Inma Cerro, periodista de À punt: «Los periodistas deportivos estamos preparados para asumir retos como la cobertura de esta DANA»

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Informa: Inés F. Miró / Imagen: Paula Hernández

La periodista de À Punt y alumni de la Universidad CEU Cardenal Herrera, Inma Cerro, ha participado como invitada en el programa Germans Vingau emitido este viernes en la universidad. Al término del programa, la periodista ha analizado para El Rotativo cómo vivió la DANA del pasado 29 de octubre y cómo abordó la situación el medio público valenciano.

Inma, ¿cómo vivió, personalmente, la catástrofe de la DANA?

Fue muy duro, al principio, porque nunca había cubierto algo de esta magnitud. Ningún periodista valenciano lo había hecho y, menos aún en mi caso, siendo periodista deportiva. Ver a tantas personas pidiendo ayuda y acercándose al ver el micrófono, y no poder atenderlas a todas era muy frustrante. Te lo llevabas a casa y no podías dejar de pensar en ello. Poco a poco fuimos haciendo un trabajo, sobre todo psicológico, para poder estar ahí, donde debíamos, y comprender la importancia de nuestra labor como medio público.

¿Cómo se gestiona una catástrofe de esta magnitud en un medio como À Punt?

Aunque siempre estamos preparados para cubrir emergencias, nunca para algo tan grande. En À Punt nos sentimos orgullosos de cómo se gestionó la situación. El compromiso de todos los compañeros fue muy importante, porque también había compañeros afectados que no podían venir. Los que estábamos comprendimos, rápidamente, la gravedad de lo que estaba ocurriendo y nos coordinamos de la mejor manera posible. Se alargaron los turnos y los periodistas de deportes dejamos nuestras funciones para reforzar los informativos. Cada uno contribuyó para cubrir los vacíos que había, priorizando la necesidad y trabajando en equipo.

«hay que estar preparado para cubrir cualquier tipo de noticia, porque nunca sabes lo que puede suceder»

Una semana después de la DANA realizó en una conexión en Paiporta, ¿qué es lo que más le impactó?

Lo que más me impactó de Paiporta fue ver que, una semana después, el centro seguía igual: calles inundadas en las que el agua te llegaba por las rodillas, personas que por primera vez salían a la calle y otras atrapadas todavía en sus casas, incomunicadas y sin recursos básicos como luz o agua. En ese contexto, entrevisté a una mujer con el fin de preguntarle cómo estaba viviendo la situación y, estando todavía en estado de shock. Empezó a relatar cómo vivió aquella noche, nos contó que su vecino había fallecido sin que hubieran podido hacer nada por ayudarle, cómo vio a personas arrastradas por la corriente… y eso también es noticia. Entendimos que nuestra labor también era esa, escuchar a quienes necesitaban ser escuchados. Pese a que no se podía emitir todo, sí que podíamos darles voz.

¿Cómo afrontó salir de su “zona de confort” como periodista deportiva para cubrir una situación extrema?

Como periodista deportivo no estamos acostumbrados a cubrir situaciones de esta magnitud. Es cierto que todos, en algún momento, hemos trabajado o reforzado en informativos, pero algo tan extremo no suele ocurrir. Si ya fue complicado para un periodista de informativos, imagínate para uno de deportes. En esta ocasión, solo quedaba adaptarnos para cubrir lo que hiciera falta. Aplicamos los valores que tenemos en deportes: compromiso con la función pública y la responsabilidad de transmitir mensajes importantes a la sociedad llevando estos principios a un nivel mayor estando dispuestos a todo. Esta experiencia ha demostrado que los periodistas deportivos estamos preparados para asumir retos como la cobertura de esta DANA, algo que quedó claro con nuestra participación en los especiales y la cobertura directa en los pueblos afectados. Hicimos lo que debíamos hacer.

Con experiencias de este calibre, desde su experiencia, ¿qué consejo daría a los estudiantes de periodismo?

Les diría que hay que estar preparado para cubrir cualquier tipo de noticia, porque nunca sabes lo que puede suceder. Puede que estés cubriendo un reportaje sobre alguien que se prepara para una maratón y, de repente, haya un incendio cerca. Si eres el más próximo, tienes que actuar. Creo que todos los que estudiamos esta profesión tenemos claro que, así como te preparas para contar una alineación, también estás pendiente de lo que pueda surgir para contarlo.

Como ha resaltado los periodistas de la sección de deportes pasaron a cubrir informativos. ¿Cómo se abordó la programación deportiva durante esos días?

Los primeros días desapareció por completo. Nadie tenía cuerpo para hablar de deporte, ni al público le interesaba, porque nadie pensaba en ello, ni los propios deportistas. Había otras prioridades y creo que todos lo entendimos muy bien. Todo el tiempo de emisión se dedicó a los afectados. Después recuperamos pequeños bloques en los informativos de mediodía, pero con información deportiva relacionada con la DANA y tuvieron que pasar tres semanas antes de retomar la emisión de ‘Grada’, el programa deportivo que se realiza por las tardes.

«Hay que estar unidos, porque una tragedia como esta puede ocurrir en cualquier momento y afectar a cualquiera»

En esta situación, ¿cómo se vuelve a hablar de deporte, cuando hay gente que lo ha perdido todo?

Teniendo muy claro que no hay que olvidarlos. Debemos seguir atentos a los pueblos afectados dándoles voz, tanto para informar de sus necesidades como de noticias positivas, como la vuelta a la competición de algunos equipos. En el caso de ‘Grada’ decidimos que, mientras el presentador permanecía en el plató, la presentadora realizaba conexiones desde zonas afectadas y abordamos la realidad de estos lugares desde la perspectiva del deporte. Para las personas retomar actividades deportivas también es importante porque ayuda a desconectar. Poco a poco hemos retomado el tono de humor habitual del programa, aunque sigue siendo difícil volver a la normalidad.

Por último, ¿qué lecciones cree que nos ha dejado la DANA como sociedad?

Hay que estar unidos, porque una tragedia como esta puede ocurrir en cualquier momento y afectar a cualquiera. En un momento complicado, todos hemos arrimado el hombro para ayudar a quienes lo necesitaban, mostrando lo mejor de las personas. La actitud predominante ha sido la de colaborar y demostrar la importancia de mantenerse juntos y solidarios.