Una crónica de Inés F. Miró / Imágenes: RFEF
Lo vivido en Valencia este domingo en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Nations League entre España y Países Bajos no fue una mascletà, pero poco le faltó. La intensidad, los decibelios y la emoción se dispararon como si de pólvora se tratase. No hubo kilos de explosivos, pero sí goles para todos los gustos; tampoco faltó el ritmo, incesante de principio a fin. Y, como todo espectáculo pirotécnico, también contó con terremoto final, con el gol decisivo de Pedri en la tanda de penaltis que desató la locura en Mestalla. No hubo plaza, pero sí un estadio abarrotado con 48.082 aficionados dejándose el alma y la voz. En Valencia otra cosa no, pero hacer ruido saben, y mucho.
Desde el inicio, España tomó la batuta del encuentro, dirigiendo desde atrás y con buenas llegadas por las bandas. Ilusos, o soñadores de más, hay quien creyó que encarrilar el partido sería fácil, y todo comenzó desde los once metros. Van Hecke derribó a Oyarzabal dentro del área y este, con frialdad, no falló. El delantero de la Real Sociedad estuvo inminentemente cerca del doblete, pero el gol fue anulado por fuera de juego. También Nico Williams, incansable como siempre, probó fortuna, pero el guardameta neerlandés se interpuso con una parada providencial. Relajarse no era una opción: al otro lado había un rival dispuesto a responder y no dar el partido por perdido.

Los minutos avanzaban y con el reloj, el ritmo bajó momentáneamente. Geertruida trató de sorprender con un disparo desde fuera del área, pero estuvo atento Unai Simón y atrapó el esférico sin dificultad. Tras varios minutos sin demasiada acción y con pocas llegadas para los dos conjuntos, la última ocasión de la primera parte la tuvo Nico Williams, pero su remate a bocajarro se marchó desviado. El partido todavía tenía mucho que decir.
Con 45 minutos por delante, la historia pareció repetirse. Como si de un dejavú se tratase, de nuevo a los 7 minutos de la reanudación y en la misma portería que en la primera parte, el árbitro señaló penalti, esta vez para Países Bajos. Memphis no perdonó y puso el empate en el 52’. Y como si el cuento se tuviera que repetir al completo, el ex del Barcelona y Atlético rozó su doblete, pero Unai Simón lo evitó con una intervención salvadora. Lamine quiso devolver la ventaja con una jugada “marca de la casa”, pero su disparo acabó en las manos del guardameta neerlandés.

Sin embargo, si en una jugada juntas a Lamine y Nico, espacio para correr, y encima añades a Mikel Oyarzabal en la ecuación, el desenlace solo puede ser uno: gol. Minuto 67 y de nuevo se ponía el conjunto local por delante en el marcador (2-1). No obstante, poco iba a durar la alegría. En el 79’, Xavi Simons sirvió un pase magistral y Maatsen enmudeció Mestalla con un disparo inapelable al palo largo (2-2). Tocaba empezar de nuevo, otra vez, y el reloj jugaba en contra.
Conscientes, ambos combinados subieron una marcha y el partido entró en un frenesí final. Memphis estuvo cerca de culminar la remontada, pero el cancerbero del Athletic se lució de nuevo, y Verbruggen hizo lo propio ante el peligroso disparo que proponía el pequeño de los Williams. El destino quería drama.

Por si alguien dudaba de la capacidad goleadora de Lamine Yamal, el joven prodigio despejó cualquier interrogante. En el 103’, soltó un zurdazo imparable para poner a España al borde de la gloria. Pero el fútbol ama los finales difíciles, más todavía si Países Bajos es el rival y en la mente de todos está la épica del 2010. Por ello, cuando todo parecía estar decidido, el árbitro volvía a señalar pena máxima. Xavi Simons lo transformó y llevó el partido a la tanda definitiva.
El alzar y la fortuna sería la encargada de decidir, y la moneda calló del lado de España. Los supersticiosos hablarán de suerte, que el destino eligió bando; otros, del talento de los jugadores de Luis de la Fuente. Lo que es indiscutible es que la selección está tocada por una varita y a sus jugadores nadie les para. Unai Simón, con manos de oro, y Pedri, con su penalti definitivo, sellaron el pase a la Final Four de la Nations League. Ahora, con suerte o sin ella, Francia ya los espera.
FICHA TÉCNICA DEL ENCUENTRO:
España: Unai Simón (C); Óscar Mingueza (Pedro Porro, 93’), Robin Le Normandia, Dean Huijsen, Marc Cucurella; Dani Olmo (Pedri, 84’), Martin Zubimendi, Fabián Ruíz (Mikel Merino, 84’); Lamine Yamal, Mikel Oyarzabal (Ferran Torres (C), 69’), Nico Williams. Entrenador: Luis de la Fuente.
Países Bajos: Verbruggen; Ian Maatsen, van Dijk, van Hecke, Geertruida (Donyell Malen, 78’); Frenkie de Jong, Justin Kluivert (Xavi Simons, 78’), Reijnders; Gakpo (Noa Lang, 78’), Memphis Depay, Frimpong. Entrenador: Ronald Koeman.
Cuarteto arbitral (FR): Clemente Turpin, Nicolas Danos, Benjamin Pages, Stéphanie Frappart, Willy Delajod (Árbitro VAR)
Goles (3-3): 1-0, min 7: Mikel Oyarzabal (pen.); 1-1, min 52: Memphis Depay (pen.); 2-1, min 67: Mikel Oyarzabal; 2-2, min 79: Ian Maatsen; 3-2, min 103: Lamine Yamal; 3-3, min 109: Xavi Simons
Penaltis (5-4): Van Dijk (gol), Merino (gol), Koopmeiners (gol), Ferran (gol), Simons (gol), Aleix (gol), Lang (fallo), Lamine (fallo), Taylor (gol), Baena (gol), Malen (fallo) y Pedri (gol).Tarjetas amarillas: Le Normand (53’), Depay (60’), Unai Simón (108’)