad, entre otros. Para ello resulta clave el compromiso educativo en las primeras etapas que favorezca una detección e intervención temprana, potencie el desarrollo de las habilidades sociales -tan necesarias para su integración- y proporcione una orientación adecuada que les ayude a descubrir su vocación profesional teniendo en cuenta su perfil competencial. 

Artículo anteriorEl arzobispo de Valencia asiste por primera vez a un acto académico en la Universidad CEU Cardenal Herrera  
Artículo siguienteUn equipo de la CEU UCH gana la beca internacional Feline Grant 2022 para desarrollar un estudio sobre artrosis en gatos